—"Los amigos que tienes y cuya amistad has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero."
William Shakespeare
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KOU MINAMOTO HABÍA ESTADO INQUIETO durante las últimas semanas. Como exorcista, estaba acostumbrado a lidiar con lo sobrenatural, pero últimamente, tenía encuentros con fantasmas que se habían vuelto mucho más frecuentes. Era como si los espíritus se sintieran atraídos hacia él, sin importar dónde estuviera.
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Un día después de clases, decidió buscar respuestas en el baño de la tercera planta, donde residía Hanako. Empujó la puerta con lentitud y lo llamó antes de entrar sin escuchar respuesta, por lo que decidió avanzar.
—Hanako, ¿puedo hablar contigo? —preguntó, entrando sin más.
El fantasma del baño estaba flotando cerca del espejo, tarareando una melodía alegre. Al verlo, dejó de tararear y sonrió, pero al notar la seriedad en el rostro del exorcista, su expresión cambió.
—Claro, ¿qué pasa, Shōnen? —preguntó acercándose.
Kou se pasó una mano por el cabello, intentando ordenar sus pensamientos y no escupir cualquier estupidez sin sentido porque así seguro que Hanako solo le daba una respuesta aún más estúpida.
—Últimamente, he estado encontrando más espíritus de lo normal. Es como si me estuvieran buscando específicamente. Nunca había visto nada igual.
Hanako frunció el ceño, evaluándolo con seriedad. Extendió una mano hacia él, como si intentara sentir algo invisible. El espectro frunció el ceño al sentir algo irregular en él.
—Creo que es hora de que sepas la verdad —dijo con un tono inusualmente serio, después de todo se le conocía como a alguien burlón—. Eres un Yorishiro.
Kou parpadeó, sorprendido.
—¿Un Yorishiro? ¿Y qué diablos significa eso exactamente?
—Un Yorishiro es un objeto o ser de gran valor para los seres sobrenaturales. Es una especie de ancla entre el mundo humano y el sobrenatural el cual hace que se mantengan en existencia. Tú, eres uno de esos anclajes.
La mente del joven empezó a dar vueltas, tratando de procesar la información.
—Eso es ridículo, vamos. Y si eso fuera cierto ¿De quién soy Yorishiro?
—De Mitsuba supongo. Es el número tres después de todo y el último que se hizo como misterio aquí.
—Ajá claro. Mira, Mitsuba no ha aparecido desde hace ¿Qué, un año? Además si de verdad fuese así ¿Por qué tendría que ser yo? ¿Tsukasa no fue quien lo convirtió en un misterio?
—Deja de ser un idiota. Lo más probable es que tú seas importante para él, si tú te mueres ese imbecil también, cabeza de nuez.
El nombre volvió a resonar en su mente, y así una oleada de recuerdos pasaron rápidamente por su cabeza. Recordaba el rostro de su amigo, la tristeza en sus ojos y el horror del incidente con Tsukasa... Aquella parte que fue obligado a comer con asco. La mención de "Número 3" solo le dejó con más preguntas que respuestas, se supone que Hanako debía darle soluciones pero seguro que Yashiro le hubiera dado una respuesta más sensata.
