1. Un anochecer

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Siempre que estás en tu gran momento de felicidad parece todo un sueño, todo es tan perfecto.

Pero los sueños no son reales, llega el momento de despertar y darte cuenta de la falsa ilusión que yace en tu mente, y de la cruda realidad en la que vives: el aquí y el ahora.

-«Y bien...¿Qué harás esta noche?» 

Esa pregunta lo despertó, esa voz tan familiar. Talvez aún seguía soñando. ¿Acaso era...?

Un sonido interrumpió sus pensamientos.

<Hola papá, te esperamos abajo para desayunar. No tardes>

Era un mensaje de su hija Mavis.
   -«Creo que aun no despierto bien. ¿En que estaba?». Pensó a si mismo. Se sentó en su ataúd y, aunque no podía dejar de ignorar la voz de sus sueños; siempre habían sido tan raros y a veces aterradores, que mejor era olvidarlos. Pero se sentía tan bien estar en ese sueño, tan tranquilo, tan...familiar.

Se giró a ver la hora y frunció el ceño.

   -¿¡Qué!? ¿Tan tarde es? ¡Pero si me acabo de despertar!- Con tan solo un simple gesto, ya estaba vestido con su atuendo de siempre, pero al ponerse su capa, algo dorado cayó y causo un ruido metálico que resonó en todo el cuarto con cada rebote que daba. 

   -Oh no- Vaciló un momento.- Ya que, ya es tarde, muy tarde. Luego lo busco.

Se dirigió al elevador, pero antes de que se cerrara, Johnny cruzo su brazo en la puerta para que no se cerrara.

   -¡Hey Drac espera!-

   -Ah Johnny, buenas noches, ¿tarde también?-

   -Jeje algo, pero no es para tanto. ¿y que hay de ti viejo?-

   -Aaa... Solo estaba ordenando y viendo un par de cosas antes de bajar, pero perdí la noción del tiempo-

Bajaron al Lobby del hotel; no había nadie en recepción, todo estaba muy tranquilo, salvo por una persona humana que iba llegando.

   -Adelántate Johnny, yo lo atiendo. Dile a Mavis que no tardaré- Se despidió de Johnny y dio media vuelta para encontrarse con un joven vestido con un saco negro, parecía algo distraído y pálido; empezaba a dudar de que fuera un humano.

   -Hola mi amigo, bienvenido a Hotel Transilvania, ¿viene a registrarse o ya tiene una reservación?- Dijo Drácula, siendo amable como siempre con sus huéspedes. 

  -Oh, e-em, gracias señor, en realidad ya tengo una reservación, e-es solo que no vi a nadie en recepción y creí que talvez no había servicio o algo así-. Dijo algo temeroso el muchacho.

   -Tranquilo, claro que hay servicio, solo que aun no se porque mis empleados no están en sus lugares; no se preocupe, le entregaré la llave de su habitación y podrá irse a descansar en paz-.¿Cuál es su nombre?

   -"Adamski, soy Jack Adamski"-dijo el joven finalmente con toda seguridad al decir su nombre.

  - Bien, le entrego su llave a la habitación 221; espero que sea de su agrado señor Adamski-. Añadió Drácula, mientras escribía en la agenda del hotel y entregaba la llave a su nuevo huésped. 
  
   - Muchas gracias, señor...?-

Hotel Transylvania - We'll Meet AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora