Despertares

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Con una gran bocanada de aire Kara despertó en un lugar totalmente desconocido para ella. Lo primero que hizo fue palpar su costado, buscando la herida que el Joker le había hecho. No había nada, ni sangre, ni herida. Además de ello portaba ropa kriptoniana, no su traje y mucho menos ropa humana. El lugar era muy luminoso y claro, le costaba abrir los ojos a causa de tanta luz y blancura. Caminó un poco, pero no llegó a ningún lado, no había espacios cerrados, ni oscuros. No había un arriba o abajo, era sólo ella, como si pisara un enorme suelo blanco sin paredes. Era... La nada absoluta y no sabía cuánto tiempo había pasado ahí, pero temía una cosa.
“¿Dónde estoy? ¿Estoy... Muerta?”
-Sí y no.
-¿Quién dijo eso? - Kara miró a su alrededor asustada, creyendo que todo ese tiempo había estado sola - ¿Quién eres? ¿y cómo... pudiste saber lo que pienso?
-Yo soy... El que soy - contestó nuevamente la voz.
-¿Estoy muerta?
-Una parte de ti está muriendo Kara Zor-El.
-No puedo...
-¿Por qué no? ¿ACASO CREES QUE LAS LEYES DEL TIEMPO Y EL ESPACIO NO GOBIERNAN SOBRE TI? - resonó la voz tan fuerte y por todo el espacio que a Kara le lastimaron los oídos -¿ACASO TE CREES ÚNICA? ¿INVENCIBLE? ¿INMORTAL?
-No, yo no.
-¿NO, QUÉ, KARA ZOR-EL?
-No... No sé quien soy - dijo con una sinceridad que le sorprendió a ella misma.
-Haz viajado por varios mundos, infinitos espacios, haz perdido a toda tu familia, tu raza, haz sido adoptada por los habitantes del tercer planeta de la galaxia Grupo Local, te haz rehusado a amar y aún no conoces tu propósito en tu joven existencia... Te daré un propósito, Kara Zor-El, pero deberás afrontarlo con fragilidad humana.
-¿Qué... Propósito?
-AHORA VUELVE.

                          ***

El sonido constante y la línea horizontal de la máquina de signos vitales anunció un paro. Los médicos comenzaron a traer el carro rojo para resucitar a Kara, el doctor Frio comenzó a enfriar el cuerpo de Kara ya que según sus estudios podría no sobrevivir al cambio total en su ADN y no estaba fallando en su hipótesis, ya que el paro era inevitable. Alex entró de inmediato a la sala, "por favor agente Danvers, salga, no debe estar aquí" dijo un enfermero que se había interpuesto entre Alex y una Kara ya sin signos vitales.
-¡EL PACIENTE ESTÁ EN PARO!
Alexandra podía escuchar todo desde afuera de la sala, temblaba sin darse cuenta, tenía un temor inmenso de perder a su hermanita después de todo lo sucedido, al menos deseaba volver a escucharla, abrazarla, pedirle que la perdonara.
-¡Rápido!, administren un miligramo de epinefrina.
J'onn, llegó a las puertas de la sala guiado por la angustia que acababa de experimentar Alex, nuevamente sintió un bloqueo mental en ella, sin embargo no le tomó importancia y decidió concentrarse en el personal de salud que estaban dentro intentando mantener a Kara con vida.
-¿Cuál es la temperatura? - preguntó Frío.
-25 grados y sigue bajando doctor.
-Apliquen el desfibrilador.
Después de tres choques los signos de Kara volvieron, su temperatura corporal comenzó a elevarse y el doctor Frío comenzó a revisar todos los signos vitales en Kara de manera minuciosa. Ya tenían respuesta. Kara comenzó a tener movimiento en sus dedos y movimientos oculares vertiginosos. Hasta que por fin los abrió. En sus ojos se reflejaba la sorpresa de no saber qué pasaba, ver al doctor Frío como su médico sólo ayudó a que su confusión aumentara, por lo que comenzó a moverse intentando levantarse de la cama.
-Calma, señorita Danvers, está usted bien, el doctor nos está ayudando - intentó calmarla el mismo enfermero que había sacado a Alex del quirofano.
-Si no puede mantenerse tranquila tendré que administrarle un sedante Kara Zor-El y eso, en verdad me causaría mucho placer - dijo el doctor Frío con una sonrisa socarrona.
-Doctor, por favor - lo atajó el enfermero.
En ese instante Alex volvió a entrar a la sala y miró a Kara. Los ojos de ambas se encontraron y Alexandra corrió hacia una Kara que aún se encontraba confundida por todo lo que estaba pasando.
-Despertaste Kara, despertaste - sollozó sobre su hermanita - lo lamento, lo lamento tanto, creí que te perdería.
J'onn entró detrás de Alex y con lágrimas cayendo por sus mejillas sonrió ante la escena que tenía delante, Alex de rodillas junto a la cama de Kara, mientras esta intentaba abrazar a su hermana.
La voz de Kara, casi apagada y ronca, pronunció unas palabras que jamás creyó decir.
-Puedo... Sentir dolor.

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