Cartas para Lilith. (Bill Kaulitz)

*11*

- Hola, Mike- no contesta, simplemente me mira y asiente. Viene que echa humo- ¿Qué pasa?-
- ¿Qué pasa? Mira- abre el ordenador- Bill es tu querido licántropo, con el que te acostaste anoche- da play a lo que parece ser el vídeo, y nos lo pone- Es él, ¿has visto?-
- Mike- me mira- Creo que esta chica no soy yo-
- Sí lo eres-
- Am... No-
- ¿Qué te pasa, amor?- mira a Ginny, quién se ha quedado sin palabras. Gira un poco el portátil y ve lo que sale en la pequeña pantalla- ¡Por dios, esto no! ¡Lo ha cambiado! ¡Lo ha borrado sin tener el ordenador! ¡Bill es el hombre lobo y el vampiro, Lilith, créeme! ¡Cariño, un momento, yo no consumo estas cosas!- sube corriendo a por Ginny. Yo de mientras me quedo viendo una película sobre hombres lobo y vampiros, me encantan. Pero, también me encanta él, y lo echo mucho de menos. Mi... ¿Qué es en realidad? ¿Amigo lobuno, amante licántropo? Ni idea-
- ¿Ya habéis hecho las paces?- digo mirando hacia las escaleras al escuchar los gemidos de mis amigos, yo suspiro, que suerte tienen. Ellos pueden hacerlo cuando quieran y yo tengo que esperar hasta que haya luna llena. Solamente deseo verlo pronto-

