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- Fue muy, pero muy raro. No sé qué me está pasando, Ginny. A lo mejor me estoy volviendo loca-
- Pues trata de tranquilizarte. Llevas días y noches sentada en el escritorio dándole vueltas a lo de Bill, el hombre lobo y el vampiro, para de sacar información por un tiempo. Es por tu bien, Lilith. Eres mi amiga-
- Es muy difícil parar- miro a mi clase de correr. Como Ginny está embarazada no puede dar carreras como las que damos, y yo he fingido un mareo y dolores de rodilla. El profesor se lo ha tragado todo, así que estoy sentada con Ginny. Los demás terminan su clase y se van a las duchas, ella y yo también. Nos metemos las dos juntas en la misma, no quedaban libres y además, hay muchas abusonas en nuestra clase. Podrían hacerle algo y dañar a su preciado bebé, y eso no nos gustaría, así que se viene conmigo-
- Gracias por dejar que venga contigo- sonríe-
- De nada, por dios. Nos hemos estado duchando juntas hasta hace poco. Hasta los catorce- nos reímos- Además, no quiero que os hagan daño-
- Ooow- las dos nos damos un abrazo- Oye-
- ¿Qué pasa?-
- Yo ya mismo estoy. Me queda enjuagarme- abro de nuevo el agua caliente, ella se enjuaga. Yo todavía tengo que desenredar mi catastrófico cabello- Me voy con Mike- se está terminando de vestir-
- Vale. Ten cuidado, anda- ella asiente, yo sigo duchandome. Miro detrás de mí al sentir una presencia, y es extraña, me siento... ¿Observada?- ¿Queda alguna chica en las duchas?- pregunto en voz alta, nadie contesta. Genial, ya estás sola y con tus paranoias mentales. Abro de nuevo el grifo quitando todo lo que tengo de gel en el cuerpo, y quito la crema del cabello. Alguien entra en la habitación, solamente que no ha llegado a entrar en mi ducha por ahora-
- ¿Habrá alguna gatita por aquí?-
- No sé, tío. Pero si la hay, se va a acordar de nosotros y de nuestros amiguitos- dos hombres, genial. Cierro el grifo rápidamente y me arrincono para que no puedan verme, más que nada porque estoy desnuda al completo- Ven aquí, mi amor. No te haremos daño- aquí no pueden entrar los chicos- Aquí está-
- ¡Suéltame, guarro!-
- Además ya está desnudita- el otro sonríe-
- ¡Noo!- todos nos asustamos al oír tal rugido. Es él...-

Segunda parte después de mi instituto...

Cartas para Lilith. (Bill Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora