Capítulo 11: SENTENCIA DE MUERTE

45 8 4
                                    


ASHLEY:

Él me mira, sus penetrantes ojos azules miran los míos, una chispa se prende en mi interior, sé que él siente lo mismo que yo, pero no sólo eso expresan sus ojos, también me dan a conocer la desesperación, ira, impotencia, pero sobre todo la tristeza que lo abruma, quiero calmar todo eso que siente, pero no puedo, ya que yo también siento lo mismo.

Veo cómo su boca tiembla, como si quisiera decirme algo, pero no lo hace, sólo me mira, nos miramos, con la escasa iluminación que nos ofrece esa luna, la luna roja, como si se burlara de nuestro sufrimiento, como si supiera un secreto que nosotros no, como si estuviera a la espera de algo peor algo que puede que nunca lo imaginamos, algo que no es real o sí lo es.

La herida en mi brazo arde y le echó un vistazo; no puedo creer lo que ven mis ojos. Mi sangre está empezando a brotar otra vez, no, no es mi sangre, es un líquido negruzco, viscoso y asqueroso. Sigo mirando la herida fijamente, hay algo raro, es como si mi sangre se moviera, como si tuviera vida propia, espera, esa no es sangre. Con la otra mano trato de limpiarme el brazo, pero apenas mis dedos tocan la cosa negra siento un dolor profundo, como si me hubieran mordido los dedos o como si mil agujas pequeñas y afiladas se incrustasen dentro de mi piel, gimo sin poder contenerme, Mason que aún sigue sosteniendo entre sus brazos me mira confundido.

-- ¿Qué sucede? -- pregunta preocupado.

-- Me...due...le... mu...cho... -- trato de decir entre gemidos de dolor. Él baja su mirada tratando de hallar el origen de ese dolor que me atormenta y lo ve. El líquido negruzco que ya está empezando a empapar su polera.

Me lleva casi corriendo hasta un ya destruido sofá que apesta a descomposición y a antigüedad, se quita la polera quedándose con un polo blanco y empieza a limpiar esa cosa negra de mi brazo.

Cuando logra limpiar todo mi brazo, los dos nos quedamos perplejos por la imagen que ofrece mi magullado brazo. Justo encima de mi muñeca, por la parte interna de mi brazo la herida esta compuesta por líneas al rojo vivo que juntas forman una especie de un triángulo con dos líneas cruzadas y un símbolo en forma de "V" debajo de ésta. Y a pesar que las líneas son rojas, de estas aun sigue saliendo ese liquido negruzco viscoso. 

Mason se aleja de un salto, tropezándose y cayendo sentado en el suelo de madera, haciendo sonar un fuerte estruendo que resuena por toda la casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mason se aleja de un salto, tropezándose y cayendo sentado en el suelo de madera, haciendo sonar un fuerte estruendo que resuena por toda la casa.

--No no no, no puede estar pasando.... — empieza a balbucear para sí mismo, una y otra vez en shock.

Yo lo miro extrañada, a la vez que preocupada -- ¿Qué no puede estar pasando ?— Le pregunto tratando de calmarlo un poco.

--¿No te das cuenta?; estamos condenados a morir –me dice con los ojos desorbitados por el terror.

--Espera, ¡¡¿Qué?!!, ¡¿Qué quieres decir con que estamos condenados a morir?!. No te entiendo –le digo, ahora totalmente asustada.

--Esa marca, es el "Sigil de lucifer", es el símbolo del sello de satán –me habla tan rápido y desesperado que sus palabras se tropezaban unas con otras.

--¿Sello de satán?—pregunto si poder creérmelo

--Sí, Ashley, es la marca de Lucifer, el diablo... --lo dice de manera siniestra, como si tan solo el hecho de decirlo más fuerte podría causar algo peor, algo sobrenatural, inhumano.

-- QUE?! COMO SABES ESO?!-- pregunto levantando la voz y mirándolo aterrorizada.

-- ¿Recuerdas nuestra clase de simbología oculta, en la universidad, con el profesor Smith?, cuando él nos habló sobre las diferentes simbologías que utilizaban para ritos satánicos. ?¿Cuando en mi casa encontramos un libro sobre ese tema y vimos un símbolo idéntico al este?-- Mason me dice, sin dejar de hablar rápido, moviendo sus brazos desesperadamente, tratando de hacerme acordar.

Y lo hago, recuerdo, que ese día después de la clase con el profesor Smith,  nos dejo investigar sobre el tema,  fuimos a la biblioteca de la facultad, pero no encontramos ningún libro que nos pudiera servir, por lo que decidimos ir a casa de Mason, ya que su difunto abuelo tenía una biblioteca llena de libros, entre ellos, libros sobre religión, manuscritos sobre ángeles, la vida espiritual, simbología celestial y de casualidad encontramos uno sobre simbologia satánica o demoníaca, del cual Mason desconocía su existencia, pero nos sirvio de maravilla en nuestro proyecto de investigación.

Me doy cuenta que él tiene razón, ya que lo que pasó a continuación estaba fuera de todos los conceptos y vivencias que alguna vez tuvimos, algo que dió un giro en nuestras vidas para siempre, algo que tarde o temprano tenía que pasar.

--Vaya, vaya...

Esas dos simples palabras fueron las que firmaron nuestra sentencia de muerte, y nosotros sin saberlo la aceptamos como humanos que somos.


HOLA, HOLA, SÉ QUE ME MEREZCO LA MUERTE, ESPERO QUE DE ALGUNA MANERA ME PERDONEN por dejar la historia por tanto tiempo, pero la razón por que lo hice fue, porque no tenía la inspiración e imaginación suficiente para poder continuar, también porque no tenía aun una idea fija por como llevaría a continuación desenlace de la obra, y no lo quería arruinar con capítulos que al final arruinarían todo el trabajo anterior.

Pero ahora ya tengo claro como continuare con la historia, como será el desenlace y el final.

DE TODOS MODOS LES AGRADEZCO SU COMPRENSIÓN Y TAMBIÉN LES PIDO DE TODO CORAZÓN QUE PUEDAN CONTINUAR DELEITÁNDOSE CON ESTE CAPÍTULO y con el nuevo giro que irá tomando la historia.

GRACIAS POR TODO

Estoy Ansiando conocer, todas sus opiniones, preguntas o críticas constructivas, acerca de este capitulo.

L@s  quiero mucho.

MissOriental

El secreto de la luna ROJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora