Cartas para Lilith. (Bill Kaulitz)

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- Buenas, chicos- estamos aquí con los amigos de mi pequeña Lilith. Hemos decidido salir a cenar, ya va mejorando. La pobrecita mía no lo ha pasado muy bien- ¡Epro que monada!- Ginny me mira sonriendo- Está preciosa. Ven con tu tío Bill- ella me la da, sonrío al tenerla conmigo. Es tan mona- Hola, Adele.

- Mira como te sonríe, Billy- mi novia se sienta a mi lado sonriendo- Que mona. Está preciosa, chicos- ellos dos nos sonríen a la vez. Pedimos la comida que deseamos para cenar, luego vuelvo a la pequeña Adele- Le encantas, Billy- veo su carita de felicidad y es que me derrito con mi chica, parece que la niña es nuestra en vez de de Ginny y Mike.

- ¿Qué hay de vosotros?- los miramos- ¿Para cuándo los niños?

- Eh, nena- le doy un par de golpecitos en la espalda, ella me mira cuando termina de toser.

- Lo siento.

- Es que de verdad, Mike. Casi le das un infarto a la chiquilla- Ginny lo mira malamente.

- Tranquila, estoy bien. Lo siento, no esperaba esa pregunta.

- No te preocupes- llega la cena justo a tiempo- Que aprovechéis.

- Gracias, igualmente - le respondo a Mike sonriendo- Y bueno, no sé. Cuando ella quiera le doy niños. Yo ya le dije que quería seis o siete, pero no voy a obligarla si ella no quiere, claramente- hay un pequeño silencio.

- Cambiando de tema. ¿Ha estado yendo otro licántropo a la cabaña?- la miramos.

- Sí, y esta vez no es nada bueno. Casi mata a Ginny- la nombrada asiente- Teníamos miedo de que le hiciera daño a Adele, así que nos pusimos por delante se la cuna.

- ¿De qué color tenía el pelaje?- le pregunto, Lilith me mira.

- No era como tú, era castaño. Tú eres gris. Y ese venía como una bestia, no como tú, que llegas y te deshaces con Lilith- ella y yo nos reímos- Venía alterado, como para atacar. Y tenía las pupilas de los ojos tan grandes que casi los cubren por completo- asiento.

- Es mi hermano- me miran- Trataré de mantenerlo a raya.

- Gracias. Se metió en la habitación de Lilith, no sé qué buscaba, pero se llevo dos sujetadores- mi chica se pone roja.

- Definitivamente es Tom, no hay duda. Siento el mal rato, chicos, mi hermano es un poco bruto.

- Con que no ataque a Adele es suficiente- Lilith la mira y le sonríe.

- La pequeña está preciosa, Ginny. Me encanta- ellas se ríen.

- Mi niña es preciosa. ¿O no, Adele?- ella se ríe con Mike, me río yo también.

- Es una ricura- Ginny asiente. Tras la cena nos despedimos de ellos y volvemos a casa, ella sube a nuestra habitación mientras yo cierro con llave la puerta.

- Oye, mi amor. ¿Qué te parece si el lunes salimos a comer después del instituto?

- Me parece genial, Billy- me responde desde el baño. Me quito la corbata y voy desabrochando los botones de la camisa.

- Podríamos ir a ese restaurante que tanto te gusta, la comida allí está buenísima. ¿Sabes? No fue tan caro en realidad, pero el camarero no nos ofreció un buen servicio - me quedo boquiabierto cuando me giro- Am... Vamos entonces, ¿no?- asiente- ¿Y esa bata?

- Quiero recuperar el tiempo perdido, y quiero que sepas que te amo- me sonríe. Se suelta el pelo mientras me mira a los ojos, luego, lleva sus manos hasta el nudo de la bata- ¿Lo quieres recuperar tú, Billy?- deshace el nudo y deja que la bata resbale por sus brazos hasta que queda en el suelo. Madre mía, estoy que no voy a aguantar mucho más sin hacerle algo indecente. Se acerca a mí como una gata cuando está subiéndose a la cama, se pone encima de mi cuerpo y empieza a besarme- Te lo mereces, gracias por lo que has hecho por mí todo este tiempo. Has conseguido que tenga esa confianza que tenía contigo a la hora de hacer el amor otra vez. Gracias- ahora soy yo quien atrapa su cuerpo desnudo para llenarlo a besos, se va a enterar la pequeña esta.

***
- ¡Ah! ¡Ah! ¡Mmmm, Bill!- mientras me monta me deja que toque su cuerpo, de vez en cuando me incorporo un poco para besar y lamer sus pechos como a ella le gusta, también doy pequeñas mordidas por su cuello haciendo que goma más fuerte aún. Cómo siga así me voy a correr en cero coma. Cuando termina se baja y se echa a mi lado, estamos cansadísimos hoy- ¿Quieres que te haga sexo oral, amor?- no, que asco. Eso es una guarrada. Pero antes de que pueda responder, ella se ha metido bajo las sábanas, y no sé el propósito hasta que siento mi pene en su boca. ¡Dios, es la jodida gloria! Yo no pensaba que esto fuese tan perfecto.

- Joder, nena...- escucho su risita inocente pero a la vez lujuriosa, eso me enciende más aún. Cuando termina sale de debajo de las sábanas, no le ha importado que me haya venido en su boca- ¿Dónde has aprendido a hacer eso?

- ¿Te gusta? ¿Quieres que lo haga más veces?- asiento. Ella me besa y se abraza a mí, así nos dormimos al final. Qué gran noche.