Capítulo 6

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-Hola Diala ¿qué haces ya despierta? -me saludó mi hermano mayor Mohammed al día siguiente.

Si supiera que como ayer llegué bastante tarde en clase llevaba toda la mañana haciendo los deberes.

-Nada es que como ayer no te vi tenía ganas de estar contigo- le dije abrazándolo.

Mi hermano Mohammed había entrado en la facultad de medicina con una beca, pero tras el accidente de mi madre tuvo que abandonar la universidad para trabajar en un taller en el que trabajaba muchísimas horas y en el que conseguía una miseria de salario. Me llevaba 4 años con mi hermano y siempre había estado ahí para mí.

Me llevé un trozo del desayuno a la boca.

-¿Alguna chica de la qué me quieras hablar? - le pregunté para molestarlo, pero también con curiosidad.

En mi familia éramos todos muy conservadores, era una de las razones por las que nunca había tenido novio. Y sabía que era mi deber esperar hasta el matrimonio para comenzar a explorar mi sexualidad sin embargo no era ningún problema para mí. Mi padre nos había dejado claro que solo podíamos llevar a parejas seria y con la edad que tenía que llevar a quien consideraría su futura prometida.

-No tengo tiempo para buscar a ninguna chica- me respondió cansado.

-No tienes por qué buscarla, a veces simplemente puede aparecer en tu vida- repuse.

-No hay nadie pesada- despeino mi melena- Y a ti ni se te ocurra traer a ningún chico o me tocará matarlo.

Exagerado, aunque eso me recordaba a Frederic, no tenía la intención de presentárselo a mi familia.

-Bueno, me tengo que marchar cuídate y descansa un poco que llevas ojeras-me dio un beso en la coronilla despidiéndose y se marchó.

Debía ponerme corrector de ojeras. Acabé mi desayuno y comencé a planear como iría mi día. A la hora ya me había maquillado (mis ojeras ya no se veían), vestido, saludado a mi familia y ya estaba en camino de la estación de autobuses. Que Alá me ayudase hoy iba a ser un día largo.

Después de varias horas de clases me fui como siempre con mis amigas a almorzar en el recreo. The Athenea High School tenía la misma estructura que un castillo y en el centro, entre edificio y edificio había un increíble campo abierto perfectamente cuidado y en el cual pasaban los alumnos el recreo.

Me senté en uno de los bancos y dejé mi mochila en la mesa junto a la del resto de las chicas. Comenzamos a hablar de cosa banales.

-Dentro de dos días tengo un concierto de piano- anunció Grace alegre.

Grace era la hija adoptiva de dos importantes miembros del Partido Republicano estadounidense, sin embargo, a ella a diferencia de mi amiga Amber no le interesaba en absoluto la política, la pasión de Grace era la música, tocaba el piano, el cello, el violín, la viola, el contrabajo, la flauta travesera y en general la mayoría de instrumentos. Además, tenía un oído absoluto con el que podía escribir óperas enteras con tan solo escucharlas una vez y componer sonatas, preludios o valses.

Era una prodigio de la música y se la podía comparar con el mismísimo Wolfgang Amadeus Mozart sin exagerar. Ella creía que a lo mejor alguno de sus reales familiares biológicos podía haber sido un prodigio como ella. Los padres de Grace la habían sacado de un orfanato en la India y por mucho que habían investigado no habían conseguido conseguir ningún dato sobre su familia.

Sin embargo, Grace parecía feliz con sus padres y ellos se mostraban orgullosos del tono de la piel y las raíces de su hija.

-Allí estaremos todas- le aseguró Tessa, empecé a recolocar mentalmente mi horario para poder ir.

-Cambiando de tema, habéis visto como Frederic King no quita ojo a nuestra Diala- comentó Hellen.

Todas nos giramos con discreción, yo al verlo no pude evitar sonrojarme un poco después de lo de ayer.

-¿Te gusta?- me preguntó de forma acusatoria Florence.

Me mordí suavemente el labio inferior.

-Es mono- le respondí sonriendo como si estuviese enamorada de él.

Todas gritaron emocionadas, se me da muy bien actuar.

-¡Dios! Serías la pareja más mona del mundo- exclamó Florence feliz.

-No, me vas abandonar en esto de ser solteras para siempre- me dijo Elizabeth, pero pude ver como se alegraba por mí.

Elizabeth era la persona más bondadosa y dulce que conocía. Ella nunca había tenido ningún novio ni pretendiente cosa que le provocaba muchísima inseguridad en sí misma. Aunque, la pobre no sabía que esto era porque su mejor amigo William espantaba a cualquier chico que estuviese a un radio de 20 metros alrededor de ella.

No me agradaba William, no declaraba sus sentimientos por Elizabeth, pero tampoco la dejaba ir. No sé si esperaba que por el hecho de que el sí que tenía rollos con chicas y con la falta de experiencia que tenía Elizabeth esta se declarase.

Hombres.

Cuando quise darme cuenta ya había acabado el recreo y tenía que volver a clase.

-Diala- me llamó una voz masculina.

Me giré para encontrarme a Frederic detrás de mí.

¡Qué Alá me ayudase que guapo era!

-¿Te apetece quedar después de clase para hablar sobre lo de ayer?- me preguntó.

Tenía reunión con la asociación de estudiantes a las cinco, pero no creía que esto me tomase mucho tiempo. Asentí.

-Espérame a la salida.

-Hasta después de clase campeón- me despedí.

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El Chico más Popular: Mi Novio Falso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora