¿En una fraternidad con playboys? [En proceso] #PGP2020

37.¡Voy a ser tito! y llego tarde...

—¡Yo quiero ir!—entrecierro los ojos.

—No.

—Porfi Lukas...—pongo morritos.

—No.

—¿Y yo?—David sonrie angelicalmente.

—Solo iremos Amy y yo, nadie más.

—Voy a ser la futura cría de esa criatura...—hago un puchero.

—He dicho que no.

—Estúpido.—decimos al unísono David y yo y nos cruzamos de brazos.

—A veces pienso que sois gemelos.—niega riendo Drake.

David y yo nos miramos, sonreímos y chocamos nuestras manos.

—David y yo vamos.—digo firme—Vamos a ver a la criatura.

—Amy ¿¡qué te falta!? David y mi hermana me están torturando.

—Ya voy Lukas.—grita desde el baño.

Amy baja las escaleras doblada, parece que tenga un bombo de tres kilos ya, y no llega a los cien gramos, está como un palillo.

—Ni que estuvieses de ocho meses.—entorno los ojos.

—Era para hacer la situación graciosa.—dice ella.

—Graciosa voy a dejar tu cara, cuñada.—digo esta última palabra con rencor. Dean me coge por la cintura.

—Un dia de estos matas a alguien.—susurra divertido.

—Parece que estés también embarazada.—se ríe David y yo le miro mal—Tienes las hormonas por los aires.

—Nos vamos.—dice mi hermano.

—¡Noooo!—David se tira al suelo y coge el tobillo de mi hermano— Sam y yo queremos ir.

Amy sale mientras Lukas se deshace de David, una vez quitada las manos de Davis de su tobillo, cierra rápidamente la puerta para que David y yo no salgamos. Corro con David a la puerta principal y damos leves puñetazos.

—¡Nosotros queríamos ir!—dice él.

—¡No es justo! ¡No voy a poder ver a la criatura!

Pataleamos un poco más y suficiente teatro por hoy.

—Ya ha sido suficiente teatro ¿no?—dice Harris.

—Sep.

Nos reímos y volamos tranquilamente al salon.

Han pasado dos horas, ¿cuánto se tarda en saber un resultado? Solo es pasar una maquinita por la barriga.

—¿Por qué te metiste en la carrera de diseño Samantha, pudiendo ser médica?

-Nunca lo pensé.

—Porque explicar los aparatos de los médicos se te da genial.

-Todo se me da bien.

—Claro que sí, Samantha.

-Sam.—le corrijo a mi consciencia

Después de esperar un poco más, la puerta se abre, y aparecen ellos.

—¿Y?—me levanto impaciente.

—Estoy embarazada—emboza una sonrisa tocando su barriga.

—Estúpida sonrisa que tienes, te voy a matar.

-Eustaquia, ¿y tú por qué no te metiste en la carrera de matona?

—No hay, lastima. Quizás otro año.