Vigilado por mi Ex otra vez

Capítulo 88: Dos perros

"Soy amigo de él y no tengo nada que ver con él."

La voz de Yang Jiali se hundió.

Ye Ting se sintió un poco aliviado cuando escuchó lo que dijo Yang Jiali.

Pero aún así insistió, y luego preguntó: "¿Qué pasa con él, garantizas que no tiene otros pensamientos sobre ti?".

La respiración de Yang Jiali fue entrecortada durante mucho tiempo antes de apretar la voz, manteniendo su voz lo más calmada posible, y decir: "Ye Ting, ¿tienes la intención de seguir con este asunto hasta el final y venir a pelear conmigo hoy?"

Ye Ting hizo una pausa, suavizó su voz y dijo suavemente: "Cariño, sólo quiero que vuelvas".

Yang Jiali no dijo nada, y después de un largo rato, Ye Ting le oyó colgar el teléfono suavemente.

Ye Ting guardó su teléfono y se sentó en su escritorio, mirando la profunda y fría bóveda nocturna y las espesas y negras nubes bajas, con un fuego ardiendo en su pecho.

Cada vez que pensaba en Yang Jiali y Liu Xun caminando juntos, en Liu Xun, un rostro repugnante, atreviéndose a estar tan cerca de Yang Jiali, atreviéndose a poner su mano en el hombro de Yang Jiali, mientras él sólo podía mirar desde las sombras por el momento, rechinando los dientes, sentía que su corazón era apretado fuertemente por una mano, adolorido y agitado.

Después de contenerse durante mucho tiempo, Ye Ting volvió a sacar su teléfono móvil, llamó a Xiao Ye, se vistió y salió.

Una vez que entraron en el palco, Ye Ting no dijo nada, su rostro era frío como la escarcha, pidió al camarero que sirviera el vino, cogió la botella y se la sirvió en la boca, su expresión era dura y fría.

Xiao Ye bebió con él durante un rato, no pudo soportarlo más y se dedicó a impedir que la mano de Ye Ting llevara el vino.

"Ye Ting no, no, está bien, está bien", Xiao Ye bajó la botella y suspiró, "No tienes que beber tanto aunque quieras, es extraño, ¿Cuál es la emoción hoy?".

Ye Ting tenía una pizca de embriaguez en sus ojos, y esos ojos eran oscuros y fríos, como un lobo acostumbrado a esconderse en las profundidades de la selva con sed de sangre.

Agarró el brazo de Xiao Ye y preguntó con voz ronca: "¿Qué hace falta para que me crea?"

"¿Quién quieres que te crea, Yang Jiali?"

Ye Ting resopló con alcohol en la boca, se precipitó a la cabeza con alcohol y se confundió: "... Había una vez una oveja blanca y tierna que me sonrió cuando me vio por primera vez, y trató de correr de mí; pero, por desgracia, me resentí demasiado en ese entonces y quise vengarme de ella y hacerla sufrir bien, y atraparla de nuevo y que cuando aprenda a ser blando, lo volveré a tratar bien".

Xiao Ye le dio una palmada en el hombro a Ye Ting y dijo con alivio: "Lo hecho, hecho esta, todo ha terminado".

Ye Ting seguía hablando consigo mismo: "Ahora lo estoy entendiendo poco a poco, pero cuando me volví, ya me tenía miedo, decidió que era un lobo feroz que se lo comería y salió corriendo. Pero quiero que sepa que ya no estoy resentido con él, que no quiero vengarme, que quiero volver a estar como antes, que quiero que deje de tenerme miedo."

Ye Ting bajó la cabeza y preguntó de repente con cierta confusión: "Xiao Ye, dime, ¿Cómo hago para que me crea? ¿Qué tengo que hacer ... para que supere la sombra psicológica que le he dejado?"

Xiao Ye era una persona que no era capaz de llevar a cabo la chispa de sus sentimientos.

Se rasco la cabeza, tenía la lengua torpe y no sabía qué decir. Durante mucho tiempo, solo sofocó la frase: "El barco se hundirá naturalmente ... cuando llegue al puente, así que no lo pienses demasiado".

Ye Ting miró un rato el hueco de la esquina, sin poder resistirse al vino, y cerró los ojos.

Xiao Ye pidió al camarero que limpiara el desorden de la caja y llevó a Ye Ting medio borracho y medio despierto, a la planta baja del club.

Poco después de esperar, un auto deportivo negro se detuvo frente a él.

Xiao Ye abrió la puerta del auto, puso a Ye Ting boca arriba en el asiento trasero y finalmente soltó un suspiro de alivio.

Ye Ting abrió los ojos aturdido y miró en dirección al asiento del conductor, al ver que la persona que conducía era la joven estrella llamada Fu Zhouming que siempre andaba con Xiao Ye durante este periodo de tiempo, no pudo evitar fruncir el ceño: "¿Por qué es esta codorniz imbatible otra vez?"

La sonrisa de Fu Zhouming se congeló en la esquina de su boca.

Xiao Ye sacudió la cabeza, se subió al asiento del copiloto, se abrochó el cinturón y le dijo a Fu Zhouming: "Conduce". 

<<NT: Ustedes creen que el perro loco de Ye Ting verdaderamente esta arrepentido de sus acciones? porque yo si :v>>

Capítulo 88: Dos perros (2/2)

El coche arrancó con fuerza y se adentró en la noche.

Ye Ting estaba tumbado en el asiento trasero y oyó un murmullo de voces delante de él.

Oyó a Fu Zhouming curiosear a Xiao Ye: "¿Está el Sr Ye sufriendo por amor?"

Xiao Ye estaba harto de este tipo de fisgoneo, sobre todo cuando intentaba entrometerse en la vida privada de su mejor amigo, así que le contestó con dureza: "No preguntes lo que no debes preguntar".

Fu Zhouming parecía estar un poco avergonzado y se quedó en silencio durante mucho tiempo antes de forzar dos sonrisas y decir que lo sabía.

El ambiente en el coche se estancó durante un rato, y Fu Zhouming volvió a romper el silencio, sonriendo como si no hubiera pasado nada. "Entonces, lo que Xiao me prometió la última vez sigue contando, ¿no?".

Xiao Ye miró por la ventana, "¿De que hablas?".

"Una película", dijo Fu Zhouming con una sonrisa inalterable, "A finales de mes se estrenará una película en la que participo. Señor Xiao, la última vez me prometió que me acompañaría a verlo, así que no puede faltar a su palabra".

Xiao Ye arrugó el ceño y estaba a punto de hablar cuando su teléfono vibró.

La pantalla se iluminó con el mensaje de WeChat que Zhao Xianghai le había enviado un segundo antes.

Xiao Ye abrió el WeChat y leyó el contenido, de nuevo diciéndole que volviera a casa pronto después de estar ocupado, que bebiera menos y que estuviera seguro en la carretera y otras palabras molestas.

Xiao Ye devolvió un "ummm" y apagó la pantalla.

Fu Zhouming no escuchó la respuesta de Xiao Ye y volvió a llamar en voz baja: "¿Sr. Xiao?"

Xiao Ye miró por la ventanilla del coche el paisaje que fluye durante mucho tiempo, y regresó hosco, "Lo tengo".