Humano

Pesadilla

Las sábanas de seda de un peculiar tono violeta estaban echadas a un lado, la habitación estaba tenuemente iluminada por una lámpara que se encontraba en una mesa de noche junto a la cama. El aire era fresco y aún así habían dos cuerpos sudados en una danza sexual, una lengua húmeda y tibia se introducía en la boca de la otra. El único sonido que escapada de la habitación eran gemidos, algunos ahogados y otros tan fuertes que resonaban entre las cuatro paredes del lugar, las manos, ávidas de deseo recorrieron las caderas blancas de Lena y la sujetaron fuerte en ese espacio, para atraerla al cuerpo de Alex, un movimiento rítmico comenzó, un suave vaivén y choque de pelvis había encendido un frenesí en Lena quien comenzó a besar con más furia a Alex, mordiendo, haciéndola gemir de dolor y placer. Usando la fuerza de ambos brazos Lena posicionó a Alex debajo de ella, sujetó sus brazos sobre su cabeza y siguió besando, por su parte Alexandra gemía y levantaba sus caderas exigiendo, en un lenguaje silencioso, ser poseída por Lena Luthor.
-No aguanto más... Por favor - susurró Alex al oído de Lena quien sintió que una ola de calor y deseo descendía por su entrepierna.
Frotó con su pierna la piel desnuda de Alex y terminó con sus fluidos impregnados, con su aroma inundando la habitación.
-Están tan mojada y dispuesta, que me hace desearte de manera incontrolable.
Acto seguido sujetó su pierna y la elevó un poco para facilitar su entrada. Estaba a punto de penetrarla cuando vio sangre en el cuerpo de Alex, sus sábanas de color violeta se veían oscuras a causa de tanta sangre. Sorprendida se apartó, su ropa ya no estaba regada por la habitación y la sangre provenía de una herida hecha a un costado en el cuerpo de Alex.
-¡ALEX! - rápidamente se acercó a ella para intentar detener la hemorragia.
Ambas manos en el cuerpo desnudo se inundaban de sangre, no podía deterla, su desesperación comenzó a crecer, temblaba, su respiración se aceleró.
-Estarás bien, Alex, estarás...
De pronto, Kara era quien agonizaba nuevamente, vestía su traje y comenzaba a toser sangre.
-Kara - dijo en un susurro y bajó de nuevo la mirada para ver la herida, esta vez sus manos sostenían el mango del cuchillo de kriptonita que estaba clavado en el costado de Kara.
-¡AYUDA, POR FAVOR!
De un sobresalto Lena se despertó, quedándo sentada en su cama, aperladas gotas de sudor impregnaban su frente, su respiración era agitada y sentía la boca seca. Alex, con una sabana y su pierna lastada apoyada en un mueble, estaba dormida en un sillón junto a la cama.
"UNA PESADILLA, UNA MALDITA PESADILLA" pensó, miró su brazo que aún se encontraba en la escayola un tanto desajustada. La cabeza le dolía y ligeros recovecos de la noche anterior llegaban de manera intermitentemente a sus recuerdos.
"-No, esto no está bien - Alex detuvo el beso - estás ebria y también yo, ninguna de nosotras quiere esto, sólo estamos cansadas y vulnerables, intentando sanar heridas.
-Sólo quiero sexo, nada serio contigo - el duro comentario de Lena hizo enfadar a Danvers.
-Pues si es lo que buscas, consíguelo con otra chica, no pienso acostarme con la mujer que mi hermana ama, así que vete al diablo y duérmete".
Después del inicio de aquel beso Alex la detuvo; ahora, más cuerda y sin alcohol supo que eso fue lo mejor y que tenía que arreglar las cosas con la hermana de la mujer que amaba. Alex despertó sintiendo la mirada de Lena.
-Veo que estas despierta, ¿cómo te sientes?
-Aún cansada.
-Es normal, hemos estado bajo mucho estrés y estamos con estas heridas - señaló su pierna y luego el brazo de Lena - así que habrán de pasar algunas semanas hasta que estemos mejor del todo.
-Sí - Lena comenzaba a sujetar la escayola a su brazo y por su parte Alex se ponía un esqueleto bioelectrico que le ayudaba con la pierna.
-Debo irme, así que... Si vas al DEO, te veré por ahí.
-Puedes quedarte y desayunar algo.
-Debo irme, tengo asuntos muy importantes que atender con un tipo que se cree gracioso.
-Alex... Antes de irte, lo del beso...
-Yo no siento hacia ti mas que cariño por la amistad que tenemos. No sé que haya entre mi hermana y tú, pero es decisión de ustedes conservarlo o romperlo.