Humano

La Corte De Los Búhos

Cuidado con La Corte de los Búhos, que vigila todo el tiempo, gobernando Ciudad Gótica desde una percha sombreada, detrás de granito y lima. Te miran en tu hogar, te miran en tu cama. No hablen en voz baja sobre ellos, o enviarán las Garras por sus cuellos.

Lena se encontraba preparando el desayuno, aún no encontraba el valor suficiente para visitar a Kara que se encontraba convaleciente en su apartamento, no podía moverse mucho, postrada en una silla de ruedas, Alex ofreció mudarse para cuidar de ella. Se le hacía incómodo estar en el mismo lugar en el que estaban la mujer que se negaba a aceptar que amaba y la mujer que había besado, peor aún, ambas eran hermanas. Se sirvió jugo y añadió un poco de vodka, a veces pensaba que era una cosa seria su asunto con la bebida, otras prefería no tomarle importancia. Caminó descalza hasta su comedor, con una mano ocupada en llevar su plato que contenía fruta fresca acabada de picar y en la otra el jugo. Asentó el plato en la mesa y miró hacia la ventana, algo le parecía diferente. Recordaba haberla cerrada anoche, y justo ahora se encontraba abierta dejando entrar el fresco aire de la mañana, por lo que se dispuso a cerrarla, dejó su jugo sobre la mesa y se acercó, desde su apartamento en el décimo tercer piso podía ver bien National City. Se dio la vuelta para volver al comedor y nuevamente lo notó, algo estaba distinto, su corazón se aceleró, sintió un leve dolor en el brazo, que con el paso de las semanas iba sanando y se había deshecho de la escayola, aún así, cuando sentía angustia un dolor, que era más psicológico que otra cosa, le recorría el brazo. Lo sujetó como el día fatídico en que se lo rompieron, su respiración comenzó a acelerarse. Mentalmente se decía así misma que todo estaba bien, que no había que temer y todo era a causa de estrés post traumático. Pensó en que un poco de jugo con el alcohol que contenía calmarian su angustia, sujetó el vaso y lo dirigió a sus labios cuando esté estalló de repente mientras una navaja en forma de pluma lo atravesaba y se clavaba en la pared. Lena corrió a su habitación y cerró rápidamente, fue hasta donde se encontraba su arma y cortó el cartucho.

-¡TENGO UN ARMA! - gritó, esta vez no había una super heroína para salvarla, esta vez era sólo ella y un desconocido que al parecer quería asesinarla.

Despacio, tomó el pomo de la puerta y lo hizo girar muy lentamente, entre abrió la puerta y un fuerte golpe, acompañado de un ruido de aleteo derribó la puerta y a ella en un instante. Plumas volaron alrededor de su habitación, ella sujetó el arma y la detonó varias veces. Los sonidos de cinco disparos resonaron en todo el edificio. Y Lena lo vio, un enorme teriomorfo, parte humana parte búho, con enormes alas a sus costados que tocaban el suelo, y una singular máscara blanca que tenía la forma de la cara de un búho. Con una voz clara y fuerte le dijo:

-El Parlamento de los Búhos ya está aquí.

La joven descargó su arma en contra del ente que la había atacado, se escuchó un ruido de vidrios rotos y escapó por su ventana. Lena se acercó con el arma por delante apuntando hacia el vacío que había a esas alturas en su apartamento, pero ya no había nada.

* * *

-ALGO ME ATACÓ - exasperada Lena levantó la voz.

-¿A qué te refieres con algo? ¿Y por qué me buscas a mí?

-Porque ahora eres el único en quien confío, Bruce.

-¿Qué hay de Alex y J'onn?

Lena se incomodó ante tal pregunta, aunque sabía que Bruce la haría.

-No confío en ellos, creo que es bastante obvio ¿no? La mejor prueba es mi brazo, además, nunca le agradé a J'onn, siempre me miró con desdén y Alex... - dudó y Bruce pudo notarlo en su voz.

-¿Qué sucede con Alex?

-La besé.

Bruce pareció meditar su respuesta, los dos estaban en el jardín de la mansión de Bruce, bajo una gran sombrilla que los cubría de un cielo nublado, Alfred servía más jugo de naranja mientras fingía no escuchar la plática.