Vigilado por mi Ex otra vez

Capítulo 7: Tu retribución soy yo (Parte1)

Después de que Yang Jiali se despertó, cayó en la contemplación del espejo.

Se miró los labios rojos, sintiéndose decepcionado.

Beber fue un error, beber demasiado fue un error.

De hecho, incluso beso a Ye Ting, qué jodida mierda.

Siempre habia sabido que una vez que se emborrachaba, era un idiota impactante que podía hacer que los literatos y las penas lo conozcan.

Por ejemplo, en su tercer año, él y sus amigos bebieron y regresaron al dormitorio. No sabían que hacer, por lo que consideraron al galgo de la planta baja en el dormitorio como Ye Ting. El perro fue agarrado y postrado en forma de adorar a una pareja de esposo y esposa.

Después de que Ye Ting se enteró de esto, Ye Ting, que siempre se mostró reacio a abofetear a Yang Jiali con una cara fría, lo ignoró durante dos días ... Por supuesto, también estaba el perro que paso por este edificio de dormitorios con la cola entrelazada, por temor a que vuelva a ser postrado.

Yang Jiali se secó la boca con un pañuelo húmedo, sintiendo un poco de amargura en el corazón.

Sabiendo que podria a tener una convulsión cuando estuviera borracho, todavía no podía contenerlo, principalmente porque se sentía incómodo.

Pensó en su antiguo amigo que rompió porque siempre estaba siendo engañando y criaba a un joven amante. Al final, el hombre infiel era tan rico, que fue ascendido con éxito por el simple hecho de comer, y no tenía ninguna intención de hacerlo. Xiao Qing'er lo contrató a un alto precio para hacer servicios de masajes en el lugar, donde era ridiculizado y humillado en secreto. Fue allí una vez, y cuando regresó, regañó a su predecesor y a ese pequeño amante con Yang Jiali durante más de medio mes.

Yang Jiali no sintió nada antes, pero ahora, pareció entender el tipo de situación agraviada en el que estaba.

Después de luchar por ponerse de buen humor, Yang Jiali salió de la casa.

Fue al centro comercial de lujo más próspero cercano.

Incómodo, ya que Ye Ting había hablado, para pedir comida, tuvo que morder la bala y elegir regalos.

Yang Jiali habia estado visitando el centro comercial durante tres días, eligiendo los regalos con cuidado, como arrancar patas de cerdo, muy meticulosamente.

Después de elegir el regalo, Yang Jiali tomó la caja de regalo y fue a la compañía de Ye Ting.

Ye Ting estaba escribiendo los primeros documentos en la oficina. Sin mirar a Yang Jiali, dijo con frialdad: "Siéntate".

Yang Jiali se sentó en el pequeño sofá.

Despues de esperar mucho tiempo y no haber visto un movimiento de Ye Ting, Yang Jiali estaba inquieto, no pudo evitar decir: "¿Porque no pongo el regalo aquí?, todavía tengo algo que hacer, lo haré ... "

Ye Ting finalmente levantó la cabeza. Con ojos oscuros y profundos como un lago: "Siéntate. Cuando Xiao Xia venga, quiero que lo vea en persona".

Yang Jiali frunció los labios y respondió con tono aburrido.

No mucho después, la secretaria entró para anunciar: "Sr. Ye, el joven maestro Xia está aquí".

Ye Ting dejó su bolígrafo de una vez, y sus ojos sonrieron instantáneamente y su voz fue más suave: "Rápido, déjelo pasar".

La secretaria asintió. Se dio la vuelta para invitar a alguien.

Ye Ting de repente la detuvo de nuevo y dijo: "Ve por dos tazas más de leche y sagú, y recuerda agregar más miel".

Yang Jiali, que había estado sentado a un lado, su corazon latió incontrolablemente.

Cuando estaba en la universidad, su postre favorito era la leche de sagú.

Él era adicto a la dulzura, por lo que a menudo tomaba el gabinete de Ye Ting para tomar su miel y mezclarla en una taza de fragancia fuerte.

Cuando la clase estaba a punto de terminar, se sentaba en el asiento trasero de la bicicleta de Ye Ting, y Ye Ting conducía tranquilamente por la avenida willow-yin de la escuela.

En ese momento, cuando levanto la cabeza, el cielo estaba azul, el viento era cálido y los días eran demasiado lentos. Escuché el gorgoteo de pequeños peces en el lago artificial de la escuela, y el mimbre verde se balanceó suavemente, como si fuera ambiguo para el amante. Él podía beber la dulce leche de sagú tan pronto como baje la cabeza, y podrá apoyarse en la espalda más sólida y erguida de Ye Ting mientras inclina la cabeza.

Yang Jiali se ganó el recuerdo, y cuando volvió a levantar la cabeza, Ye Ting ya había caminado hacia la puerta rápidamente y personalmente eligió a Xiao Xia.

La piel de Xiao Xia estaba pálida con sus ojos oscuros y brillantes. Llevaba un pañuelo blanco grisáceo, y su ropa por todo el cuerpo era extraordinariamente cara y de buen gusto, como si hubiera una capa de luz, y sabía que él era el que estaba sumergido en la azucarera y estaba estropeado.

Yang Jiali miró sus jeans pálidos y descoloridos, y los cubrió en silencio con sus manos.

Ye Ting llevó a Xiao Xia y se sentó en el sofá frente a Yang Jiali.

Xiao Xia se desató la bufanda y la tiró a un lado. 

Capítulo 7: Tu retribución soy yo (Parte1) (2/2)

Su rostro estaba rojo de frío: "Hermano Ting, ¿por qué me buscabas con tanta prisa?".

Ye Ting sonrió, tomó dos tazas de sagú de la secretaria, puso una frente a él y le entregó una a Xiao Xia: "Tu favorito".

La expresión de Xiao Xia quedo atónita, e inmediatamente recuperó su sonrisa: "Es muy fragante".

La secretaria que estaba a un lado miró a Yang Jiali, quien fue tratado con frialdad en el lado opuesto, no pudo soportarlo y dijo: "Este caballero, le sirvo una taza de café o ..."

Justo cuando Yang Jiali abrió la boca, Ye Ting ni siquiera lo miró y dijo con indiferencia: "No es necesario dárselo".  

Yang Jiali se puso rígido, frotándose las rodillas con ambas manos con torpeza. Y dijo con una fuerte sonrisa: "Está bien, no tengo sed, gracias, muchas gracias ". 

Después de que Xiao Xia terminó lentamente la taza de sagú, Ye Ting le dijo a él: "Te hice venir, porque hay una sorpresa para ti."

"¿Sorpresa? "

Ye Ting volvió la cabeza, y  todavía era amable en ese momento. Cuando miró a Yang Jiali, sus ojos se volvieron indiferentes y alienados: "Saca las cosas".

Yang Jiali agarró su vieja mochila y sacó un regalo bellamente empaquetado.

Estaba a punto de abrir la bolsa de regalo, Ye Ting dijo disgustado: "¿Dije que lo abrieras?"

Yang Jiali se detuvo, tocó su nariz, y se rió con sequedad: "Así es, no es para mí.".

Entregó la bolsa de regalo para Xiao Xia: "Es mejor abrirla".

Xiao Xia miró la bolsa de regalo un poco aburrido, Ye Ting le explicó pacientemente: "Después de un tiempo, será tu ceremonia de graduación. Te doy un regalo por adelantado y te deseo una feliz graduación. Míralo ver si te gusta o no ".

Xiao Xia arqueó las cejas y soltó un largo "ah" antes de abrir la caja de regalo con cuidado.

La caja de regalo contenía un reloj con una esfera de oro oscuro y un brazalete de color negro brillante. La mano de obra era extremadamente fina y pulida.

Ye Ting miró este reloj, le hizo cosquillas en la comisura de la boca y le preguntó cálidamente a Xiao Xia: "¿Qué piensas?".

Xiao Xia tocó el brazalete con el dedo, levantó la cabeza y se topó con los ojos profundos de Ye Ting.

La sonrisa de Ye Ting no cambió, y la dulzura de sus palabras parecía tener un significado profundo desconocido: "Dime, ¿te gusta?"

La expresión de Xiao Xia dudó por un momento.

Miró en silencio a Yang Jiali, luego miró este reloj extremadamente caro, frunciendo el ceño entre sus cejas: "No muy bien ".  

Cuando Yang Jiali escuchó esto, su rostro palideció: "No ... ¿no muy bien? He elegido este durante mucho tiempo. Es el más lujoso, de renombre, de buena mano de obra, y ... "

Antes de que pudiera terminar sus palabras, Xiao Xia se encogió de hombros y lo interrumpió: "No me gusta este estilo ".

Xiao Xia tiro el reloj sobre la mesa de café con indiferencia, recogió la bufanda, como si estuviera un poco enojado: "No quiero este reloj, iré abajo para comer".

Yang Jiali miró su espalda con una cara de asombro.

Realmente puso todo su esfuerzo en elegir un modelo así después de tres días.

Inesperadamente, la gente ni siquiera lo mira y lo desprecia

Esto, esto ... Ni la emperatriz viuda Cixi era tan difícil de servir.

Después de que Xiao Xia se fue, Ye Ting se apoyó en el respaldo del sofá.

Cruzó las piernas, miró a Yang Jiali y dijo con desprecio: "¡Yang Jiali, esto es lo que hiciste!"