Cartas para Lilith. (Bill Kaulitz)

•1•

- Yo necesito ser bruja- digo entrando al salón-
- ¿Y eso?- mi madre me mira-
- He visto a un cachorro de hombre lobo esta mañana, con mis propios ojos. No miento- le digo a mi madre tirando de mis párpados inferiores hacia abajo, mi madre ríe-
- Cariño, eso es imposible. Los hombres lobo no existen-
- ¡Sí existen, y lo demostraré!-
- Deja esas tonterías, Lilith- mi padre siempre ha sido duro conmigo, y no me ha creído jamás, igual que mamá-
- No son tonterías, papá. Existen, y te traeré uno en persona. Así tendrás que cerrar el pico y podrás creerme- me mira de mala manera-
- ¡Por dios, espabila! ¡Tienes quince años, Lilith! ¡Deja esas tonterías, concéntrate en tus estudios, y búscate un trabajo! ¡Esas fantasías no son más que gilipolleces!-
- ¡Gregor!- mi madre lo mira malamente también-
- ¡Ni Gregor ni leche frita, que madure de una puñetera vez!-
- ¡Que te den!- ambos me miran-
- ¿Cómo has dicho?- mi madre me mira con la boca abierta-
- ¡Fuiste, eres, y serás un mal padre toda la vida! ¡No me apoyas en nada!-
- ¡Ven aquí, mocosa!- por suerte soy escurridiza, eso hace que consiga escapar de las manos de mi padre- ¡Maldita niña insolente! ¡Sí no llega a ser por mí, serías el aborto!-
- ¡Déjame en paz!-
- ¡Fuiste el peor error de mi vida! ¡Yo no te quería, mamá tampoco, pero decidimos tenerte por pena!-
- ¡Cállate ya!-
- ¡Soy tu padre, Lilith! ¡¿Me oyes?!- cuando voy a cerrar la puerta de mi habitación, pone el pie empujándola-
- ¡Fuera de mi cuarto!-
- ¡De eso nada!- acabo cerrándola a la fuerza, y le echo el seguro para que no entre- ¡Abre o la tiro a la fuerza!-
- ¡Que te jodan por el culo!- le digo mientras guardo un poco de ropa. Cierro la maleta que me llevo al gimnasio donde he metido la ropa y abro la mochila del instituto metiendo el resto de libros. Cojo el par de archivadores donde tengo guardadas las cosas de licántropos y vampiros, y abro la ventana de mi habitación-
- ¡ABRE LA JODIDA PUERTA, LILITH!-
- ¡NO!- lanzo los archivadores hacia abajo, caen en las tumbonas así que hacen poco ruido. Bajo con la mochila en los hombros y la maleta del gimnasio colgada del brazo derecho, mi padre sigue aporreando la puerta hasta que consigue romperla-
- ¡VEN AQUÍ, NIÑATA!- salto cayendo en el césped, y cojo mis cosas para salir corriendo hacia mi guarida. Tengo a mis amigos allí siempre, así que no hay problema. Llego hasta nuestra cabaña en un pequeño campito, y pego a la puerta como loca-
- Joder. ¡¿Quiere dejar de llamar tan fuerte?! ¡Nos va a pagar la puerta como la rompa!- mi amiga la abre- ¿Lilith?-
- Necesito quedarme aquí por unos días, Ginny-
- ¿Qué ha pasado?- Mike, mi amigo, me mira quitándose las gafas-
- Me he peleado con mi padre, otra vez- me siento en el sofá que tenemos suspirando- No me cree, y lo he mandado a la mierda-
- Bien que has hecho-
- Ahora no sé cómo volveré a casa-
- Da igual, puedes quedarte con nosotros. Buscaremos otro sofá o una cama-
- Gracias- les sonrío- ¿Ha habido algo nuevo?-
- Hemos captado lo que parece ser un hombre lobo- me enseña el vídeo en el ordenador- Es en el parque donde nos conocimos-
- Interesante- veo que la cámara enfoca bien, así que lo paro- Genial- le echo una foto con el móvil- Esto me sirve mogollón. Iré a investigar-
- ¿Ahora?- asiento- ¿Para qué quieres ir a las diez de la noche?-
- Porque necesito saber si es o es un impostor- cargo la pistola que tengo con dardos tranquilizantes, y por si acaso me llevo las balas de plata. La vida en la calle me ha enseñado muchas cosas y ha sido muy difícil. Mi padre es un poco difícil, y mi madre ha tenido sus cosas con la droga. Paseo por ese parque tranquilamente, y me siento en el césped pensativa, no quiero volver a casa- ¡Eh!- miro a mi lado cuando siento que me lamen las mejillas, y veo a un adorable perrito. Es un Bulldog inglés-
- Vamos, Pumba- el dueño le pone la correa, y tira de él-
- Hola- pero ni me saluda. Que chico tan raro, aunque, es muy mono. Es rubio y como barbita corta, muy guapete. Investigaré más a menudo este parque-