Cuatro meses, 120 días , 172800 segundos es el tiempo en el que Jeon Jungkook y Kim Taehyung estuvieron en un paraíso al sur de Europa llamado Malta.
Un lugar que vio crecer ese amor en todas y cada unas de sus formas, un lugar que los abrazo con sus paisajes y su gente que no los miraba, juzgaba o criticaba por ir cogidos de la mano o besarse en publico, un lugar que respetaba su amor, un lugar digno de llamarse HOGAR.
Pero la realidad llamaba a la puerta de dos personajes que fuera de ese pequeño país, eran mundial y terroríficamente conocidos. Era el momento de partir, aquella mañana de domingo sería la ultima que despertarían con la agradable e indescriptible sensación de ser libres, de ser anónimos, de ser ellos mismos en todas sus formas sin limites, ni prohibiciones.
Y por esa misma razón Taehyung sollozaba encerrado en el baño acurrucado con los pies presionando su pecho y una toalla en su boca para que no se escuchara su lamento , para no despertar y preocupar a Jungkook.
No quería hacerlo , no quería ser dramático pues Kookie le repetía constantemente que lo lograrían, que funcionaría aun lo los ojos de todo el mundo puestos en ellos, y Taehyung quería creerle, por Dios que sí pero era tan frágil... y tenía tanto miedo.
La lagrimas caían una a una, el gimoteo era más evidente y entonces escucho aquella voz.
— Tete, amor ¿estas bien? — dando pequeños golpecitos en aquella puerta, esperando en silencio una mentira como respuesta porque Jungkook sabía reconocer el sonido así como de la risa, del llanto de Taehyung. Lo reconocería a kilómetros y con los ojos cerrados y su corazón se encogió por que necesitaba hacerle entender a su pequeño que si él pudo tener una vida llena de fiesta y chicas sin que absolutamente nadie en la industria y el el mundo mediático lo supiera, esto iba a ser pan comido.
pobre iluso
— S-Si... solo que me duele un poco la tripa... supongo que ayer la cena me siento mal — se excusaba el menor tras la puerta mientras se apoyaba sobre el mármol del lavadero para observar que tan lamentable se veía, y se limpiaba con su antebrazo las lagrimas que quedaban. Mirando fijamente el grifo y preguntándose si un poco de agua fría lo solucionaría. Y suspiro ese peso que le oprima el pecho y se volvió a mirar al espejo pero sus ojos conectaron son su ''yo'' más profundo y el llanto volvió.
El solo quería amar de manera libre
— Mi amor , mi vida... por favor ábreme. No me alejes de ti Taehyung, no ahora.— Suplicaba el azabache sujetando fuertemente el pomo de la puerta con ganas de tirarla abajo y poder abrazar, consolar , besar y acurrucar a su niño.
Entonces escuchó el ''Click'' que le indicaba que Tae le daba el permiso para entrar, y ahí estaba de pie apoyado en la encimara del baño con una mano y con la otra frotándose los ojos, para cuando sus miradas conectaron y Jungkook pudo ver los aun ojos llorosos de su Tae y el puchero que este formaba con la boca lo quiso abrazar para toda la vida y no soltarlo jamás.
De manera instintiva se acerco a él, cogiendo su carita con ambas manos y apoyando su frente con la del menor, susurrándole que todo iría bien, que el lo amaría de la misma manera en cualquier parte del mundo, que jamás, jamas lo dejaría solo y que lucharía todos los días de su vida por esa relación que tanto les había costado construir y que nada podría destruir.
— Tienes miedo, lo sé por que yo también lo tengo, tengo miedo de que veas que eres más , mucho más de lo que me merezco , que en cualquier momento conozcas a alguien que te haga sonreír más que yo, que te ofrezca más que yo que la distancia del actuar frente a las cámaras nos pase factura pero te prometo Taehyung que voy a amarte todos los días de mi vida de la misma manera que he hecho hasta ahora;
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The last song
RomanceTaehyung había admirado toda su vida a su mejor amigo y protector Jeon Jungkook, esa admiración pronto se volvería en amor un amor que les hará crecer, aprender, luchar y sobrevivir. '' Será difícil, no te lo niego... pero el amor que se tienen va m...