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Capítulo 5

El tiempo pasó y con él se acabo mi apresurado entrenamiento, lo único bueno que poseo es que tengo la capacidad de aprender todo de manera rápida, tengo mi equipaje en mi mano y un hermoso vestido amarillo puesto, camino por la pintoresca mansión para ver a los invitados, como prometí estoy para la boda de mi madre. Nadie parece prestarme atención y eso me agrada.

Lamente dejar mi entrenamiento por mitad y tener que negarme al trabajo que había soñado desde que tenía uso de razón, solo porque algo me sigue molestando, porque tengo que recordar su sonrisa. Nunca me había interesado en nadie y solo ver esa sonrisa una vez me ha dejado más que interesada.

Veo a mi madre a los lejos mientras disfruta con sus invitados, dejo mis cosas en una habitación que encontré vacía para ir a saludar a los novios.

- Felicidades - digo cuando llego a su lado y mi madre se apresura a abrazarme.

- Te extrañe mi pequeño bebé - dice mientras besa mi mejilla.

- También te extrañe mamá - susurró solo para las dos.

- Déjenme presentarles a mi otra hija, se llama Erin y es la hija de mi esposa - se apresura a decir el señor Lennox mientras sus invitados levantan sus copas.

- Es un gusto ser parte de esta familia - digo cuando me entregan una copa y al rato camino hasta sentarme en mi lugar, veo como sus hijos están ignorando todo a su alrededor.

No sé el porqué pero giro mi rostro buscándolo por todo el lugar pero no encuentro nada que me indique donde se encuentra y eso me fastidia un poco, quería hablar con alguien al menos hasta que esté aburrido evento acabe, ahora que mi madre se ha vuelto la señora de la casa buscaré mi vida y disfrutaré al máximo hacer lo que amo, vieron un potencial en mi y quieren usarme de la mejor manera posible.

Sigo tomando de las copas que me ofrecen hasta que me siento un poco mareada y salgo al balcón para poder disfrutar de la noche, alguien me coloca un saco en mi cuerpo y me giro para apreciar su sonrisa sincera.

- ¿Disfrutaste de la velada? - pregunta y río tratando de parecer interesante.

- Llegue a tiempo, es lo único que puedo decir - susurró mientras giro mi rostro para ver la divertida fiesta.

- ¿Te gusto el campamento? - vuelve a preguntar de manera acusatoria.

- Así que ya sabes que no fui a ver a los abuelos - afirmó incómoda.

- Tu madre me dijo cuando pregunte por ti, si te lo preguntas me lo creí - toca su pecho para hacerme reír.

- ¿Que quieres lograr al acercarte a mi? - pregunta quitando mi sonrisa y el se pone serio de una vez.

- Quiero conocerte, me pareces interesante - dice de manera incomoda y lo ignoro para quitarme su saco.

- Ella está mirando - lo alejo de mi lado para volver, pero antes ella toma mi brazo y tengo la brillante idea de fastidiar todo, necesito molestarla, me divierte ver esa expresión en su rostro, disfrutare hacerla sufrir.

- Aléjate de el, no seas una zorra como tú madre - susurra con algo de odio en su mirada y su agarre no hace nada de presión.

Yo no iba a hacer nada, juré que iba a ser buena, pero ella se ha ganado mi atención y le robare la atención de su amigo, mis lágrimas comienzan a brotar por si solas y giro mi rostro dándome cuenta de que él observa la escena desde lejos.

- Me estás lastimando - miento mientras mis lágrimas bañan mi rostro - ¡suéltame! - grito de dolor y Damián se acerca a nuestro lado para alejarla de mi.

- Estás loca, no debes tratarla de esta manera, son familia y nadie ta ha dado el derecho - veo cómo le gruñe a su amiga y yo la miro para regalarle una sonrisa burlona.

- ¡Maldita perra! - siento una bofetada que hace que gire mi rostro.

Lo juro, yo no iba a hacer nada para dañar a esta familia pero ella acaba de arruinar mis planes, lo lamento madre pero debo ser mala una última vez. Se por la manera en que ella lo mira, que esto es un amor no correspondido y no me molesta disfrutar de su amigo y después destruirlo, tener una relación es una pérdida de tiempo, por eso siempre evite meterme con chicos, ya que no estaban en mis planes, pero él está ganando mi atención con cada uno de sus gestos.

- ¿Por que? - vuelvo a decir mientras Damián abraza mi cuerpo y lloro con fuerza.

- Deberías conocer tu lugar, no te acerques a mi amigo, primero tú madre y ahora tu, malditas plagas - dice cada una de las palabras sin importarle que su amigo la escuche.

- ¡Ya basta! - grita y de mi sale una gran sonrisa, oculto mi cabeza entre el hueco de su cuello para que no me vea - discúlpate o no hablaré contigo, ella no mereces que la trates de esta manera, debes respetarla, ya son hermanas - agrega tratando de calmarse.

- No ves como se está riendo, es una maldita perra, si que eres buena - trata de golpear mi cuerpo y él lo evita aferrándose a mi cintura.

- Nos iremos, espero que te disculpes con Erin o no volveremos a hablar, nadie merece ese mal trato - es lo ultimo que dice y siento como me toma en brazos para cargarme y alejarme de ese lugar.

Sigo con mi cabeza en su cuello mientras lloro, al rato siento como me deja en un lugar y me doy cuenta de que estoy en su auto, él se queda observándome mientras me coloca el cinturón de seguridad, veo como se apresura a subir en el lugar del conductor. Me calmo al rato y siento mi mejilla palpitar, esta perra va a pagar por golpear mi rostro.

- Te pido disculpa por ella, es la primera vez que la veo de esa manera, espero que entiendas - escucho su voz y siento una simple suplica.

- Crees que soy como ella dice, no es mi culpa que mi madre se enamorara de ese señor - afirmó de manera rápida y colocó mi mano en mi mejilla para acariciarla.

- Se que no eres mala, algo en ti me interesa, quiero conocerte más, permíteme conocerte - siento suplica en su voz y me gusta la manera sincera en que dice todo.

- Tengo sueño - es lo único que digo para ignorarlo, no se a donde vamos, pero es mejor estar fuera de esa casa antes de que arruine todo.

Cierro mis ojos para quedarme pensando en cómo lo haré para mudarme a la residencia estudiantil, ya que no tengo dinero ahorrado para mudarme en un pequeño lugar, me tocará compartir habitación con alguien más. No quiero depender del dinero de mi madre, así que en mi lista de prioridad está buscar un trabajo, me alejaré poco a poco de mi madre, yo cumplí, le di un buen marido y dos hijos, ella no debe cargar conmigo, aquella abominación que le recuerda los abusos que recibió, aquel demonio que crió y supo utilizar a su antojo, cuando la veo me siento mal y quiero borrar todo nuestro oscuro pasado, pero siempre estará ahí para recordarnos que si no luchamos no vamos a sobrevivir.

Así que aunque no o quiera Daphe siempre será parte de mi.

MalignaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora