PRÓLOGO

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Ha oído tantas veces a diferentes personas hablar de lo magnifico que era ese dichoso momento donde encontrabas a tu alma gemela, ese instante donde todo era un estallido de color. Atsumu había crecido alrededor de un gran grupo de amigos y muy cercano a su gemelo, un padre ausente y una mamá muy amorosa; la cual le hablaba todo el tiempo de lo feliz que se sentía cuando estaba junto a su padre, pese a que este se dejaba ver esporádicamente; pues los tonos del dichoso celeste que su madre veía, se intensificaban y hacían todo lucir más vibrante y alegre.

Atsumu anhelaba tanto conocer el color de su mundo, encontrar a su alma gemela; al punto en que comenzó a tener sueños difusos con un rostro desconocido pero una linda voz que siempre le pedía paciencia y una sonrisa sincera en su rostro.

"Espérame un poco más". "Estoy acercándome". "No comas ansias".

Se preguntaba qué color vería. Ya había escuchado del verde, celeste, café, rosa, violeta. ¿Su alma gemela colorearía su mundo de un bonito fucsia?, ¿verde agua? Deseaba poder imaginar aquellos colores, pero, ¿cómo hacerlo cuando solo conoces negro, gris y blanco? Era imposible pintar su mundo por su cuenta, visualmente desconocía aquellos colores de los que tanto había escuchado alguna vez. Pero aun así, ansiaba que llegara el momento donde tuviera la dicha de hablar del suyo propio.

Siempre oía a Osamu hablar de cómo veía de hermoso sus alrededores cuando Suna se acercaba. Un estallido esmeralda, solo eran tonos claros, brindándole suavidad incluso a las texturas más rústicas. ¿Le sucedería lo mismo a él?

Realmente quiere saber cómo será y qué sentirá; pero cada vez sus esperanzas y anhelos decaen, viendo que a sus veinte años aún no se siente cerca de encontrar a su alma gemela. Sin embargo, Atsumu desconocía la ferocidad y audacia con la que su alma gemela estaba dispuesta a encontrarlo.

Paint My World (SakuAtsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora