¿En una fraternidad con playboys? [En proceso] #PGP2020

15.Fiesta de disfraces

A la mañana siguiente, nos levantamos y hacemos la rutina de cada día. Vamos a la Universidad, damos las clases indicadas, y volvemos a casa, con el tiempo justo, de ir a casa, comer, y preparar la fiesta.
 

—¿Quién hace la comida?—pregunto nada más entrar por la puerta.

—David y Jake no.—dice Dean tras de mí— La última vez que hicieron de comer nos tuvieron tres días en el baño, no quiero volver a pasar por eso.

—Menos mal que no estaba aquí.

—¡Sam!—gritan ambos al unísono.

—Igualmente os quiero, chicos.—embozo una sonrisa.

—La haremos Drake y yo.—dice Bruno.

—Genial.—hablo mientras dejo la pesada mochila en el suelo.
 

Los demás nos quedamos en el salón, esperando a Drake y Bruno acaben de hacer la comida.
 

—¿Cómo nos repartimos para luego?—pregunto.

—Tú junto a Dean, David, Cam y Thomas, iréis a comprar disfraces.—dice mi hermano— Jake, Drake, Bruno y yo, iremos a comprar la comida y bebida. El resto, organiza la casa.

—¿Está enterado todo el campus?—vuelvo a preguntar. Soy una novata en fiestas de universidad.

—Somos Phi Delta, Sam.—sonríe con grandeza Dean.

—¿Y el director?—vuelvo a preguntar.

—Ya lo sabe.—me dice Cam y yo asiento.
 
—¿Pero en que momento habéis ido a preguntarle?—frunzo las cejas. No entiendo, en ningún momento nos hemos separado, tan solo en las clases.

—En ningún momento.—ríe Jake. Me quedo patidifusa.

—¿Vamos hacer una fiesta ilegal?—abro tanto los ojos como la boca de par en par.—Llego de ilegal hasta un punto, como robar chuches en el kiosco cuando era pequeña, pero ahora ya no.

—Deja de preocuparte.—ríe Dean—Es una fiesta y ya.

Drake y Bruno acaban de cocinar, y nos llaman para comer. Comemos y nos dividimos para ir a comprar las cosas necesarias.

Vamos en el coche de Dean, ya no pintado de rosa; llegamos a una tienda inmensa de disfraces.
 

—¡Yo me voy a disfrazar de Heidi!—dice corriendo David en busca de dicho disfraz.

—Vaya.—digo sorprendida.

—Es así, pobre de él.—Cam entorna los ojos.

—¿Porqué dices eso?—frunzo las cejas.—Me parece genial que se disfrace de Heidi, si así es feliz, vamos a dejarle que sea feliz y disfrute disfrazado de lo que él quiera.
 

Cada uno busca algunos disfraces, elegimos algunos entre todos y volvemos a casa. Cuando llegamos, ya está todo arreglado, así que comenzamos a disfrazarnos para la fiesta, o se nos hará tarde.
 

—¡Sam!—grita David.

—Un día de estos gastan mi nombre—murmuro—¿Qué sucede?—alzo la voz.

—No puedo cerrar la cremallera.

—Ahora voy.
 

David se va a disfrazar de Heidi, el mismo lo dijo. Cameron de teletuvi, Dean de Spider-man, Lukas de Superman, Drake de policía, Bruno de payaso, y yo de estatua, todos apañados y listos para la fiesta.
 
 
La gente comienza a llegar a nuestra fraternidad. De un momento a otro, está completamente abarrotada y te cuesta pasar entre la gente, no hay casi espacio. Yo pensaba que esta casa era grande pero ahora mismo viéndola en estas condiciones estoy totalmente equivocada, esta casa se nos queda pequeña. Y mañana mismo el director nos matará y nos echará a patadas de aquí.
 

—Como se llenó esto ¿no crees?—me dice Drake.

—No me imaginaba que vendría tanta gente.

—Nos va tocar abrir el jardín—habla Cameron por encima de todas las voces.

—Luego lo limpiais vosotros.—les digo.—Yo no lo abriría ¿sabéis el jaleo de después ponernos a limpiar el césped y demás?

—Claro que sí Sam.—comenta David rodando los ojos—No es la primera vez que abrimos el jardín.

—Está bien, lo que digáis vosotros pero tomaros mi palabra, no pienso limpiar el jardín. Por cierto, David ¿porque te has disfrazado de Heidi?

—¿Una persona ya no puede disfrazarse de Heidi?—dice actuando—Voy a buscar a Pedro y copito de nieve.—se cruza de bajo y gira sus talones hasta dar su espalda en mía narices para luego empezar a andar indignado.

—Disfruta de tu velada, Heidi.—digo entre risas.

—Abuelito, dime tú: ¿Qué sonidos son los que oigo yo? Abuelito, dime tú: ¿Por qué yo en la nube voy? Dime ¿por qué huele el aire así? Dime ¿por qué yo soy tan feliz? Abuelito, nunca yo de ti me alejaré.—canturrea saliendo de la sala.
 

Los chicos se dispersan, y yo me quedo sola. Un grupo de chicas, vestidas todas y cada una idénticas, de cat woman, o eso dicen ella, pasan por mi lado, como no ¿quiénes son? Son tan difíciles de adivinar... no sea que grupo de chicas se les ocurriría venir así vestidas, un traje bien ceñido al cuerpo negro acompañado de una diadema con las orejas de gato, un antifaz y su látigo.

 
—Con las uñas afiladas me han dicho ¿no?—les digo cuando pasan por mi lado.

—Que pasa ¿que no tuviste suficiente que tu nariz entrompara en el suelo?—suelta egocéntrica con voz de Barbie la abeja reina

—No, no tuve suficiente ¿Quién os ha invitado a la fiesta? Aquí no sois bienvenidas.

—Me la llevo, buenas noches.—dice Dean cogiéndome.
 

Me coge por la cintura y me saca de allí, llevándome a la terraza trasera. Al final han abierto el jardín.
 

—¿Porque no me has dejado matarme con ella?—cruzo mis brazos.

—Ya has tenido suficiente.—alza sus cejas—Ven, vamos a jugar.
 

Vamos a un grupo, y están la mayoría de los chicos de mi fraternidad. Están todos sentados en círculo, así pueden verse bien las caras, en medio de este hay unos cuantos vasos de chupitos y una botella de Vodka.
 

—¿A qué jugáis?—digo acercándome.

—Yo nunca nunca ¿juegas?—me dice Cameron.

—Está bien.—me siento a su lado.—No tengo otra cosa mejor que hacer.

—¿Y tú Dean?—le pregunta Drake y este asiente.
 

Dean se sienta a mi lado, y comienzan el juego. Ya sé de qué va, ya que antes de venir aquí, en mi antiguo instituto con mis amigos jugábamos. Nunca sale bien este tipo de juego, por unas cosas o por otras, alguien se acaba enfadando.

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Nos vemos en el próximo capitulo!!!

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