Cap. 23: Poción

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La puerta que estaba detrás de Kire se abrió, revelando a una mujer de tez clara con unos pantalones largos de color azul, y una ligera armadura sobre una camiseta de color verde oscuro y pelo rubio amarrado en forma de una coleta. Mirando el destrozo en el suelo que dejo Rimasi con rastro de sangre que la llevo a bajar la vista viendo a un Kire de rodillas, el cual estaba bastante dañado, Dijo la chica de manera tranquila – ¿No eres muy pequeño para ser un esbirro? ¿tu habilidad existencial te permite convertirte en miembros de otras razas en tamaños pequeños?, bueno como estas creo que será difícil que me respondas, supongo que Rimasi hizo esto así que como siempre tengo que arreglar todo lo que el arruina, toma bebe estas demasiado dañado– dijo dándole una pequeña botella de cristal a Kire, el cual la tomo y se sintió mejor, se había curado, pero se sentía diferente, –Gracias por eso, pero me siento algo raro–, le responde la rubia –La compre en la señora de abajo, manda tu cuerpo a como estaba hace 5 minutos restando el efecto actual de tu cuerpo– Kire aun con preguntas pero sin tiempo se elevó diciendo, –Gracias por todo pero ahora estoy ocupado, llego tarde–, La chica gritándole –ESPERA EL EFECTO SOLO DURA TAMBIEN 5 MINUTOS–, más esto fue en vano ya que Kire estaba ya bastante lejos –Bueno ya se fue, ahora es su culpa– dijo para sí, mientras bajaba del edificio por las escaleras.

Pocos segundos después Kire llego al patio de entrenamiento casi al mismo tiempo que todos los demás, Aila ya estaba sentada en las gradas junto a Jago, al ver que ya estaban todos Jago se levantó, aquel joven rubio de ojos ámbar de apariencia esbelta con una armadura bastante ligera, compuesta por una capa de cuero debajo de una capa de acero ubicada en torno a órganos vitales que llegaba hasta el cuello y con unos pantalones algo holgados con algunos elementos de acero entorno a las rodillas además de la cintura, se estaba acercando a sus alumnos, estos que ya sabían el estilo de combate de Jago sintieron miedo, mientras que Kire por puro instinto sabía que podría morir aquí y así sin decir una sola palabra comenzó el combate 

Voluntad Renaciente: El Capricho de DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora