El secreto de la luna ROJA

Capítulo 6: CORAZÓN

Fuera de la casa, los chicos miran el reloj y se dan con la sorpresa que Ian se ha excedido en la hora.

Ashley toma un sorbo de la botella  que tiene en la mano, para calmar el temblor que asalta su cuerpo entero, pero se detiene antes de que el líquido toque sus labios, siente una quemazón en el brazo derecho, justo en el rasguño que se había hecho. Lo mira detenidamente tratando de encontrar cual es la causa de ese terrible dolor y se da con la sorpresa que el patrón que se forma en su mano está tomando una forma más geométrica, peor lo que le asusta más es que no es sangre lo que rodea al patrón, si no, es un liquido negro y asquerosamente pegajoso, se limpia el brazo sobándolo con la parte trasera de su Jean.

Mason le mira con el rabillo del ojo y se acerca quitándose su chaqueta y arropando con suma delicadeza los hombros de Ashley, ella le ofrece una sonrisa llena de afecto mostrando así su agradecimiento por ese gesto, Mason le corresponde la sonrisa mostrando su impecable dentadura, pero justo cuando está apunto de decirle algo, un grito aterrador los interrumpe.

IAN: 

Siento claramente como una mano se entierra en el fondo de mi pecho, como rasga y penetra lentamente en mi carne, rompiendo cada uno de mis ligamentos, venas, arterias y grito. Grito lo más fuerte que puedo, pero lo que comenzó como un desgarrador grito, termino en un lamentable sollozo, el aire empieza a abandonar lentamente mis pulmones, la mano dentro de mi pecho se mueve, buscando algo, que no tarda en encontrar, toma bruscamente mi órgano vital, el palpitar de mi corazón es frenético por el miedo que lo invade, abro mis ojos para ver al causante de todo mi sufrimiento, encontrándome con  esos ojos rojos como la sangre, pero llenos de una maldad casi palpable.

La mano aprieta mi corazón jalándolo hacia afuera, tratando de quitarme la vida, sollozo de dolor, pequeñas lágrimas caen de mis ojos, nublando mi vista.

Respirar cada vez se me hace más difícil, ¡no!, no quiero morir, maldita sea, ¿por qué tenía que ser tan curioso?, pienso en los chicos, en el peligro en que los he metido, si no le hubiera propuesto venir, nada de esto estaría pasando, ¿Por qué ahora?, un recuerdo de Sasha me invade, ¡no!, ella no, por favor, no vengan, temo que les pase lo mismo que a mí.

Él saca mi por completo mi corazón y yo me desvanezco, lo siento chicos, Sasha, por favor, perdóname, papá y mamá, los amo.

Miro borrosamente como mi corazón palpita lentamente en la mano ensangrentada, palpita más y más lento, deteniéndose justo cuando yo, el culpable de todo esto exalto mi último aliento y caigo en la oscuridad de la muerte, abandonando todo lo que alguna vez fue una grandiosa vida que terminó, sólo por un poco de curiosidad y una estúpida apuesta.

                                                                    ***

Al fin, su liberación está casi completa, tantos años de penumbra y por fin, podrían sembrar caos por el mundo entero, llego el momento, ya es su hora, agarra el corazón ya frío de aquel ingenuo chico, que por un momento creyó que saldría de aquí ileso, oh noo, están muy equivocados si creen que podrán salir sin ningún rasguño, es más, serían aún demasiado tarados pensar que saldrán de aquí.

Ya que ella, esa inocente e ingenua chica, lo ayudara en cumplir su principal propósito...

HE VUELTO, perdón por hacerlos esperar demasiado, la anterior semana y esta estuve muy ajetreada con la universidad y todo eso.

Pero aquí les dejo el siguiente capítulo, tiemblen y lloren por Ian como yo lo  hice.

GRACIAS POR TODO.

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-MissOriental