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yeri esperó a que el chico despertara, estudiando con el hasta que horas después volvió a escuchar pasar al hombre por el pasillo, sacó su celular de nuevo para hacerles saber a los demás que probablemente renjun ya había regresado a la casa y que podrían ayudarlos a escapar de ahí.

– ¿quien está ahí afuera? – preguntó la muchacha casi esperando que ese chico le dijera la verdad así no tendría que hacerle daño.

– seguro es papá yendo a su cuarto. – el trató de cambiar el tema rápidamente escuchando que la chica suspiraba levantándose de su cama leyendo en su celular qué tao ya estaba afuera.

– lo siento mucho, jaehyuk. – yeri susurró y lo estiró del brazo poniendo una mano en su espalda empujándolo hacia la pared provocándole un fuerte golpe en la cabeza que lo desmayó.

salió del cuarto en silencio trabándolo con la llave y buscando algo para golpear al hombre, bajó hasta la cocina agarrando desde la nevera una pesada botella de sidra que podría lastimarlo, se escondió en las escaleras viéndolo caminar por la sala y corrió hacia el golpeando su cabeza con tanta fuerza para lograr romper la botella salpicando el líquido por todas partes llegando a sonreír victoriosa por ver que perdió la conciencia tirado en el piso. la puerta se escuchó y se apuró a abrir pensando que se encontraría con su novio y los chicos más dió pasos hacia atrás al ver que entraba la madre de su novio cargando una bolsa y un arma en su mano.

– ¿en serio creían que sería tan fácil? – ella soltó una risita y golpeó la cabeza de la muchacha con el arma tirándola al piso golpeándola hasta que se desmayase yendo hacia el hombre para intentar despertarlo.

poco antes de todo eso, el señor regresó a renjun al cuarto bastante más tranquilo después de haber estado tan enfermo, abrazándose a su novio por el miedo que tuvo de morir en el hospital cuando llegó y le conectaron tantas cosas, obviamente que el señor había ocasionado sospechas por verse tan apurado en sacarlo de ahí. yeji lo ayudó a cambiar sus ropas y sonrió por verlo bien, comentándole que alguien vendría a ayudarlos pronto.

tao se acercó a la entrada de la casa mirando hacia adentro debido a que su madre dejó la puerta abierta, alarmándose por notar el rubio cabello de su novia en el piso con manchas rojas de sangre que salían de su cabeza. se apuró a entrar y vió a su madre sacudiendo al señor gritándole esperando a que se despertara y pudiera curarse la herida que ocasionó el golpe de la botella.

– muévete un paso más y mataré a tu princesita. – su madre lo amenazó apuntando con la pistola a su novia en el suelo. – sal de aquí ahora, vete huang zitao.

– ¿cómo te atreves a decir mi nombre, maldita perra? – el dió pasos hacia adelante logrando que ella dejara de apuntar hacia yeri y llevara la pistola hacia el.

– ¿cómo te atreves tú a tratar así a tu madre? – la madre golpeó el rostro de su hijo con una cachetada antes de volver a apuntarle girando y dándole la espalda a la puerta por los pasos que el alto daba a su alrededor.

– tu no eres mi madre, sólo eres una maldita prostituta asesina. – el trató de no gritarle para no recibir un disparo en el medio del rostro pero aún así queriendo hacerle enojar en lo que yeri recuperaba la conciencia.

y mientras más enojo crecía en el pecho de la mujer, yeri se empezaba a despertar dándose cuenta de que su novio le estaba haciendo tiempo para que fuera a sacar a los chicos. subió sigilosamente las escaleras sintiéndose más mareada que nunca por los golpes que recibió, apurándose al ático antes de volver a desmayarse, abrió la puerta como pudo y los cuatro chicos levantaron la mirada hasta ahí levantándose pronto y saliendo del cuarto. yeji notó que la chica sangraba y la ayudó a caminar apresurándose a las escaleras sintiendo que pronto estarían en la calle y que tendrían ayuda, solo quería que su novia y los chicos estuvieran bien que ambas pudieran ir a ver a sus padres y que jaemin y renjun fueran felices y sanos fuera de ahí.

sin embargo..no todo se puede.

CITY OF STARS. |RenMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora