CITY OF STARS. |RenMin|

10.

– mi madre es una adicta. – jaemin habló despacio acercando más a renjun hacia su cuerpo apretándolo despacio para sentirse seguro. – desde que era niño ella me drogó para que no la molestara y sufrí desnutrición por demasiado tiempo hasta que mi padre regresó del extranjero y se enteró de todo lo que había pasado, solo que..yo ya tenía dieciséis para ese entonces, ya había pasado demasiado tiempo en peligro con mi madre y ahora cada que veo agujas entro en pánico.

todos escucharon en silencio, sin poder imaginarse todo lo que na jaemin tuvo que vivir por tanto tiempo con su peligrosa madre. renjun quería llorar aún más de solo pensar en eso, teniendo muchos recuerdos de todas las cosas que el y sus hermanos habían sufrido viviendo en china antes de escaparse.

– mi madre mató a mi hermanita asfixiándola, nos amenazó para que culpáramos a nuestro padre y el se mató por no aguantar toda la presión de nuestras mentiras, desde que escapamos de casa no sé nada de mi hermano mayor, es probable que ni siquiera esté vivo para que nos volvamos a ver. – suspiró renjun entrelazando sus dedos con los de jaemin al dejar de abrazarse, tenían esa necesidad de estar literalmente pegados en ese momento.

– nunca conocí a mis padres. – empezó el joven park jisung luego de otra vez una largo silencio en donde solo estaban recalculando toda la triste información que recibían. – el año pasado..me dijeron que ya no me darían hogar en el orfanato porque ya cumplí la mayoría de edad y nunca nadie me quiso adoptar, trabajo para pagar mi lugar aquí y también la universidad..lamento mucho todo lo que han tenido que sufrir, por favor confíen en que nadie les hará daño aquí, hay que cuidarnos entre nosotros.

– tienes razón, jisungie, tenemos que cuidarnos entre nosotros aunque debamos de esconderlo para no terminar fuera de aquí. – hyuck apoyó y sonrió con pena preparándose para dejar salir su dolor también recibiendo la atención de todos. – también estuve en un orfanato desde los nueve años, mis padres fallecieron en una accidente de tránsito y nadie me adoptó hasta que cumplí quince y un señor quiso llevarme a su hogar, tenía una esposa que siempre fue muy amable conmigo y hasta me paga la universidad hoy día pero el..desde el primer día atentó contra mi forma de ser, todos los días me obligaba a ser su sirviente y me repetía sin parar que todo en mi estaba mal..siento que no es nada comparado a todo lo que ustedes han pasado pero realmente me dejó un fuerte golpe en el pecho.

mark sorprendió a todos poniéndose a llorar en donde estaba sentado, estaba más que triste por haber crecido en el ambiente más sano de todos con una familia maravillosa mientras al mismo tiempo esos chicos sufrían en lugares donde no merecían estar. renjun frunció el ceño y se levantó de su cama acercándose al mayor entre todos dándole un cálido abrazo al que el canadiense se aferró acariciando con cariño su espalda y su cabello, todos terminaron uniéndose al abrazo disfrutándolo por cómodos minutos en los que todos se sintieron apoyados.

antes de que pudieran verlo llorando jaemin se alejó y fue a preparar el almuerzo, con mucha más confianza que antes todos se dispersaron por el hogar a hacer sus cosas sintiendo mil millones de cosas diferentes en sus interiores al mismo tiempo.

– ¿quieres estar con el? – jeno le preguntó a jaemin observándolo cocinar.

– no lo sé, es obvio que me gusta pero no sé si yo le gusto a él o si lo mejor que podemos hacer es ser novios o algo así. – jaemin explicó y llamó a jisung para pedirle que ayudara con la mesa.

– se ven bien juntos y merecen ser realmente felices, ¿qué mejor que con un buen y sano amor? – jeno alentó y sonrió con levedad levantándose para ayudar a jisung.

– ya no hagamos que hyuck lave los platos..ya tuvo suficiente de eso. – mark murmuró desde la sala y sin titubear todos aceptaron aquello y jeno se ofreció a tomar ese lugar y ese trabajo mientras todos almorzaban.

– jaemin-ah..– renjun susurró entrando al cuarto del chico en la noche, llovía con fuerza y no podía ver el bonito cielo por el tragaluz. – ¿podemos hablar un momento?