****
- A ver. Carne, zanahoria, espinacas, brócoli, zumos para nosotras, cerveza para Mike- repaso todo lo de la lista antes de pagar. Hoy me levanté con ánimos, habría luna llena y mi lobito vendría a verme. Lo amo- Todo en orden- voy hacia la caja para pagar, pero me encuentro con Bill, quién se come un paquete de salchichas crudas tranquilamente. Yo no soy nadie para discutir sobre gustos, pero no me gustan las salchichas, y menos crudas. Que asco. Me escondo cuando gira la cabeza, salgo corriendo hacia la caja y ya desaparece- Ya está- otra vez me siento observada, como ayer cuando veía la película de vampiros y hombres lobo- ¿Ha visto usted a alguien que me mire?- la cajera simplemente niega. Que extraño, la verdad. Hoy hago de almorzar lasagna, a todos nos gusta y mis amigos hoy están flojos-
- No he ómo puo orrar e ídeo- las dos miramos a Mike-
- No se te entiende, Mike- él traga, y nos mira-
- Que no sé cómo pudo borrar el vídeo. Es él, Lilith, créeme. Es el vampiro y el hombre lobo que anda atemorizando a todo el pueblo que que se ha acostado contigo. ¡Es él!-
- Imposible, Mike- sí, imposible.... O no. Ya estoy muy confusa. Ginny friega los cacharros conmigo, y se acurruca con Mike en la cama que ambos comparten, suelen dormir un poco por la tarde. Pero, yo no soy de siestas, la verdad-
- Te quiero-
- Yo también, Ginny- eso me recuerda a él y a mí, a nuestro momento de unión. Fue tan especial, me encantó, volvería a repetirlo sin duda alguna. Yo en cambio salgo a dar una vuelta, pero me encuentro a Bill, y está hablando por teléfono. Parece cabreado-
- ¡No, todavía no! ¡Deja de tocarme los huevos con esa mierda, tío! ¡No puedo decirle, me odiaría, entiende! ¡Por favor, Tom, no! ¡Correría de mí, me dejaría, ya no me querría! Que el tiempo diga lo que debo hacer. Exacto, cuando yo quiera- suspira- La amo, entiéndelo- mira hacia la izquierda- Eso es, cuando yo quiera. Chao- cuelga, y mira hacia mi dirección, pero yo estoy escondida con la cabeza agachada, no veo nada ni el me ve- ¿Espiando?- el salgo que doy es de campeón olímpico- ¿Te gusta espiar o qué? O bueno. ¿Qué haces en el bosque a la hora de la siesta?-
- No duermo siesta. Y, he venido buscando a mi amigo-
- No saldrá hasta la noche, y suficientes huellas y pelos has visto ya. No hay más rastro- eso es cierto- Por cierto, ¿qué tal? ¿Te gustó tu primera noche apasionada?- ¿Cómo lo sabe?- Te lo pregunto porque dijiste que sería excitante hacerlo con un licántropo-
- Pues, fue bastante bien, me encantó. Al principio fue un poco bruto, pero luego, fue un encanto. Fue especial- él sonríe de lado, parece entenderme. ¿Cómo? Es muy raro- En fin, me iré. Tengo que cenar y asearme antes de que él venga-
- Ten cuidado. Los últimos días de luna llena siempre suelen ponerse algo más agresivos, podría hacerte daño- asiento-
- Oye, es muy tierno, achuchable y.... ¿Bill?- ha desaparecido, es demasiado raro. Voy a casa, ceno y me doy una ducha para relajarme-
- ¡Chist! ¡Chist! ¡Chiiist! ¡Deja de roncar, Mike!- sí, es que a veces Mike ronca y demasiado. No me quiero imaginar cómo lo estará pasando la pobrecita mía de malamente. Cierro la puerta de mi habitación, y al hacerlo, siento el aire gélido de la noche en mi espalda. Sí yo he cerrado la ventana también. Miro hacia atrás, y echo el seguro al ver que es él- Oh, hola. Eres tú, amor- se acerca a mí igual que yo hago, y ambos nos abrazamos- Dios mío, vienes helado. Espera- le echo la manta por los hombros, y enciendo la chimenea. Se destapa a los segundos, y me mira cuando me pongo a su lado- ¿Qué te pasa?- noto que está excitado, cosa que hace que me excite ho también. Señala la cama con la cabeza unas cuántas de veces y luego me miraba a mí de reojo- ¿Quieres hacerlo otra vez?- me deja delicadamente sobre el colchón, él se sube también y empieza a lamer mi cuello. Me abrazo a Willi acariciando su suave pelaje, él retira mi camiseta con los colmillos y el sujetador con las garras, acariciando mis brazos con sus garras suavemente. Empieza a lamer mis pechos como ayer, eso arranca gemidos en mí, haciendo que se excite más. Pero, se controla por mí, es encantador. Me termina de desnudar con sus zarpas, siempre siendo cuidadoso de no hacerme daño, y me pone como ayer cogiéndome de la cintura, volviendo a sentir ese contacto tan íntimo y amoroso. Ahora no tiene cuidado ninguno, pero eso ya no supone un problema para mí, no existe el dolor- Me encanta, Willi. No pares- le pido, pero él gruñe regañandome- Vale- aulla en bajito conforme más velocidad va cogiendo, hasta que por fin llegamos al maravilloso clímax. Se queda quieto por un momento abrazándose a mí, disfrutando de cómo mi interior encoge, disparando su amor justo en medio de mi alma. Se siente tan bien. Cojo una de sus zarpas acariciándola, y esta vez, mando yo. Me subo encima de él volviendo a unir nuestros cuerpos, se deja hacer y aulla otra vez, sólo que ahora un poquito más alto. Acaricia mi espalda de mientras, también mi cabello y cierra los ojos para disfrutarlo más, es el segundo clímax de la noche. Estamos rendidos, no podemos más, así que me bajo y me acuesto a su lado- Te amo, Willi- me lame la frente, y me abraza como suele hacer, igual que yo lo abrazo a él. Vuelve a taparme y encima me envuelve con sus brazos, son fuertes y suaves gracias al pelaje, un peluche en resumen. Él no deja de lamerme, igual que yo no dejo de besas su hocico, no me puedo resistir. Es tan mono- Descansa, mi amor- ambos nos terminamos de acomodar, y cerramos los ojos después de besarnos por última vez. Duermo como un bebé acurrucada en los brazos de mi hombre, mi hombre lobo-