13.Antena parabólica, Bob y caída.

1.6K 78 6
                                    

Mi despertador vuelve a sonar, como cada mañana. Escucho voces provenientes de la zona de abajo ¿por qué gritan a primera hora de la mañana? ¿Tantas energías quieren gastar ya a primera hora de la mañana? Si eso es cosa de simios.

—Si es que es lo que son.—me recuerda mi consciencia.

 
—¡No tienes que haber cogido mis bóxer de Bob esponja!—grita David.

—¡Ni los míos!—grita Cam.—Aunque no sean de Bob Esponja.

—Cuando Sam se entere, te matará.—dice Bruno.
 

Voy hacia las escaleras y bajo unos cuantos escalones.

 
—¿Que pasa conmigo?—pregunto mientras froto mis ojos.

—Sal a fuera, y mira hacia arriba.—me dice David.
 

Le miro estupefacta.
 

—¡No tenéis derecho de hacer eso!—dice enfadado David.

—Claro que sí.—se ríe Dean mientras se cruza de brazos.

—Claro que no.—hace el mismo gesto que su gemelo pero este enfadado.

—Vosotros lo hicisteis de otra manera.—dice satisfecho.

 
Salgo fuera de casa, y miro hacia arriba ¿¡que mierda es eso!? En la antena parabólica, hay colgada ropa interior. Es la mía y la de los chicos de mi equipo. Todos los estudiantes que pasan por allí a primera hora, empiezan a reírse, alguno de ellos sacan hasta fotos.

Entro hecha una furia a casa.
 

—Hijos de...—Cameron me coge por la cintura y me tapa la boca.

—Déjalo hay, Sam.—dice contra mi nuca.

—¡Son mis calzoncillos favoritos! ¡¿Quién los va a coger de ahí!?—mueve sus brazos exageradamente mientras habla.—¡Que son de Bob esponja!

—Saca tu mano de mi boca, Cameron.—digo con su mano en mi boca aún y él la quita—Gracias. Ahora ¿¡qué clase de personas sois colgando eso hay, cabeza de simios!?

—Dijimos que la venganza sería peor.—expresa victorioso Dean.

—Adiós dignidad.—dice negando con la cabeza el otro gemelo.

—A mi mucha no me quedaba.—me encojo de hombros.—¡Pero igualmente es una locura!
 

Después de discutir, nos arreglamos y vamos hacia la Universidad.  Al llegar, en la puerta está Charlotte, y su fraternidad.
 

—Genial...—musito.

—Ignorala Sam.—me dice mi hermano.

—Si fuera tan fácil.—ruedo los ojos.

—Lot no te dirá nada.—asiente David.
 

Menuda abreviación más cutre tiene Charlotte, me entran ganas de reír, pero no lo haré por respeto a los chicos. Pasamos por el lado de ellos, una voz masculina me frena. No, no es el. Decirme que no es él. No es la persona que yo estoy pensando. Me giro a cámara lenta hacía la voz.
 

—¿Samantha? ¿Eres tú?

—¿Bob?—Mis pies acaban girando para quedar frente a él.

 —¡Esponja!—grita David y mi hermano le arrea un canuto en la cabeza, aunque comienzan a reírse. Yo les ignoro.

—¿Qué haces aquí?

—Estudio aquí, estoy en esta fraternidad.

—Vaya.—sonrío falsamente.

¿En una fraternidad con playboys? [En proceso] #PGP2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora