ハレルヤ | 𝒜𝓁𝑒𝓁𝓊𝓎𝒶, 𝐿𝑒𝓋𝒾 𝒜𝒸𝓀𝑒𝓇𝓂𝒶𝓃

Capítulo 24

Capítulo 24 | Sentencia

En respuesta aventó una de sus cuchillas hacia aquel hombre extraño que estaba de pie frente a él pero su sorpresa fue enorme cuando aquel despeinado intruso tomó la cuchilla con facilidad entre su dedo de en medio y el índice.

— ¿Así saludas? —respondió tomando la cuchilla por completo— maldito bastardo —con solo una mano quebró la cuchilla destruyéndola en pequeños pedazos. Lucifer tenía un rostro devastado, ojeras marcadas y labios quebrados, sus ojos ahora cansados demostraban frenesí— perdón, perdón —sonrió nervioso y camino hacia él con prisa para después tomarle de los hombros logrando asustar a Levi— no debí hablarte así. ¿Cuanto tiempo tiene que Violet ha muerto? ¿100 años o 800? el tiempo en el infierno transcurre distinto.

— Han pasado 8 horas —contestó aturdido por tal presencia, lo empujó para que dejara de tocarlo pero aún así el albino se aferró a él— ¿Dijiste infierno?

— ¡Y tú dijiste que harías lo necesario, como ella alguna vez lo dijo! —sonrió de emoción sacudiéndolo— ¡Es por eso que te escuché! ¡Estas tan desquiciado como ella!

Lucifer soltó una risa.

— ¿Quién carajo eres? —volvió interrogar Levi.

— ¡No seas incrédulo, soy Lucifer y estoy frente tuyo, ¿De donde crees que salí?! —gritó esta vez furioso, trato de respirar y habló con calma— Dame paciencia, padre.

Ackerman estaba sorprendido y asustado a la vez, él jamás creería en lo que tiene frente a él pero tenia que ser real de cierta forma. ¿De dónde pudo haber salido? ¿Cómo pudo destruir aquella cuchilla como si nada?

— ¿Por qué conoces a Violet? —estaba loco como para iniciar la conversación— dijiste que me escuchaste porque usé las mismas palabras que ella.

— Ella vendió su alma por tu felicidad —sonrió de manera triste— sígueme, necesito enseñarte.

Camino directamente hacia la pared detrás de él para poder atravesarla. — ¿Qué hiciste Violet? —se preguntó así mismo, tomó aire y valor para poder seguirlo.

Atravesó la pared encontrándose con la misma casa desde otro lado, como un espejo pero en esta ocasión un cuerpo más grande se encontraba recostado en aquella cama.

— Aquí nadie te puede ver ni oír —aclaró el albino que estaba a lado de él— es el mundo que continuó con los hechos que debían suceder.

— ¿A qué te refieres? —indagó separándose de él pero su boca calló cuando observó a la misma Violet entrar por la puerta.

Su rostro lleno de tierra y sudor pero aún mantenía su mirada preciosa, sus mejillas sonrojadas y esa piel reluciente... necesitaba saber que ella estaba ahí.

— ¡Violet! —gritó tratando de abrazarla pero simplemente la atravesó como si él fuera un fantasma— ¿Qué...

— Por favor Erwin, dime qué hacer.

Interrumpió la escena aquella voz dulce, Levi miró hacia la cama con miedo, con pánico y con dolor. Erwin Smith se encontraba muerto, en el lugar que anteriormente ocupaba Violet.

— ¿Qué es eso? —la voz le tembló dando un paso hacia atrás.

— ¿Cómo miraré a Levi sabiendo que no pude salvarte? —la rubia llora desconsolada— no puedo Erwin, no quiero que Levi sufra más.

Una escena tan real a sus ojos, sus manos tiemblan a causa del miedo al saber que los papeles se han intercambiado.

— Ey, sígueme —Lucifer habla llamando su atención haciéndole girar, camina hacia la salida de la casa. Con pasos torpes y casi corriendo escapa de la escena dejando atrás a su amigo y a una Violet destrozada— ¡Sí, lo sé! Traumático ¿Verdad?, esto debió ser así. Erwin Smith moría el mismo día que recuperaron la muralla, ahora... —abre la puerta y se gira a verle— pasa, tienes que verlo.