Todos quieren conocer a su alma gemela. Independientemente de cómo la encuentres y qué te ofrece, amistad, una relación amorosa, a veces incluso es un familiar muy lejano. Cuando se trata de tu alma gemela todo lo que puedes pensar es en cómo verás...
Amarillo real (S.) Color semejante al oro que representa la opulencia.
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Atsumu maldijo por segunda vez cuando las secuelas del dolor de cabeza le recordaron todo el infierno que había sufrido en un corto período de tiempo. ¿Dónde estaba Osamu? Ya debería haber llegado. Alzó su cabeza para ver la hora en el reloj de su teléfono, sosteniéndolo lo más lejos que podía porque la luz del dispositivo lastimaba sus ojos.
Osamu le había dicho que llegaría antes del anochecer y estaba comenzando a ponerse el sol. Si su hermano decidió venir en auto, probablemente estaría por llegar, pero si al final decidió venir en tren, debería haber llegado hace una hora.
Suspiró.
Debería ir a esperar a Osamu en la entrada del Centro, pero no se sentía seguro al abandonar las cuatro paredes que por el momento lo estaban resguardando. Tenía miedo de salir y que el dolor de cabeza volviera más intenso que antes, así que prefería quedarse en la habitación a esperar a su hermano y a Suna, rezando internamente para que ninguno de sus compañeros de habitación volviese aún.
Atsumu sentía las palmas de sus manos hormiguear y su corazón latir desesperadamente contra su pecho. Extrañaba a Osamu. Extrañaba la seguridad de estar en casa. Extrañaba sentirse bien y divertirse jugando porque desde que llegó, no ha tocado el balón como realmente le gustaría hacerlo.
Si lo piensa mejor, todo comenzó a ir cuesta abajo desde que se alejó de su gemelo. ¿Era una maldición? ¿Tienen que estar juntos todo el tiempo? No podía ser eso, el destino no sería tan cruel. Entonces, ¿qué era? Necesitaba entender qué desencadenó todo este desastre.
Pasa sus manos por su rostro y presiona con la yema de sus dedos sobre sus párpados durante unos segundos. ¿Fue algo que comió? ¿Fueron los nervios? Mientras más lo piensa, más se aleja de la respuesta. Atsumu aleja las manos de su rostro y dirige sus ojos a la puerta grisácea, su mirada se queda viendo a la perilla de la puerta y su mente abandona cualquier tipo de pensamiento, pierde la noción del tiempo y comienza a sentirse adormilado.
Tiene mucho sueño.
Sus ojos comienzan a cerrarse y el silencio lo arrulló como a un niño, cuando está por rendirse a los brazos de Morfeo, un toque impaciente e incesante lo asusta y lo despierta exaltado.
— Atsu, Atsu. -Parpadea varias veces cuando escucha la voz amortiguada de Osamu y se incorpora en la cama individual tan pronto como su cerebro procesa la información. Se levanta y cuando está sobre sus pies, siente que todo el peso de lo que no ha descansado le cae encima. Más toques insistentes. — ¿Estás ahí? Voy a entrar.
Osamu no espera respuesta de su hermano cuando ya está abriendo la puerta y entrando sin preámbulos a la habitación. Cuando ambos hermanos cruzan miradas, Atsumu siente que está a kilómetros de Osamu. Quiere moverse y alcanzarlo, pero su cuerpo le está exigiendo un descanso desesperadamente.
