Capítulo VIII

3.6K 229 58
                                    

No puedo dormir, he estado pensado en aquellos raros libros, angeles y demonios ¿será cierto? Llegué a creer que Josh y John eran un Inhumanus. Pero supongo que no es cierto, ellos parecen ser gemelos, son idénticos. ¿Serán hermanos?

Me levanto y camino a la ventana, esperando ver aquellos ojos rojos pero solo veo el árbol moviéndose, suspiro. Me volteo y veo la puerta, sonrío amplio y veo a Josh, camino hacia el y lo abrazo por el cuello, lo beso.

El en seguida sigue mi beso, y siento algo en mi pecho, es hermoso éste momento. El pone sus grandes manos en mi cintura y me separo sonrojada, acaricio con mi pulgar sus labios dejando mi mano en su mejilla.

-¿Por qué siento que tienes un secreto tan importante?- murmuro y el me mira, acaricia mi pelo rojizo.

-Porque es cierto-.

-Dimelo- susurro y el niega.

-Ya lo sabes, ¿para qué decirtelo?- sonríe.

-No me lo se- suspiro.

-Si lo sabes, solo que no quieres creerlo- acaricia mi mejilla.

Niego y tomo su mano, nos sentamos en la cama. El me ve y sonrío, lo beso acostandonos a ambos en la cama y me coloco encima de el. El sonríe y yo coloco mi mejilla en su pecho, oigo su corazón latir y sonrio, paso mis dedos por sus tatuajes y me quedo dormida.

Al despertarme sonrió, estaba recostada encima del pecho de Josh. Me levanto y lo veo dormir, beso su mejilla y me meto en el baño, me doy una ducha y cuando salgo en toalla Josh no estaba, frunzo el ceño. Se había ido sin avisar, de nuevo.

Me visto con el traje de la Cafetería y bajo las escaleras, huelo huevos, tocino y pan tostado. Sonrío al ver a Josh cocinar, camino hacia el y lo beso, el sigue mi beso.

-Buenos días- murmura y yo asiento.

-Buenos días- acaricio su mejilla.

Luego de desayunar Josh tenía que ir al taller, ahí es donde trabajaba. Pasaba el tiempo reparando motos o autos, le gustaba. Yo caminé hasta la cafetería y salude al señor Chris, preparé su café y su sándwich. El me contaba que su hija ahora era doctora. Tenia que atender a muchas personas, pero hoy era un día bueno ya que venía mucha gente, a pesar del clima que el cielo se veía oscuro.

Al salir de la cafetería empieza a llover y saco la sombrilla, la abro y camino hasta la casa. Al llegar sacudo la sombrilla antes de entrar y entro a la casa, cuelgo la sombrilla en el perchero y suelto mi cabello, subo a la habitación y ahí estaba sin camisa mi ojos rojos, el voltea y sonríe, en sus hombros acaban sus tatuajes.

-¿Qué tal tu día?- sonríe y acaricio su mejilla.

-Muy bueno, ¿y el tuyo?- le pregunto.

-Bueno- sonríe y me besa.

Sonrio y me quito la camisa, el acaricia mis brazos y me pego a el, el se acuesta en la cama y yo me acuesto encima de el, lo beso acariciando su abdomen marcado.

-Josh, te amo- murmuro.

-Nathaly, y yo a ti- sonríe y me vuelve a besar.

El es un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora