Capítulo 15

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A las afueras del instituto el señor Rodrigo nos esperaba con la puerta trasera del coche abierta. El viaje duró quince minutos, sin embargo, con la emoción del momento se sintieron apenas segundos. Frederic había alquilado un pequeño local en el que ya me esperaban todas mis amigas dentro. Globos, guirnaldas, música, regalos y lo mas importante... una tarta que tenia aspecto de tener mas calorías que toda la comida de este mes junta, pero por una vez no pasaba nada.

La fiesta fue increíble, mi amiga Jacqueline había incluso llevado todo un modelito para que me pudiese poner elegante. Todas mis amigas se quedaron hasta tarde a excepción de Elizabeth, ella nunca había sido muy fiestera así que no quise agobiarla ni forzarla a quedarse y que pasase un mal rato. Frederic me regaló unas zapatillas nuevas para mis entrenamientos con el equipo de animadoras y mi hermano Mohammed le había comentado que se me había roto un tacón a la vuelta de su casa así, que también me regalo unos.

Aunque estaba preocupada por la hora y el examen que tenía de economía al día siguiente no pude evitar sentirme feliz y, además hubiese sido de mala educación marcharme antes que el resto de los invitados en una fiesta que se hacía en mi honor.

La mayor parte de la noche la pasé bailando junto a Frederic, el cual incluso me toco una obra que había compuesto Grace para mí. Sin embargo, no hablamos sobre la cena que había tomado lugar el viernes pasado ni de nuestra pelea, supongo que lo hablaríamos más tarde.

Después de horas de bailar, todos acabamos con los pies destrozados, la que nos esperaba a Florence, Jacqueline y a mí en el entrenamiento del equipo de animadoras del día siguiente. Únicamente acabaron borrachas como una cuba mi amiga Hellen y Laila.

Nikola insistió en que él se encargaría de llevar a Hellen a casa y, aunque he de decir que obviamente me opuse a ello fielmente, Frederic me terminó convenciéndome. Sin embargo, me aseguraría de que llegase a casa sana y salva. Además, Nikola me caía mal por como trató a Hellen, pero sabía que no se aprovecharía del estado de embriaguez de mi amiga.

A Laila la llevó Amber y Frederic me llevó a mi casa, sin embargo, no pude establecer ni una mínima conversación con él debido al cansancio.

-Diala- me sacudió un brazo desconocido- Hay que levantarse.

¿Qué hay levantarse? ¿Pero qué hora es? Estirando mis brazos y frotándome los ojos pude ver la hora que marcaba mi despertador.

¡Alá! Era tardísimo, me había olvidado de poner la alarma ayer por la noche. Y tenía a primera hora el examen, y no me había despertado antes para repasar. Corriendo tan rápido como la velocidad de la luz me cambié de ropa, no me moleste ni siquiera en maquillarme ni en desayunar. Solo conseguí saludar a mi familia y agradecerle a mi madre por despertarme.

-Os quiero, me voy- me despedí retocándome el pelo con las manos para parecer peinada.

Durante el trayecto en el coche de Frederic, me fui peinando fijándome en el espejo retrovisor mientras recitaba el temario en voz alta provocando que el señor Rodrigo, el chofer que me venía a buscar todas las mañanas, me mirase como si estuviese volviéndome loca.

Salí del coche sin molestarme a esperar que abriese la puerta como siempre y me despedí con un rápido gracias que probablemente ni siquiera pudo entender. Cuando llegué mis compañeros ya estaban esperando en la puerta de clase al señor Darwin.

Nuestro profesor llegó cinco minutos antes, nada raro en él y todos nos sentamos ordenadamente dejando en nuestras mesas un único bolígrafo azul.

El examen era tan difícil como me esperaba. Ya iba por la última pregunta, estaba explicando que era la inflación, deflación, tipos de inflación y todos los casos de hiperinflación de los que había registros nombrando los países, el porcentaje, el año en el que habían empezado y cuando habían acabado si lo habían hecho.

En total había 33 países, contando a la Unión Soviética como un país único. Mi único problema residía en China, sabía que comenzaba en 1947 pero ¿en qué año acababa? No estaba segura si era en 1948 o en 1949.

¡Malditos comunistas!

-Voy a recogerlos ya- nos informó el señor Darwin levantándose de su silla.

En un momento de desesperación puse 1948, esperaba no haberme equivocado.

El señor Darwin ponía los exámenes de todos los alumnos que tenía el mismo día, y como no acepta preguntas durante el examen, corregía los exámenes mientras los alumnos hacían los suyos.

The Athenea High School tenía una aplicación en la que los profesores podían subir las calificaciones de los estudiantes para que las pudiesen ver los padres y los alumnos antes de tener clase de nuevo.

Es así como Laila dio un grito a mitad del recreo.

-¡Ya están puestas las notas del examen de economía!- nos informó.

Todas sacamos nuestros móviles para mirarlo. Aunque en la mayoría de centros de Estados Unidos los exámenes se calificaban con las letras, A, B, C, D, yo había hecho una petición para que se valorasen los exámenes sobre 100 de forma que las notas eran más específicas y ajustadas al resultado real y fuese más fácil para mí saber mi promedio y si continuaba mi estancia en el The Athenea High School.

Un 95 sobre 100.

95.

No, no, no, no.

Casi se me cae el móvil al suelo.

Eso suponía que ni sacando un cien en el próximo examen tendría un 100 de media y podían quitarme la beca.

¡Alá! Iba a vomitar toda la comida que había ingerido. Me levanté del banco si decir ninguna palabra a mis amigas casi en estado de shock.

-Qué buena nota has sacado- comentó Hellen felicitándome.

Si ella entendiese como me sentía en ese momento. Intenté sonreír, pero solo salió una mueca de mis labios. Fui al departamento de economía para hablar con el señor Darwin cuando me encontré con Frederic en el pasillo.

-¿Qué tal cariño?- me preguntó.

Exploté.

-¿Qué tal, cariño?- repetí enfadada- ¿Pero qué te crees? ¿Qué por cantarme bonito y hacerme una fiesta me puedes comprar? Ni siquiera me pediste perdón por lo ocurrido, ni te molestaste en preguntar si quería que la fiesta fuese ese día y que durase tanto rato. Te dije que tenía que estudiar para el examen de hoy y te dio igual. Y ahora, ahora he sacado un mierda 95, es imposible que recuperé eso. Necesito un 100 en todo, un 95 no es un 100 y no vale nada. Y ahora por tu culpa a lo mejor me retiran la beca. Por tu culpa y por la mía por haber confiado en ti.

No esperé y me marché corriendo.

Él no vino a por mí.

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El Chico más Popular: Mi Novio Falso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora