Verdad involuntaria

Extra 2

Dos días más tarde. Raon, Hong y On están tramando algo en un escondido lugar de la villa.

- Pronto será el cumpleaños de nuestro humano.

- Le daremos una gran sorpresa. Nya.

Raon le ha dicho todo lo sucedido en el mundo de la pesadilla a Hong y On y los tres lloraron por un día completo hasta que Cale los consoló. Ahora los tres niños están empeñados en darle uno de los mejores cumpleaños a Cale y devolverle un pedacito de la alegría que el mismo les ha dado durante todo este tiempo.

- ¿Cuál podría ser un buen regalo para el humano?

- Podríamos darle nuestro dinero, Nya

- Pero él tiene mucho más de lo que podamos darle, Nya.

- Y Beacrox le preparará uno de esos platillos extraños de ese otro mundo.

Los niños estuvieron discutiendo toda la tarde acerca de que regalarle, pero nada los convenció, nada parecía ser lo suficiente grandioso para obsequiarle.

- Y ¿si le preguntamos?

- Crees que nos diría lo que quiere, posiblemente solo diga algo trivial para no molestarnos, nya.

- Nona tiene razón, si solo existiera una manera que él nos diga la verdad.

Por las palabras de Hong, los 3 niños recuerdan una solución y se miran mientras una sonrisa parecida a la de cierto alguien se dibuja en sus rostros.

- Pero ¿no hubo muchos problemas la última vez por culpa del suero de la verdad?

- ¡Solo le daremos una gota!, será suficiente para que el humano nos diga lo que quiere y el efecto no se quedará mucho tiempo.

- Pero como lo conseguiremos, ¿le diremos a la señorita Rosalin? Nya.

- No es necesario, somos grandes y poderosos, entraremos a su laboratorio a la hora de la cena.

Mas tarde en la cena donde todos estaban presenten con Cale en la cabecera, tres niños se escabullen hasta la cocina y con la precaución que nadie los descubra rociaron unas pocas gotas en el té de limón que Ron preparó para Cale. Ron lo supo, pero no dijo nada, sabe que los niños serian incapaces de hacerle daño a Cale, pero sintió curiosidad.

- Joven maestro le recomiendo que tome su te antes de comenzar a comer.

- ...

Con un ligero gesto de disgusto Cale bebió el amargo Té.

Minutos más tarde, en medio del sonido típico de platos y cubiertos propios de un comedor, Raon preguntó.

- Humano que es la cosa que más deseas en el mundo.

- ... deseo tener una vida de vago rico...

- ...

Los tres niños no podían creerlo, Raon reviso discretamente que no se hubiera equivocado de recipiente.

- ¿Qué? ¡¿El humano siempre habló en serio cuando dijo que quería ser un vago?!

Cale y los demás no entendieron la sorpresa de Raon, no era la primera vez que él lo decía, pero como Cale siguió hablando, los demás se sorprendieron también.

- Acaso hay algo mejor que vivir tus días en paz con la gente que amas sin que les falte nada o estén padeciendo dolor. Es genial disfrutar con todos de una deliciosa comida, una cama caliente y un lugar agradable.

Entonces todos los comprendieron, la verdadera respuesta detrás de ese sueño banal suyo, los recuerdos y relatos de los que estuvieron en el mundo de pesadillas pasaron por sus mentes, el silencio se apodero del lugar y todos miraron a Cale con ojos llenos de tristeza y conmoción.

- ¡Lo siento humano, lo siento, iremos por el antídoto ¡

Raon, Hong y On salieron apresurados del comedor dejando a Cale con una expresión llena de confusión, después noto que el ambiente se había vuelto un poco extraño.

- ¿Sucedió algo? ¿Por qué me están mirando de esa manera?

Cale mira a los demás más confundido que antes, por lo que ellos suspiran.

- ¡Tu! Realmente preguntas después-

Cuando Alberu iba a decirle a Cale la razón detrás de sus expresiones, Ron se entrometió.

- ¿Qué le parece la comida joven maestro?

- ¿Por qué preguntas? La comida de Beacrox siempre es la mejor.

La sonrisa de Ron se hace más grande y luego le da una mirada significativa a los demás. Al descubrir el trasfondo de la situación, los demás sonríen maliciosamente.

- Oye dongsaeng, acaso no amas a esta encantadora familia tuya.

- Claro que los amo, ¿Por qué preguntas algo tan obvi- ¡¿?!

Cale se dio cuenta de lo que pasaba e inmediatamente se cubrió la boca. Luego cubrió su rostro que se sonrojó hasta sus orejas y se paró abruptamente de su silla.

- ...Ron... lleva la comida a mi habitación...

- Por su puesto Joven maestro.