"El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos".
—William Shakespeare
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NORMALMENTE EL DESTINO APESTA y aquel que más lo hace es el incierto. Ese que puede sorprenderte hasta dejarte hecho añicos.
—¿A qué te refieres con "destino"?—preguntó con incertidumbre.
—Quiero decir, ¿no has pensado nunca en cómo sería nuestra relación en el futuro?
—Pues sí, pero debe ser una normal, como la llevamos ahora, ¿no?
—Mmm. Sí, sí, debe ser así.—el rubio miró al piso un poco ausente de aquella situación.
No sabría cómo decirle a Mitsuba que pronto terminaría la escuela. Y es que, en su totalidad era su último año, y aquel espectro sólo podía aparecer y permanecer en las instalaciones de la escuela. Y claro, cuando saliese de ahí, el exorcista olvidaría por completo al fantasma, pues era ley del mundo espiritual.
Aún no tenía claro si el pelirosado ya lo sabía, pero de lo que estaba seguro, es de que le iba a doler mucho. Kou olvidaría, pero y ¿Mitsuba? él no lo haría, su alma estaba penando en esa escuela. Por lo tanto se mantendría en ese lugar consiente de todo lo que vivió.
Qué irónico, ¿no? un exorcista enamorado de una aparición que se supone debe eliminar. Si su familia lo supiera seguro lo echarían del clan. Le dirían que era una deshonra, y que era la oveja negra por amar tanto a un espíritu como un hombre. Seguro también lo exorcizarían a él.
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Suspiró caminando a clases, sintiendo profundas ganas de llorar, ¿qué castigo estaría pagando para que le ocurriera aquello? de todas las personas que hay para enamorarse, ¿tenía que ser de un espectro?
—Shonen.
—¿Qué quieres?
—Ay. Alguien está molesto. ¿Será que el novio lo dejó?
—Si no quieres que te mate de nuevo con ese cuchillo que tienes en la mano cállate de una vez.
—Wow, wow, ¿por qué estás molesto, shonen?
—¿Qué sentiste al ver que Yashiro-sempai te olvidó?
—Oh, de eso se trata. Mira, shonen, eso fue algo... que debía hacer, porque yo cumplo un pecado que realicé.
—Lo sé.
—Pero...
—¿Pero?
—Mitsuba no lo es.
—¿Y?
—No creo que sus lazos se corten.
¿Acaso puedo confiar en eso?— se preguntó mentalmente.
