14.Mentira, pelea, reconciliación.

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—¿Que me ha pasado...?—arrastro las palabras.

—¡Samantha!—mi hermano se avanza sobre mí.

—¡La bella durmiente despertó!—David corre a mi lado—¿Estas bien, Sam?

—Si...—digo aturdida.

—¿Te duele algo?—pregunta Cameron.

—¿Quieres algo de tomar?—cuestiona Dean.

—¿Estás cómoda?—dice el otro gemelo.

—¿Llamo a la enfermera?—pregunta Drake.

—Sí Drake, por favor.

 
Y aquí vuelven mis súper hermanos preguntones.
— ¡Mételes una papa en la boca!
-Eustaquia Elvira ¿¡de donde saco la papa, lista!?
—No caí en eso...

 
—¿Estas bien, Samantha?—dice entrando a la consulta.

—Sí.

—¿Te duele la cabeza?

—Un poco, pero no es muy fuerte ¿Que me ha pasado?

—Viste la sangre de tu nariz, y te desmayaste.—sonríe.

—¡Pensaba que eras más fuerte, no una nenita que se desmayaba con la sangre!—dice David moviendo exageradamente sus brazos.

—Cállate simio idiota.

—Podéis iros a casa, Sam está bien.
 

Bajo de la camilla con ayuda de Cam, y salimos fuera.
 

—Id vosotros, ahora iré a casa, debo hablar con Amy.

—¿Quieres que te acompañe?—se ofrece Drake.

—No hace falta.—sonrío.
 

Salimos del pasillo y a continuación del edificio, ellos se montan en su coche, y yo saco mi teléfono, busco a Bob, y quedo con él en la plaza. Necesito hablar con él.
— ¡Mentir a tus hermanos está muy mal!-mi consciencia me regaña.
-La idea fue tuya, cabecita.
—Como siempre, yo tengo toda la culpa.
 

Llego a la plaza y lo veo sentado en un banco.
 

—Hola Bob.—saludo.

—¿Cómo estás? Ya me he enterado.—dice levantándose.

—No fue nada, solo sangre en la nariz.—me rio.
 

Estamos conversando cuando una voz familiar, hace que me pare de reír.
—Nos hemos metido en problemas, pequeña Samantha.
-Todo nos pasa a nosotras querida.

 
Mi torso gira en esa dirección, es David.
 

—¡Samantha Holt!

—Mierda...—murmuro.

—Con que ibas a quedar con Amy ¿no?—alza sus cejas con desafío.

—No, iba a quedar conmigo, ¿pasa algo?—Bob se levanta del banco.

—No quiero ni un roce de tu dedo, en una minúscula parte de su cuerpo ¿si, Bob Esponja?—dice amenazándolo.

—Vaya, la nenita se revela.—dice Bob mientras se cruza de brazos mientras se ríe.

—Parad los dos.—me levanto del banco.—Bob, te has pasado, no te metas con él, y tú, David, dije que no quería a un segurata detrás mío las veinticuatro horas del día, ¿que no has entendido?—digo comenzándome a enfadarme.

—Pero Sam...—comienza a decir pero yo le freno.

—¡Ya empezamos con los peros!

 
Paso por al lado de David, y golpeo su brazo al pasar. Ellos se quedan allí, por más que quiera a David, si se tienen que matar ¡que se maten!
Llego a la fraternidad, y abro la puerta principal.
 

¿En una fraternidad con playboys? [En proceso] #PGP2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora