Cartas para Lilith. (Bill Kaulitz)

*21*

-Tom, ¿seguro que no estuviste involucrado en lo que le pasó a Lilith?

- Que no, tío. ¿Desconfías de mí?- lo miro sin creerme lo que me acaba de preguntar.

- Hola, Billy- los dos la miramos- Lo siento, estaba muy cansada.

- No sientas nada, mi amor. ¿Cómo te encuentras?- se retira un poco cuando la voy a abrazar- Lilith.

- Lo siento, no puedo. Dame unos días más, ¿vale?- asiento. La comprendo, está reacia ante cualquier contacto físico y es normal, han abusado de ella y lo entiendo.

- Está bien. ¿Tienes hambre?

- Un poco- asiento. Voy a la cocina, ella se sienta en la mesa que tenemos en la estancia nombrada y suspira.

- Cariño, no puedes seguir así- me mira- Te estás amargando la vida, eso no puede ser. Llevas semanas sin salir de casa, no puedes vivir con miedo.

- Fue horrible, Bill.

- Lo entiendo. Pero cariño, hay gente que te echa de menos, te echamos de menos. Echo de menos poder abrazarte mientras duermo, el besarte, el hacerte el amor, poder abrazarte, poder cogerte de la mano cuando paseamos a Pumba. Te echo de menos, Lilith, y si sigues así vas a ir a peor. Además, estoy yo para protegerte. Mato a quien se te acerque- ella solamente sonríe levemente. Tras comer ella sube a nuestra habitación, miro a Tom después.

- No has respondido- mi hermano se sienta al lado mía.

- Claro que no me fío de tí. Te quieres tirar a mi novia, te lo recuerdo. Es imposible fiarme de tí- me levanto y subo a la habitación. Ella está dormida otra vez, pero no está tapada del todo. Me acerco con sumo cuidado y la arropo del todo, ella me mira- No quería despertarte- me sonríe- Lo siento.

- No- me detiene- Quédate conmigo- ¡Por fin! Me siento a su lado, ella me mira todo el tiempo igual que hago yo- Te quiero, ¿eh?- sonrío.

- Y yo, mi amor- los dos nos miramos y nos abrazamos, noto que le cuesta, así que voy poco a poco. La quiero tanto, haría cualquier cosa por ella. Cualquier cosa. Y espero durar con ella toda la vida, porque la amo con todo mi ser. Tendríamos hijos, seis o siete, y nos casaremos también. Nada puede separarnos....

¿O sí?