—"El amor es ciego y los amantes no pueden ver las locuras que cometen".
William Shakespeare
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ADVERTENCIA: Busquen sus pañuelos, esto no termina bien.
DESDE QUE LOS EMPAREJARON JUNTOS PARA SER COMPAÑEROS de cabaña durante una excursión de la escuela secundaria, Kou y Mitsuba compartieron una conexión especial que pronto se transformó en una amistad cercana. Fue durante esa misma excursión que Kou, siendo el responsable de la seguridad vial del grupo, regañó a Mitsuba por no llevar puesto su cinturón de seguridad en el autobús.
— ¡Oye! ¿Qué crees que estás haciendo? ¡Ponte el cinturón de seguridad! —exclamó Kou, señalando hacia el asiento de Mitsuba.
Mitsuba, con una sonrisa traviesa, respondió con sarcasmo: — ¿En serio, Kou? ¿Estás preocupado por mi seguridad? Oh, no puede ser—siguió bromeando—mira tu arete, mierda—soltó en una carcajada. –Eres un estúpido arete de seguridad vial.
Kou frunció el ceño ante el comentario, pero Mitsuba simplemente se rió y se aseguró de abrocharse el cinturón, sin darle mucha importancia a la reprimenda.
El momento en que sus corazones empezaron a latir al unísono ocurrió durante la excursión, mientras compartían momentos como compañeros de cabaña. Kou quedó impresionado por la creatividad y el ingenio de Mitsuba, mientras que a él le gustaba la dedicación y el esfuerzo de Kou. Entre risas compartidas y momentos de complicidad, sus sentimientos fueron creciendo poco a poco.
A medida que compartían momentos juntos, descubrieron aspectos únicos y fascinantes el uno en el otro. Las risas compartidas, los gestos de apoyo y la complicidad que desarrollaron fortalecieron su conexión emocional.
Fue durante una tarde lluviosa, mientras compartían un paraguas camino a casa, que Kou tomó la valentía para confesar sus sentimientos. Mitsuba, sorprendido pero feliz, correspondió con una sonrisa radiante.
Desde entonces, su relación floreció y se convirtió en un romance apasionado. Se volvieron inseparables, compartiendo risas, secretos y sueños juntos. Después de un tiempo, oficializaron su relación como novios, sellando su amor con un beso bajo la lluvia que marcó el comienzo de una nueva etapa en sus vidas.
Pero no todo lo bonito dura, y es justo cuando las cosas pasan de ser rosa pastel, a ser un oscuro rojo sangre que mancha por completo todo a su paso.
Justo cuando Kou y Mitsuba parecían estar viviendo su propio cuento de hadas, las nubes oscuras de la adversidad empezaron a cubrir su cielo azul. Las pequeñas discusiones que una vez parecían insignificantes se convirtieron en tormentas violentas, alimentadas por la diferencia en sus personalidades y la falta de comunicación.
Lo que una vez fue amor y complicidad se vio empañado por la amargura y la desconfianza. Mitsuba, con su actitud despreocupada, empezó a restar importancia a las preocupaciones de Kou, mientras que Kou, frustrado por la falta de seriedad de Mitsuba, se alejaba cada vez más emocionalmente.
