Capítulo 5

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Capítulo 5 | Consuelo.

— Comprendo —asintió prestando atención a aquel vendedor, el señor le miraba con extrañeza por como la rubia se encontraba mirando la escoba— ¿Será la mejor arma contra la limpieza? —preguntó alzando su mirada hacia él

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— Comprendo —asintió prestando atención a aquel vendedor, el señor le miraba con extrañeza por como la rubia se encontraba mirando la escoba— ¿Será la mejor arma contra la limpieza? —preguntó alzando su mirada hacia él.

Supongo que sí —respondió entregándole la escoba cuando la rubia ofreció las monedas— suerte en su limpieza.

Era el primer domingo donde Levi por fin salía, observó como su nueva pupila caminaba hacia él extendiéndole el presente mencionado. — Será una gran arma para su labor de limpieza, capitán —¿A caso le estaba regalando una escoba? — ahora que a sanado es bueno empezar por cosas nuevas.

— ¿Y me regalas una escoba como prueba de que he sanado? —por supuesto que la acepto gustoso aunque trato de evitarlo dándose la vuelta para comenzar a caminar— No me digas, los mocosos te dijeron eso.

— Los mocosos saben más que uno —le siguió por detrás— extrañamente siempre saben que hacer.

— Te dejas influenciar muy fácil Violet, ten más cuidado —regaño con una pizca de diversióngracias por acompañarme.

— Solo sigo órdenes de Erwin Smith —respondió mirando las calles dañadas por la intensa batalla de su amigo— ¿Usted piensa que el joven titán sea una esperanza o un mal presagio? —un par de jóvenes se encontraban limpiando los escombros y Violet observaba la escena con un poco de culpa ya que sus acciones no fueron perfectas, Levi no le escucho ya que por la multitud de la gente y su atención robada por una escoba hizo que ahora estuviera caminando sin ser seguido por una rubia.

Un mal presagio querida —una voz un poco mayor le contesto, el padre de la iglesia de la ciudad se encontraba a lado de ella leyendo una biblia— solamente mira lo que ha causado, Dios debe estar castigándonos.

— ¿Dios?

— Sí –respondió alzando su mirada por fin al desastre causado— por algo el hace todas estas cosas —por fin le miro dibujando una mueca de sorpresa— ya veo, portas las alas de la libertad... es extraño que una persona como tú pregunta sobre dios, ven conmigo —la invito a adentrarse a la iglesia parcialmente dañada quizá por alguna pierna de Eren, ella le siguió admirando las paredes retratadas por figuras religiosas que no entendía del todo, personas cantaban al unísono una extraña melodía para Violet.

Aleluya.

— ¿Qué significa aquel canto? —preguntó señalando a las personas.

Aleluya significa muchas cosas, tú debes encontrar su significado —le sonrío tomándole del hombro— quizá sea cuando sales de la muralla o llegas a casa, son simples cosas que uno debe notar.

— No comprendo la información, señor —hizo una reverencia apenada— ayúdeme a entender.

El padre sonrió —Encuentra tu camino pequeña jovencita, nunca es tarde para comprender las cosas que nos rodean, empieza desde lo más pequeño que recuerdes, anhela, atesora, ama, y cuando por fin lo sientas ahí en tu pecho... será tu aleluya, será que encuentres a Dios —apartó su mano del hombro de la femenina— encontrarás tu aleluya.

Antes de poder responder un jalón del brazo la hizo ir hacia atrás apartándola de aquel hombre, Levi le miraba con un rostro serio, pasó sus ojos por todo su cuerpo rápidamente inspeccionándola en menos de un segundo. — ¿Por qué te separaste? —le exige, la rubia trata de buscar respuesta pero simplemente no la tiene— ¡No debes separarte, es una orden!

Violet asiente como buen soldado.

— Lamentó mi comportamiento Capitán, no volverá a repetirse —Levi solamente la toma del brazo para guiarla fuera de la iglesia sin importarle que el padre los miraba con curiosidad, sostenía con su mano derecha a Violet mientras que su mano zurda sostenía su escoba— Capitán.

— Solo dime Levi —le regaña— tenemos la misma edad.

Levi, ¿Usted cree en Dios?

— Creo más en Lucifer.

"¿Lucifer?" pensó mientras ladeaba su cabeza hacia el lado derecho, ¿Quién sería esa persona y por qué su nombre era tan... hermoso?

— ¿Lucifer es su aleluya? —eso hizo detener a Levi de golpe.

— ¿Qué cosas dices?, todo lo que te haya dicho ese anciano no le des más vuelta. Dios no existe, has visto como mueren cientos de compañeros ahí a fuera, si existe Dios ¿Por qué no salvo a Petra, eh? ¿Por qué no salvo a la persona más pura que conozco? —gritó en la cara de la rubia, eso asustó a Violet— ¡No existe! ¡No existe un aleluya! ¡No existe algo por lo cual tengas que rezar, solo hay cosas que se deben sacrificar Violet! ¡Lucifer existe y lo has visto en todos esos rostros sangrientos, lo viste en el rostro de Petra!

Silencio.

Probablemente, Violet no comprendería el sentimiento de dolor y miedo hace dos semanas pero ahora... lo siente. Ve como Levi trata de parecer fuerte pero tiene momentos de colapso, ve como se culpa de aquel día y el como aún lleva a Petra consigo, la rubia comprendería a duras penas que quizá Levi amaba como los niños pequeños, sin peros y comas, el amaba y cuando una persona ama y le es arrebatado su amor, es imposible sanar ese corazón y por primera vez... Violet entendió que no podía ayudar a Levi en este momento, solo el tiempo podía sanar su corazón roto y su alma desconsolada.

— No se lleva bien con Dios ¿Verdad, capitán? —le mira y por primera vez Levi siente en esa mirada fría, sin comunicación, sin sentimientos; siente...

consuelo.

ハレルヤ | 𝒜𝓁𝑒𝓁𝓊𝓎𝒶,  𝐿𝑒𝓋𝒾 𝒜𝒸𝓀𝑒𝓇𝓂𝒶𝓃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora