Prólogo | 0 No puedes llevarlo contigo sí quieres sobrevivir.
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— Creo que estoy enamorada del capitán Levi.
La chica de cabellos naranjas canta una suave melodía, un sutil tarareo hermoso que inunda el pasillo hacia el campo de entrenamiento, pequeños pasos danzando de manera infantil pero aún así demostraba las emociones que transmitía y eso para la protagonista era un acto puro.
— ¿Levi? —contestó con un poco de extrañeza a tal espectáculo, el delgado cuerpo de su compañera bailaba con tal sutiliza que parecía una princesa a sus ojos— no tengo el gusto de hablarle.
— Siempre le ignoras a pesar de que es nuestro capitán —soltó una pequeña risa— eres muy callada.
— No tengo mucho que decirle, no hemos coincidido en algo.
— Espero que mi amor sea correspondido... —anhelo en voz alta— he pasado cada noche pensando en él que simplemente... es mi sueño hecho realidad.
— ¿Amor, qué es amor?
Detuvo sus pasos obligándola hacer lo mismo, en realidad amor era una palabra de cuatro letras que no entendía del todo, podía significar tanto pero a la vez tan poco, tan inefable a ojos de la rubia y que no podía terminar de comprender, no entendía porque la mirada de su compañera estaba iluminada de tal forma que su pupila se dilata más allá de lo normal.
— Amor es lo que nos salva de la vida, Violet.
Petra Ral le sonríe a Violet Evergarden mientras decide emprender su camino hacia el campo de entrenamiento, la rubia se detiene a tales palabras y medita un poco sobre ellas. ¿Eso es amor?, se dedica a observar como la pelirroja llega frente a un hombre de ojos grises, un extraño corte de cabello y de estatura pequeña, aquel hombre llamado Levi, de pocas palabras pero acciones fuertes. Él mira a Petra de una forma en que su pupila se dilata, el pliegue de su mejilla se alza levemente casi imperceptible pero para Violet... no.
Ojos color miel encontrándose con ojos grises azulados, pupilas dilatadas. Ella sonríe alegremente mientras que el contrario aún tiene levemente marcado el pliegue de su mejilla, Evergarden observa como su capitán y compañera tienen un aura llena de brillo.
Sus ojos azules observan la escena tratando de memorizarla para así saber como se ve el amor, pareciera que ambos juegan a ocultarse sus sentimientos. — Amor... —repitió— demasiado extraño.
Parpadeo levemente sin dejar de mirar la escena, memorizando las miradas extrañas y sonrisas pequeñas.
Parpadeo nuevamente.
Cabellos naranjas moviéndose a causa del viento, Levi viéndole desde arriba ya que es apenas unos centímetros más alto que ella.
Parpadea una vez más.
Dos.
Tres.
Cuatro...
Cinco...
Seis...
— Capitán —habló alto sintiendo como el aire golpea en su rostro, se mantuvo calmada— capitán... —le llamó nuevamente tratando de sacarle del trance.
Ojos miel mirando a ojos grises.
Levi mirándole desde arriba.
Mirada apagada.
Piel pálida.
Sangre cayendo sin ser detenida.
La sonrisa ya no está.
Levi le mira con pánico.
Petra Ral había sido asesinada a causa del titán femenino.
— Capitán —le llamó nuevamente aguantando la sensación de quebrarse en su pecho— los titanes se acercan pronto —avisa notando lo mencionado, suelta un suspiro y obliga a sus manos a dejar de temblar. Se coloca frente a él y se inca un poco para estar a su estatura, memoriza la mirada apagada, ojos cristalinos y rojos— los caballos están llegando, así que es mejor correr ya— eso llama la atención de Levi.
Gris conectando con Azul por primera vez, su pupila se contrae. Rechazo, lee Evergarden en su mirada, no quiere moverse del lugar aunque la tierra ya está temblando.
— Corre rápido —ordena al mismo tiempo que lo toma de la mano para jalarlo hacia ella para emprender su huida cuando el titán se acerca a ellos, sus dedos se entrelazan por sí solos— ¡Corre rápido!
Las piernas de Levi comienzan a tener más fuerza a cada paso, observa el cabello de Violet moverse gracias al viento: — ¡Corre rápido por tu madre! —nuevamente le da un impulso con esa frase, ambos toman una gran velocidad ahora— ¡Corre por tu hermano y hermana!
Levi por fin deja salir unas cuantas lagrimas y toma con más fuerza la mano de Violet.
Ambos corren con fuerza, con miedo.
— ¡Deja todo tu amor aquí, no puedes llevarlo contigo si quieres sobrevivir!
Levi por fin suelta sus lágrimas, se escucha como un llanto desolador sale de sus labios y Violet se dedica a guiarlo fuera del peligro.
Ambos corren.
Levi llora, llora como si nunca lo hubiera hecho sin miedo a que lo vean tan frágil como ahora.
— ¡Corre!
Piernas fuertes, sentimientos unidos y ambos dejando atrás el cuerpo de una amiga, de un amor y de un compañero.
