Cartas para Lilith. (Bill Kaulitz)

*7*

- Buenos días, Lilith- hoy lo pillé en el jardín-
- Buenos días, Bill- sonríe, y se acerca a la puerta de la verja para abrirla-
- Perdona estás pintas, estaba quitando las malas hierbas del césped-
- Nah, da igual- sonrío-
- Mira quién quiere verte- Pumba sale de casa corriendo-
- ¡Hola, mi amorcito perruno!- me hace una fiesta en cuanto le digo eso. Mueve su pequeño rabito de manera rápida y me lame las manos cuando voy a acariciarlo- Hola, hola, soy yo. Que mono eres- lo cojo en brazos-
- Ha estado esperándote- miro al dueño- Se sentaba delante de la puerta todas las mañanas, y no se movía hasta el punto de quedarse dormido y todo. Ha creado un vínculo especial contigo- sonríe. Espera, ¿y esos dientes tan grandes? Que raro- Pasa, pasa. Aún no me tomé el café-
- Gracias- entro a su casa, cada día me parece más increíble y más grande. Es un lujo de hogar- Que casa tan linda-
- Me licencié en arquitectura- asiento- ¿Te gusta de verdad?-
- Me encanta- sonrío- Oye, quería hablar contigo- me mira-
- Ok. Pero antes, ¿café con hielo o sin hielo?-
- Con hielo, por favor- él asiente- Verás, necesito que me ayudes con una nueva cabaña para mis amigos. Van a tener un bebé y no hay sitio a penas, solamente dos habitaciones con una cocina y un baño. Por si podías hacer una nueva. Sí no te importa, claro- después de un rato callado, me mira. Otro reflejo rojo, ¿por qué?-
- Claro, sin problema- sonríe-
- ¡Gracias! Y, ¿tienes que hacer mediciones y tal?-
- Vamos para allá cuando nos terminemos los cafés- asiento. Deja a Pumba en la casa esta vez, y vamos hacia la cabaña-
- ¡Hemos llegado, chicos!- ellos dos están viendo una película en el sofá abrazados, son muy tiernos cuando están juntos. Maldita sea. ¿Qué hago mal para estar tan sola solitaria? Yo quiero que alguien me bese, y me haga el amor, y tenga detalles como ir al cine juntos... Deja de soñar ya, Lilith- Bueno, él es Bill, mi amigo como ya sabéis. Ha venido a ver qué hay que hacer para la nueva cabaña-
- Un placer- mis amigos lo saludan, él sonríe-
- Igualmente. Enhorabuena a los dos, se agranda la familia- mira a Ginny, ella sonríe- Bueno. ¿Alguien que me muestre la casa? No quisiera meterme en habitáculos prohibidos-
- No tenemos nada raro- le digo riendo. Voy siguiéndolo mirando cómo hace su trabajo, es muy guapo. Tiene una barbita muy bonita y coqueta, me gustan los hombres con barba, y tiene un cabello precioso. Me gusta, aunque sea seis años mayor que yo, me encanta su rareza. Por casualidad miro al espejo para ver cómo tengo el cabello, y me pongo pálida al ver que él no se refleja. ¡No tiene reflejo! Lo miro, está con el móvil y lo guarda a los segundos, luego me mira y mira al espejo-
- ¿Me terminas de enseñar la casa, por favor?- asiento, y lo miro una vez más, sigue sin reflejarse- Está bien, todo apuntado. Hablaré con mi jefe y ya se llevará a cabo esto- asiento-
- Gracias- me sonríe también, y se para un momento frente al espejo- ¿Por qué no te reflejas?-
- Demasiada belleza polar- nos reímos- Es cierto. Mírame, soy muy blanco- asiento- Me gusta te rías-
- Am... Gracias, supongo- se acerca más de la cuenta, como el otro día, y huele mi cuello- ¿Q...Qué haces?- comprobado. Cuándo digo que quiero que me hagan el amor no lo digo de verdad, tengo miedo aún-
- Tu cuello huele muy bien- sonríe de nuevo dejando ver todos sus dientes. Deja de hacerlo al ver que me fijo en ellos, y baja sin decir palabra. Que chico tan raro- Te invito a un café en mi casa- asiento-
- ¿A qué hora?-
- Por la tarde- y sin más, se va. Es tan peculiar-
- ¡Mike, déjame ya!- me asomo al salón- Menos mal, chica. Que pesadilla de hombre-
- Ven. Deja que os dé cariño, mi amor-
- ¡Sálvame, Lilith!- ella se esconde detrás de mí, yo río-
- De mí nunca te escapas- típico este juego entre ellos dos, son dos niños pequeños-
- ¡Ay, Mike! ¡Que estás más pegado que una lapa!- eso me hace reír- ¡Hey!-
- ¡Nos vemos ahora, Lilith!- se la lleva cogida hasta la habitación que comparten, yo no escucho nada, me haré la sorda tratando de no recibir los gemidos que salen de allí. Ay, dios, el amor está en el aire. ¿Tendré yo mi amor algún día? Me gustaría, y mucho. ¿Llegaré a perder la virginidad? Nah, los hombres se aburren conmigo. Voy de lleno contra el suelo en el amor. Qué haré si no encuentro a nadie. Bueno, sí hay alguien, y Bill es muy mono. Tal vez, sólo tal vez-

***
Bill
- Gracias por venir, Lilith. Me encanta hablar contigo- sonríe- Buenas noches-
- Buenas noches, Bill- mira a Pumba- Hasta mañana, mi amorcito perruno. Eres el único chico que me quiere, Pumba- nos reímos- Hasta mañana- me despido de ella con la mano-
- ¡Pumba! ¡Ven aquí, gordi!- lo llamo cuando veo que va tras Lilith, él me mira con carita de pena- Ven, vamos. Mañana la verás- ella ríe, y nos mira- Dile "¡Hasta mañana, mami!"- ella ríe más fuerte aún, y desaparece entre la maleza, yo suspiro. Me gusta tanto, me encanta, me muero por ella. Pumba me lame la mejilla sacándome de mis pensamientos, yo río y lo miro- ¿Te gusta para mí?- el perro ha salido listo. Se ha vuelto a encaminar por la dirección que ella ha tomado para volver a su cabaña- Mañana, tengo que bañarme y dormir que me muero de sueño. Hala, adentro- una vez entramos le pongo agua y comida, después me voy a duchar, y por último a dormir que hoy ha sido un día agotador. Me la imagino a ella, a ella y a su cuerpo bailando, moviendo las caderas estando sentada sobre mí... Creo que esta noche tendré sueños moviditos como siga imaginando cosas así. Después de mi ducha me seco el cabello, y justo mi móvil suena- ¿Sí?- sonrío al escuchar a Gustav- Oh, sí. Te he mandado las medidas y todo por mensaje, lo tiene todo. ¿Mañana?- asiento- Genial. Pues, ya está. Hasta mañana, descansa. Chao- cuelgo. Él es mi jefe, se metió en lo de arquitectura conmigo y acabamos trabajando juntos. Es muy simpático y buena persona. Me voy a la cama, pero no puedo evitar pensar el ella. Sé que dije lo del odio a los humanos, que vengaría la muerte de mi familia. Pero, ella me ha demostrado que no todos los humanos son igual de malos. Porque ella es encantadora y muy dulce, me encanta mi niña fresa-

***(Al día siguiente)***
- Adiós, casa- me río por el comentario de Ginny. Bill ha llegado muy temprano con su cuadrilla, y enseguida han empezado a trabajar, increíble. Nosotros ayudamos en lo que podemos, menos Ginny, que ya está de casi cinco meses y no puede levantar peso ni hacer esfuerzos. Al mediodía preparo sándwiches para almorzar. Les dije de hacer comida, pero ellos me dijeron que con sándwiches iba bien-
- Ahora vengo- Bill se va, eso sí. ¿Que le pasará? Es tan raro. Cuando todos terminan de comer él llega, y se limpia la boca con el dorso de la mano, que se mancha con algún líquido rojo. ¿Se habrá mordido el labio? Puede ser, a veces me pasa. Pobre. Seguimos trabajando duro hasta la noche- Esto va genial. En una semana o semana y algo estará listo, chicos- nos mira sonriendo- ¿Contentos?-
- Por fin un cuarto donde pueda quedarse- Mike mira a su novia sonriendo, ella también sonríe-
- Que bonito- miro a Bill- ¿Dónde os vais a quedar a dormir?-
- Un hotel- responde Ginny- Que por cierto, nos vamos ya-
- Vale- me despido de ellos, y suspiro pensando dónde dormir esta noche-
- Podrías quedarte en mi casa- miro a mi amigo- Pumba te echa de menos, Lilith- nos reímos- ¿Sí?-
- Está bien- después de despedirnos y de coger mi ropa, vamos a su casa. Mientras él prepara mi habitación yo juego con Pumba, quien se deja acariciar y mueve la pata trasera cuando rasco su tripa rosadita y suave, es un peluche-
- Ya tienes tu habitación lista- ¿Ya? Qué rapidez-
- ¿Cómo puedes hacerlo tan rápido?- sonríe-
- Estoy acostumbrado. Vivo sólo, y siempre quiero que haya orden y limpieza en mi casa, más el trabajo. Así que todo lo hago de bulla y corriendo- asiento. El invita a unas pizzas riquísimas, y me da la bienvenida a mi habitación después de ducharme y lavarme los dientes-
- Preciosa- sonrío- Me encanta. Gracias-
- De nada. Buenas noches, descansa. No vaya a venir el vampiro y te hinque el diente- se ríe, y sale de mi habitación. Cuándo parece dormirse todo está en silencio, pero algo me asusta, me acarician la mejilla de nuevo y lo noto perfectamente. Esa piel helada corta la piel si pudiera- Tranquila, mi amor. Duerme bien, no sería capaz de dañarte jamás, jamás. No lo he hecho en estos mil quinientos siglos lo voy a hacer ahora. Te amo, buenas noches. Libras saber la verdad muy, muy pronto- me giro, pero no hay nadie. Te estás volviendo loca, Lilith. Con el caso del hombre lobo y del vampiro.... ¡Loca del todo!-