Epílogo

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La época invernal japonesa dio por finalizada rápidamente. En ello, transcurrió enero y se llevaron a cabo festejos que conmemoraban nacimientos importantes.

Ciertamente han sido días carentes de melancolía, inclusive se dio la oportunidad de que los empleados pudieran librarse del compromiso laboral: esto se debe a que los crímenes han sido lo suficientemente menores para entregárselos a la policía. La navidad fue tranquila.

Sería chistoso que la Port Mafia también festejara estas frías fechas.

Por otro lado, a inicios de diciembre Ranpo fue regañado y maltratado por la doctora de la agencia, todo debido a una simple razón: olvidó su cumpleaños e ideó un plan –que falló, por cierto– para camuflar a último momento su despiste.

Aprendió algo muy valioso con esos palazos: las etiquetas de eventos en el calendario cumplen una función crucial y hay que utilizarlas.

Volviendo al presente, a día de hoy, abril ha tocado cada puerta del mundo teniendo de predecesor a marzo, los meses que anunciaron el fin de la temporada de invierno.

(...)

¡Buen trabajo! ─Exclamó el menor, refiriéndose a la nueva novela de misterio en la que Poe estuvo dedicando su recién concedido tiempo libre. Y es que durante las fechas pasadas no tuvo la oportunidad de escribir tanto, por ello su entrega se atrasó, hecho que se debía a Ranpo pues lo sacó de la casa todos los días para tener citas.

No obstante, Edgar se sintió animado. Nunca le hizo tan feliz estar fuera de lo que consideraba un lugar solitario pero seguro.

Ante aquel comentario positivo, el mayor sonrió esbozando una genuina alegría. Recibir reconocimiento por su dedicación empleada en una tarea, especialmente viniendo del contrario, le motivaba.

Gracias, Ranpo-kun... Trabajé arduamente. ─Él añadió, lo que hizo perdurar la sonrisa del detective.

¡Poe-kun siempre trabaja arduamente! ─Exclamó, contentado─. ¡Pero no vinimos a Mitsuike Koen para leer novelas, vamos a hacer un recorrido! ─Dicho aquello, Edogawa tomó de la mano a su pareja para literalmente obligarlo a ponerse de pie.

La primavera he hecho aparición en Japón y con ella se recibió la explosión rosácea del florecer de los cerezos, que lentamente se expande por el país entero. Este año el hanami, la tradición japonesa de "admirar las crecientes flores", anunció su llegada a Yokohama el diez de marzo.

Antes de irse para disfrutar del festival, Ranpo le hizo una seña a Akiko, quien se encontraba a la cercanía en su propio sitio escogido para ver los cerezos, el cual compartía con Kyouka, Naomi y Haruno.

¡Yosano-san, protege mi canasta de golosinas! ─La nombrada simplemente asintió con cierto aire desinteresado, a decir verdad no iba a revisar nada. Rio para sí misma.

 Rio para sí misma

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