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- ¿Has conseguido algo?- niego ante la pregunta de mi amigo-
- Tan solamente he conocido a un perro adorable con un dueño arisco- nos reímos- Chicos, tengo mucho sueño. Creo que me dormiré-
- El baño es al fondo a...-
- Fondo a la derecha- finalizo yo-
- Pues no, es a la izquierda- me dice Mike-
- Ooh, lo habéis cambiado-
- Sí. Y Mike quiere agrandar la cabaña para cuando tengamos hijos- mi amiga besa a su novio, quién sonríe como tonto y la abraza-
- Dios mío, estáis como una chota. ¿Cómo pensáis tener hijos con diecisiete años?-
- Los tendremos-
- Chicos, parad el carro, enserio- los miro- Es una vida más, no un muñeco que se deja de lado. Tenéis que dedicarle veinticuatro horas, siete días a la semana, trescientos sesenta y cinco al año. Llora sin parar, caga sin parar y come sin parar. Le dejaría los pechos destrozados a Ginny. Tenéis que tener un buen trabajo para mantenerlo, dinero, hogar, y todo lo que un bebé necesita. Añadimos cuna, más ropa, más juguetitos, más zapatitos, etcétera. Mucho trabajo-
- Ya lo sé- habla mi amiga, y suspira- Aún queda mucho. Pero, no sé por qué, tengo ganas de ser mamá. Me hace ilusión-
- Lo sé, a mí me pasó también y ni siquiera tenía la regla. Siempre cogía a mis bebés de juguete y los cuidaba como a un bebé de verdad, o al menos a mi parecer cuando tenía seis años- nos reímos- Me voy a duchar, chicos-
- Está bien. ¡Te queremos!-
- ¡Yo también, Mike!- mi amigo me sonríe. Pero antes de meterme, los miro a ambos, son encantadores. Ella se ríe sin parar estando sentada en las piernas de él, ambos están viendo una serie llamada Sex Education en Netflix, y la verdad es que está graciosa. Es algo fuerte, el nombre lo dice todo, pero tiene su punto gracioso. A mí me gustó bastante. Están en el sofá acopladitos como buena pareja que son, yo también quiero un novio como Mike. Cariñoso, atento, amable, fiel... Me siento un poco sola cómo podéis ver, jejeje. En mi último ligue no me fue muy bien, primer y último ligue. Estábamos en verano, ya mismo empezarían las clases y yo aproveché para salir a cenar con él. Tiene un par de años más que yo, diecinueve. Supuestamente íbamos a cenar, pero me llevó a su piso donde amigos lo esperaban y yo era la única chica. Sus intenciones eran malas, me querían hacer cosas asquerosas, así que tuve que huir de allí. Lo veo a veces, pero no, no quiero ni mirarlo. Me dejó porque no le daba lo que él quería, una vagina, así que se largó dejándome sola. En fin. Como yo digo: lo que no aporte nada bueno a tu vida, échalo. Y así hice. No es que me haga falta urgentemente, pero quiero que entendáis que también me gusta que alguien me dedique un "Te amo". O que me despierte con besos en la nuca, o que tenga detalles bonitos conmigo, o que me demuestre que puedo confiar en él, así podría amarlo de la manera en la que algunas noches se aman Mike y Ginny. Que me abrace al dormir, sobretodo eso, amo que me abrace cuando duermo y amo abrazar cuando duermo. Mis amigos me dicen que soy oscura y niña fresa a la vez, jiji. Suspiro después de pensar en todo esto, y salgo de la ducha para secarme-
- Tienes la cama lista- miro a Ginny-
- ¿Cama?- asiente-
- Hemos querido comprarte una cama, es mucho más cómoda que el sofá. ¿No crees?- ella me sonríe-
- Muchas gracias, chicos. Os quiero tanto- los abrazo a ambos- Que tengáis dulces sueños, yo estaré en ellos para que sean más dulces aún- se ríen igual que yo- ¡Os quiero!- ellos me sonríen, y se van a su habitación a descansar. Hemos pedido pizza para cenar, hacía mucho que no comíamos pizza, así que nos hemos dado un caprichito. Me acuesto en mi nueva cama, es tan cómoda, tan blandita y calentita. La almohada es una mezcla entre dura y blanda, como a mí me gusta, qué comodidad por favor. Bajo todas las persianas de la única planta que hay, no es una cabaña muy grande. Cierro los cristales y las cortinas, los barrotes protegerán la cabaña. Cierro la puerta de seguridad de afuera y cierro con llave la de la cabaña también, todo está protegido. Me tumbo en mi cama, la cuál está ubicada en el salón junto al sofá, y me tapo con las suaves y cálidas mantas que la cubren. Así me duermo rápidamente.

- Y, ¿de dónde eres?-
- De aquí- sonríe- Lo que pasa que vivo en Los Ángeles junto a mi hermano- asiento- Pumba, deja de lamer a la chiquilla-
- Es muy mono-
- Y es muy pegajoso-
- Porque tú lo eres conmigo, papi humano- el chico que tengo al lado de ríe- Ooh, las cosquillitas en la barriguita, ¿eh? Mira cómo se retuerce el nene- volvemos a reír- Dios mío, es achuchable. Me lo quiero llevar- ambos nos miramos- No pienses que quiero secuestrar a tu perro, eh- se ríe-
- Todo el mundo dice eso- asiente- Oye, Lilith- lo miro. No sé, pero no puedo ver más allá de sus ojos, no puedo ver su cuerpo ni su rostro- ¿Tienes libre el fin de semana?-
- Sí. En el instituto ya me dan vacaciones, y el año que viene empiezo en la universidad-
- ¿En serio?- asiento, él parece sonreír porque los ojos se le han escondido- Eso es fantástico-
- Gracias. ¿Por qué la pregunta?-
- Porque quiero enseñarte algo. Eres creyente de las criaturas mágicas y misteriosas, ¿no?- asiento- Te mostraré a una-
- ¿Sí?- asiente- Mira, hace un tiempo creo haber visto una cría de hombre lobo. Un niño se fue corriendo calle abajo hasta meterse por detrás de un bloque, y salió un tipo de cachorro por el otro lado, y encima sin el niño. Esta más que claro-
- Si sale corriendo es porque la transformación duele, lo entiendo-
- ¿Cómo sabes eso?- el vuelve a mirarme-
- He leído mucho sobre ellos, así que conmigo puedes hablar de cualquier cosa relacionada con eso. Yo no me reiré de tí- esto ya me empieza a asustar un poco. ¿Cómo sabe que mi padre se reía de mí?-
- ¿Cómo sabes que se reían de mí?-
- He pasado por esas mismas burlas, se te ve en los ojos- lo escucho de suspirar- Debo irme- dice de repente-
- Pero sí recién sale la luna-
- Por eso debo irme. Nos vemos este fin de semana, Lilith- me pasa un papelito cuando me estrecha la mano, y se va a paso ligero con Pumba cogido por la correa. ¿Qué diantres es ese papelito? Pero cuando voy a abrirlo...
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- Lilith- me despierto de golpe- Dios mío, estás bien-
- ¿Qué pasa?-
- Guarda silencio y escucha- obedezco a mi amiga, pero la sangre se me hiela al escuchar tal cosa. Mike enciende la linterna del móvil asustandonos a ambas a la vez- Apaga eso, idiota. Podría vernos-
- ¿Qué cojones es eso?- le pregunto en susurro a mí amiga, estoy asustada. Se oyen gruñidos aterradores por los alrededores del exterior de la cabaña, algunos arañazos y aullidos antes de que lo que quiera que sea eso se vaya- ¿Hay cámaras afuera?- Mike asiente- Lo hemos captado todo-
- Mañana lo revisaremos, ahora estoy demasiado asustada-
- Tranquilízate, amor. Ya se fue- mi amigo la calma. ¿Qué clase de bicho es ese, dios mío?- Voy a abrir la puerta-
- No, no, no- le digo rápidamente- Está noche no se puede salir, Mike. Intenta de dormir, tú igual- miro a Ginny, ella asiente. Vuelven a su habitación cuando todos los sonidos raros y escalofriantes cesan, yo también vuelvo a tumbarme, pero esos gruñidos guturales dan mucho que pensar. ¿Y sí se trata de una verdadera criatura como el hombre lobo? Eso sería lo más. Ya veré mañana, investigaré cuando haya sol y compraré una cerradura mejor para las puertas. Escuchando sus rugidos puedo imaginarme el tamaño, y no es nada pequeño, no señor-

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- Una carta para tí, Lilith- Mike me la da-
- ¿De quién?- se encoge de hombros-
- Pone "Carta para Lilith" tan sólo. Hay una letra preciosa, y lo que dice básicamente es que a alguien anónimo le gusta mi cabello, mis ojos y mi nariz. ¿Que mierda? Esto sí que es raro, sí. Investigaré más a fondo sobre mi "Admirador Secreto" a parte de la criatura de anoche-

Cartas para Lilith. (Bill Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora