Se levantaron de las sillas para saludarnos.
-Henry, esta es Diala una amiga mía- me presentó Lizzie- Este es Henry, mi novio.
Elizabeth estaba tan hermosa como siempre, con su larga melena rubia recogida en una coleta resaltando más sus profundos e increíbles ojos azules, que se veían tristes.
-Frederic, soy el novio de Diala- le ofreció mi novio falso la mano a Henry.
Este la acepto y se dieron un fuerte apretón de manos.
-Henry, el novio de Elizabeth.
Nos sentamos de forma que Lizzie quedaba en frente mío y Henry en frente de Frederic. El restaurante en el que cenábamos era un lugar muy lujoso, que la mayoría de personas no se podían permitir, y menos alguien como yo que era pobre. Sin embargo, Frederic me aseguró que el pagaría mi cena.
Nuestra mesa estaba al lado de una de las enormes ventaneras para la desgracia de Elizabeth que parecía que se estaba congelando. Después de leer la carta tranquilamente y, hablado de cosas banales, se nos acercó un camarero.
-¿Qué desean tomar?- nos preguntó amablemente.
-Para mí un chuletón de ternera con patatas-pidió Frederic.
¡Alá! Como le gustaba comer.
-Yo prefiero unos espaguetis a la boloñesa, pero una pregunta ¿de qué es la carne picada? -pregunté un poco preocupada.
-No es de cerdo, si es por lo que lo pregunta- me aseguró con una sonrisa amable.
-Perfecto entonces.
-¿Y para ustedes?
-Los dos un plato de bacalao con salsa de almendras con patatas fritas y, deja de mirar a mi novia como si no estuviese aquí.
Casi escupo el agua que estaba bebiendo y a Elizabeth se le puso la cara roja de vergüenza. El camarero la estaba mirando respetuosamente.
-Em...- el pobre no sabía que contestar ante esa acusación- Lo siento, en seguida traerán la comida.
-De verdad, ya te dije que no te pusieses ese vestido Elizabeth, se te ve todo- le reprendió como si el tuviese el derecho de decidir que se ponía ella.
-No te gustaba los otros modelitos que te enseñé-replicó en voz baja, casi imperceptible, pero Henry la escuchó.
-¿Decías algo?-le preguntó.
-Lo siento- se disculpó ella inocentemente.
-Me voy al baño ahora vuelvo- anunció levantándose de su sitio.
En el mismo momento en el que se alejó saqué mi artillería pesada.
-Lizzie, tu vestido es precioso, el camarero no te miraba mal y no tienes que aguantar que te diga eso. Es un hombre, nadie tiene nada que opinar en cómo te vistes o dejas de hacerlo- le aseguré cogiéndola de la mano.
-Además, por qué ha escogido por ti la comida, eres vegetariana Elizabeth no comes pescado- demandé.
-No quiero que se enfade, le gusta tener las cosas bajo control- lo excusó- Es solo que es nuestra primera cita con algún amigo mío y está más tenso de lo normal.
Henry volvió para mi desgracia, la cena transcurrió bien excepto en el momento en el que llegó la comida.
-¿El bacalao es para...?- preguntó la camarera.
-Para mí- respondí antes de que alguien en la mesa se adelantase a mí- Y los espaguetis son para ella.
La camarera dejó los platos y se despidió formalmente. Todos nos quedamos en silencio durante unos segundos en los que nadie se movió.
-Que aproveché- dijo Frederic rompiendo la tensión que se había instalado en la mesa.
-¿Se puede saber qué has hecho?- me preguntó Henry enfadado.
-Elizabeth es vegetariana y no tienes que obligarla a comer pescado o carne- me defendí.
-Los espaguetis llevan carne- dijo furioso.
-De este plato- señalé el bacalao- No comería nada porque no come pescado y no le gustan las patatas fritas. Del plato de espaguetis comerá los espaguetis y dejará la carne.
Si las miradas mataran probablemente yo estaría enterrada bajo tierra, pero no me iba a dejar intimidar y menos por este gilipollas. Henry parecía que estaba a punto de levantarse y pegarme, pero miró a Frederic que estaba preparado para saltar a defenderme.
Finalmente lo dejó pasar, cosa que me molestó porque parecía que me respetaba no por ser una mujer, una persona, sino por tener novio. La noche siguió sin ninguna discusión, las conversaciones fueron entre Henry y Frederic, ya que Elizabeth no abrió la boca en todo el resto de la noche y yo no estaba para aguantar al idiota de su novio. Agradecí a Frederic por ser tan amable como siempre lo era, aunque se le notaba a kilómetros de distancia que no le caía bien Henry.
Mañana tenía que hablar seriamente con Elizabeth y con alguien que a raíz de esta cena empezaba a agradarme más: William.
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El Chico más Popular: Mi Novio Falso.
RomanceDiala siempre supo que había nacido para el éxito: la chica más popular del instituto más prestigiosos del país, capitana del equipo de animadoras, líder del consejo estudiantil, miembro del coro y becada por sus excelentes notas. Aunque esto último...