Bien

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Capítulo 24
Erin

No puedo controlar mi respiración y aunque lo quiero negar y trato de controlarlo, estoy llorando por primera vez sin necesidad de fingir nada, estoy lastimada y aunque trate de decirles mis sentimientos el no supo entender lo que quería. Mi madre me ayudo a buscar un bonito departamento y aunque estoy buscando que hacer con mi vida, todavía no tengo una clara idea de lo que hará ahora, el dinero se está agotando ya que compre el lugar al cual me mude y tuve que comprar todo lo que necesitaba.

Solo quería ser amada y que todo volviera a ser como antes, como si fuera la primera vez, así que aunque trate de explicarme no supe expresarme y al final solo conseguí que se alejara.

Mi madre me ha molestado para que asista a una cena con todos sus nuevos amigos, estoy aquí de pie con un hermoso vestido, esperando que los demás sigan llegando, me he quedado afuera recibiendo a sus invitados.

He conocido personas extrañas esta noche, pero no creí encontrar a la familia de Damián entre sus invitados, como si no importara lo que he sentido todo este tiempo, solo ignoro todo para soportar esta noche.

Observo a la mujer elegante que se encuentra delante de mi y tantos pensamientos que tuve oculto durante tanto tiempo vienen de manera rápida, como si no hubiera sido suficiente hacer todo lo que hice para que estuviera bien y se sintiera orgullosa de mi, pero me molesto al ver con quien habla animadamente.

Como si no importara que su sola presencia me ha lastimado, ella solo sigue dejándome de lado y aunque grite y diga que no quiero verlo eso no le importará en lo más mínimo.

- Mi amor - trata de tocarme pero la alejo, ella sabe que lo que ha hecho me ha lastimado.

- Porque, no era necesario saber que estoy sufriendo, quieres que lo vea al lado de alguien más - gruño molesta.

- Compórtate, no te eduque de esta manera, recuerda que sigo siendo tu madre - reclama mientras sigue vendiendo una gran sonrisa a todos los presentes.

- No soy tu hija, una madre no me hubiera abandonado y dejado sola solo por conservar su matrimonio, me haz lastimado pero estas tan sumida en tu gran vida que nunca haz visto mi sufrimiento - susurró para tratar de alejarme de su lado.

- Deja de hacer drama, se adulta y acéptalo, te dejaron por no ser suficiente así que deja de llorar y lucha por lo que deseas - toca mi mano haciéndome quedarme callada.

- Siempre ser sumisa, esa a sido mi vida, ser tu orgullo y no equivocarme en nada - murmuró llena de dolor.

La miro a los ojos y quiero decir tantas cosas, ella ha venido con él y aunque no quería volver a verlo nos acabamos de topar, somos solo unos simples extraños, todo quedó claro en nuestra última conversación.

- El quería venir a verte - dice tratando de convencerme - ningún hombre debería dejar a mi hija, hazme sentir orgullosa de ti - agrega para dejarnos solas.

Ya no me atreveré a desear más de lo que tendré, estoy perdiendo el control y no quiero que el vea aquella parte mía que seguirá arruinando todo. Por lo menos se que amarte fue un juego perdido ya que ganaste en cada discusión.

Camino hasta subir a la que es mi habitación en este lugar, el me sigue muy cerca, así que cierro la puerta cuando ingresa a la estancia, llego a mi cama para tomar asiento, nos miramos fijamente, queremos decir muchas cosas pero ninguno desea decir la primera palabra.

Seguiremos haciendo esto si seguimos llevándonos de nuestro orgullo, seguiremos teniendo peleas estupidas por todo esto, como si nada de lo que vivimos hubiera importado en lo más mínimo. Quisiera llorar, estas tan cerca pero a la misma vez demasiado lejos, no tengo la confianza de iniciar la conversación pero si me gustaría que todo sea como antes, pero para que todo esto suceda debo ignorar todo por lo cual e estado peleando, mierda parecemos unos niños.

Lo amo tanto que prefiero alejarlo y que se salve, me han pasado bastantes cosas buenas desde que lo conocí, agradezco todo lo que me ha enseñado.

Las personas son egoístas y cuando por fin creí superar todo, vuelve y explota dejándome embarrada hasta los hombros

Estoy cansada de ser inconsistente, de no ser suficiente y sentirme de esta manera, me estoy ahogando y no tengo quien me salve, las cargas en mis hombros me están matando y no puedo continuar cargando con las emociones de alguien más.

Me sentí perdida, como si perdiera el rumbo de mi vida, todo lo referente a nuestra relación fue eliminado de mi vida, me encargué de arrancarlo, así que no me culpes tanto de las decisiones que tomé, tu atrajiste la desgracia a ti.

- Quiero - trata de decir pero lo callo.

- No sabes lo difícil que fue para mi alejarme, no soy perfecta y he cometido más de un error, aunque nuestra relación empezó por un capricho, quería que durara - murmuró molesta - no sabes cuantas veces pensé en dejarte, me negué esto solo pensando en ti, un tiempo es igual a terminar así que déjame aquí y vete, eres bueno huyendo - agregó mientras me levanto.

- Crees que quiero esto - trata de explicar pero su actitud empeora lo que siento.

- Crees que quiero que siempre corras y si lo hago yo, quiero correr igual que tu, pero me quedo aquí aferrada, esperando algo que no pasará - grito de rabia - Crees que merezco esto.

- Por favor perdóname - trata de explicarse pero estoy cansada.

- Es hora de que corra lejos de ti - susurró antes de dejarlo solo y huir lejos de ese lugar.

Fuiste tan importante para mi que conociste todos mis secretos, pero no puedo seguir reparando lo que rompes, este nunca fue mi papel en la relación, por eso arroje lo único que me dio paz por un tiempo, el caos es mi amiga y no puedo seguir defendiendo a alguien que no estará aquí para cuidarme, no todos poseen el mismo corazón, lección que tuve que aprender a la mala.

Estoy muriendo y necesito que alguien me salve, pero esa persona no sera tu.

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MalignaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora