Hotel Transylvania - We'll Meet Again

15. Un brindis por mi muerte (parte 1)

"...Y yo siempre te amaré..."

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«...O hasta que mis errores me maten.

Quería tener la felicidad de vuelta en mis manos, pero nunca tuve planeado que ya no me pertenecía.

Exigí demás a pesar de ya tener lo necesario, aunque no fuese lo que yo quería.

Y es por eso que dicen que no tengo corazón. Comienzo a creer que solo finjo tener uno.

Pero que gran tonto fui.»

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- ¿Es que acaso el día se está burlando de mi?- Erika dijo a la nada con un temblor en sus labios, tratando de guardar compostura a pesar de sentirse consternada por los eventos recientes.

- "Hoy es un hermoso día soleado".- comentó el joven detrás de ella, todo lo contrario a sus emociones que se presentaban.- Y nada mejor que acompañarlo con música y un buen licor ¿No crees?

Thomas puso un disco de vinilo en el viejo aparato sobre el escritorio, y al momento en que la aguja tocó el disco y giró, la melodía se manifestó.

- ¿Frank Sinatra? ¿Enserio?

Su compañero se encogió de hombros con una tonta sonrisa en la cara; bailando por el lugar como si fuera el vals de los fantasmas.

- Querida Ericka, me parece que nuestra invitada debería acompañarnos.- se detuvo en su danza extendiendo su mano a cierta dirección para luego irse a un rincón más alejado buscando una botella de alcohol.

La humana se limitó a mirarlo con incomodidad por su tranquilidad en un momento tenso para ella. Aunque sabía que tenía razón, debía despertar a Martha.

Se acercó a la silla donde estaba la vampiresa; dormida pacíficamente con las marcas de disparos recientes y con sangre teñida en su piel, sujeta con cadenas plateadas en manos y pies.
Estaba preparada para darle un ligero empujón en el hombro para despertarla, pero antes de siquiera tocarla, gimió adormilada y se movió ligeramente y, al instante en que se movió en su lugar, su piel que estaba en contacto con la plata se enrojeció y dejó escapar un "tsss".

Ericka se apartó cuando la mujer frente a ella levantó la cabeza para mirarla.
Esperaba una reacción violenta de parte de Martha, pero ésta solo la observó detenidamente.

Ericka estaba lista con una mano detrás de la espalda para tomar una estaca de su cinturón y clavarla en el pecho del monstruo.
Pero tenía preguntas que hacer antes de acabar con ella.

- ¿Vas a hablar o yo tengo que hacer las preguntas?- la humana sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando habló lo que había en sus pensamientos.

No dijo nada, solo la miró con desconfianza y en posición.

-¿O es que ya vas a matarme?- dijo sin ningún cambio en su voz o su mirada inhumana. Era algo que confundía a Ericka, no podía leer su lenguaje corporal pues...¡No mostraba ninguno! No tenía idea de si la atacaría, le hablaría o simplemente no haría nada.

- Aún no.- respondió a la pregunta de la vampira.- Sin embargo necesito tu total sinceridad si es que eres capaz de tenerla.

En una señal de que continuara, la dama de negro levantó ambas cejas esperando su interrogatorio con mínimo interés.

La cazadora se aclaró la garganta antes de hablar.
- Esas cadenas te atravesaran la carne y los huesos en un par de horas, así que te sugiero que cooperes para darme la información que necesito.
Dime quién eres.