The last song

13- Confusión

Aquella noche, en aquella enorme casa de diez habitaciones con nueve personas dentro, solo fueron dos, las que no pegaron ojo.

Taehyung con los ojos como platos miraba hacia el techo mientras rememoraba una y otra vez los ocurrido hace tan solo una horas en aquella habitación, intentaba no hacerlo , no pensar en aquel beso , en aquellas caricias , en aquel calor, en aquella fricción...

intentaba no hacerlo pero no podía, los recuerdos estaban ahí, en 4K y a todo volumen haciendolé sentir más miserable aún.
Por qué ahí, ahora, a su izquierda, dormía plácidamente y ajeno a todo, su novio;  Park BoGum.

— Aishhhh... ¿qué voy a hacer?, ¿que voy a hacer? , se preguntaba repetidas veces en un debate interno por si debía o no, contarle lo sucedido a Bogum y lo miró y acarició aquella mejilla rosadita que se apoyaba plácidamente  en su pecho, aferrado a su cuerpo como si de un pulpo se tratase y entonces susurro — No te mereces, tu no te mereces lo que te he hecho.

Se sentía mal , tremendamente mal por Boguie, por aquel beso, por aquellas caricias por caer en la red de Jeon , en sus labios, en su mirada... pero se sentía todavía peor por que a pesar de que todo aquello estuviera mal , tremendamente mal... él solo quería repetir, el solo quería más. Y aquellas imágenes volvieron a su cabeza acompañadas de un sofocón casi agonizante.

Y lo desprendió lentamente de su cuerpo, intentado no despertarlo para que no fuera testigo de aquella erección que venía acompañada con ese sentimiento de culpabilidad y confusión que emanaba a kilómetros de distancia, necesitaba salir de ahí, necesitaba una ducha fría, necesita respirar, respirar y olvidar.

El reloj marcaba las 4:03 am y esa fue la décimo quinta vez en aquella noche que Jungkook desvió su miraba a la puerta de Taehyung, puerta que de veía perfectamente desde aquel campamento improvisado que se había montado en el salón, para no perderse la salida de Park de su casa.

Pero eso no sucedió , llevaba ahí dentro  casi cinco horas y ninguno de los dos dio señales de vida, ninguno de los dos salió más. Jungkook husmeó  unas cuantas veces, tres cada hora para ser exactos.

Como si de un vigilante se tratara, ahí estaba en su ronda nocturna con la linterna del móvil en mano pegando la oreja en aquella puerta de roble blanco americano que le separaba de Tete.

Pero su respiración entrecortada era lo único que podía oír ¿eso era bueno no? quizás solo estuvieran durmiendo ¿no? —Y la desesperación iba a más, la angustia que se mudo a su pecho no paró de presionar por que su imaginación voló y no en el sentido que a él le hubiera gustado. Si hace tan solo hace unas horas se había deleitado con la piel y los labios húmedos y rosados de Taehyung... ¿Qué le impedía pensar que Bogum no lo había intentado?  ¿que no había acorralado a Tete de la misma forma que hizo él? y que a diferencia de él, Park si hubiera conseguido llegar al final o quizás al inicio de una noche de desenfreno, locura y pasión.

—No, no, no, no... es virgen , ¡es virgen! y por dios...¡ es TETE! , él jamás actuaría así, jamás se entregaría a Bogum, no después de lo que ha pasado entre nosotros ¿no? — se preguntó.

¡claro que no! , su tete , al que él conocía mejor que nadie quizás estuviera igual de despierto carcomido por ¿la culpa o remordimiento? ¿remordimiento?, ¡eso!.

Taehyung jamás había hecho daño, engañado , mentido , ofendido , agredido a nadie. Taehyung era un ser de luz, era simpatía, alegría, era empatía era más humano que nadie y Jungkook lo sabía, sabía que lo que pasó entre ellos, aquellos besos y aquellas caricias correspondidas solo podían llevar a Taehyung a la triste y dura conclusión de que había herido a alguien aunque no fuera voluntariamente. ¡ese era su Taehyung! y no uno que se entrega a la primera a cualquier idiota dispuesto a todo por él, aunque en este caso el idiota fuera él.

Fue entonces cuando el chirrido de aquella puerta hizo caer a Jungkook de su nube de pensamientos y de la sorpresa su cuerpo cayó redondo de aquel sofá, asomo ligeramente su cabeza para ver quién había salido y por qué.

Y ahí esta su pequeño Tete, apoyado contra aquella puerta mirando al techo y suspirando a medida que se dirigía hacia donde se encontraba él.

— mierda, mierda , mierda ¿qué hago?— susurró mientras intentaba esconderse pobremente bajo una manta  y rezar por no ser visto, no en aquellas pintas , no así de desesperado.

Pero su sexto sentido no lo engaño, sus conocimientos sobre Tete fueron todos certeros y lo escuchó, escuchó aquel sollozo del menor que se apoyaba en aquella encimera y le rompió el alma en mil pedazos y como un si de un conejo se tratase salió cabizbajo de aquella madriguera que era su manta.

Y se acercó sigiloso y tímido, con miedo a ser rechazado pero con la necesidad, con la urgente necesidad de consolar, de abrazar a Taehyung y disculparse por hacerle sentir así.

— No llores por favor, todo esto es culpa mía , solo mía — dijo bajito mientras sus brazos rodeaban a Taehyung por detrás.

— ¡ Vete, Jungkook! , susurró pero no despego los brazos de Jungkook de su cintura mientras  seguía sollozando ahora más bajito.

— Shh... No llores por favor, te prometo que no volveré a tocarte, si es eso lo que quieres. Te prometo respetar tu decisión y no volver hacerte sentir así jamás.

Y  Taehyung se aferró más a esas manos que lo rodeaban, se abrazo con aquellos brazos que no eran suyos pero que los estiraba como si lo fueran, sin importarle el dolor o la incomodidad de su propietario.  Y siguió llorando cabizbajo pero arrullado por su Jungkookie.

Por que aquello ultimó que dijo le dolió aún más que el daño que él pudiera estar haciendo a Bogum, no volver a sentir aquellos besos, aquel calor, aquel ¿amor? de Jungkook, hacía que doliera más, mucho más.

Permanecieron abrazados quince largos minutos, en un silencio nada incomodó.

Sintiéndose como nunca antes se habían sentido y aquel calorcito, aquel momento tan bonito fue interrumpido.

— Debo volver — dijo Taehyung, mientras se desenredaba de aquellos brazos por los que tanto tiempo anhelo ser abrazado.

— Lo sé, buenas noches pequeño.— susurró Jungkook mientras respiraba profundamente en la nuca de Taehyung, e inhalaba profundamente aquel olor proveniente de Tete, olor que quería quedará grabado para poder dormir tranquilo sabiendo que había solucionado parte del desastre emocional que había provocado en su Tete y lo soltó, lo dejo marchar a una cama que compartiría con otra persona que no era él, y lo vería despertar legañoso y desgreñado pero guapo, siempre guapo por que su Tete por sobre todas las cosas era guapo.

Y eso dolió, mucho.