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Levi observa como la misma Violet le entrega un ramo de orquídeas a una versión de sí mismo que ni siquiera él puede reconocer.
En el angosto pasillo se encuentran cuatro personas en total, Levi que sabe la verdad y nunca sufrió estas pérdidas y un Levi que está destrozado por perder a la persona que más amo en toda su vida, Lucifer que realmente necesita dormir un poco por la paranoia que tiene desde hace 300 años por buscar el alma de Violet, y finalmente la protagonista loca suicida (según palabras de ambos hombres que tenemos enfrente).
— Violet fue criada como un arma que no podía descomponerse, sin sentimientos y solo para cumplir órdenes de los altos mandos de la muralla pero aún así gracias a que Petra Ral fue asesinada brutalmente, se esforzó por entender las relaciones humanas porque tú requerías de ello... necesitabas a alguien que te sacara de esa obscuridad —el albino narra la escena que tiene enfrente de ellos— y a su modo lo hizo.
Violet habla: — Pronto será el funeral; debería despedirse capitán, la familia Ral desea su presencia, sabia que era importante para su hija, el comandante dijo algo como... avanzar con una despedida. –la dulce voz de la rubia hace que el albino guarde silencio y sonría de manera triste.
Levi no puede evitar sentir un pequeño deja vu, ¿en cualquier vida le dará unas flores para probar que él desea que le den unas?, sonríe sin poder evitarlo cuando ve aquel ramo y el pequeño recuerdo de esa débil margarita que le ofreció cuando empezaron a conocerse se siente como un Deja Vu.
— Hay que seguir.
Indica el ángel caído dejando atrás la escena detrás de ellos para abrir la siguiente puerta, Ackerman sin dudarlo lo sigue encontrándose con la siguiente memoria.
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Ambos Levi ríen ante la escena que esta delante ellos, Violet le sonríe de la manera más sincera que puede en esos momentos.
— Espera —detiene el más pequeño— ¿Tengo el cabello largo? —no pudo evitar hacer un ademán de asco.
