Cap 11: CINTURÓN POKÉMON

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— ¡Hey! ¿Listos para irnos? —preguntó Jane animada

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— ¡Hey! ¿Listos para irnos? —preguntó Jane animada.

— Oh, ¡Por supuesto que sí! Vamos chicos —dichas las palabras del azabache fueron al centro comercial.

#Centro comercial#

Caminando por ahí Ash encontró un local donde en la vitrina se podía apreciar un cinturón Pokémon de muy llamativo.

A lo que el azabache procedió a correr a la ventana frontal del local y estamparse en esta maravillado junto con Pikachu.

— ¡WOOOOW! ¡Miren eso! Es... Bellísimo —decía ilusionado junto con su amigo amarillo.

— Pika pi.

— Pues, vamos al local a comprarlo —sugirió Clemont, a lo que el azabache entro como un rayo al establecimiento.

— Disculpe ¿Cuánto vale ese cinturón Pokémon? —inquirió el azabache apuntando a dónde se encontraba el objeto.

— Oh, déjeme ver —el encargado sacó una bitácora buscando el precio de dicho objeto— pues, eso cuesta unos...

De repente, suena una especie de alarma desde el celular del empleado.

— ¡Oh! Hora de mi descanso, genial —y ya sin decirle el precio se dirigió a la entrada del local.

— ¿Qu-? Espere ¿No me iba a decir cuanto costaba el cinturón de Pikachu? —preguntó el azabache decepcionado

— Oh... No jeje, es hora de mi descanso y cuando es hora de mi descanso no atiendo a nadie.

— Pero, solo tiene que decirme cuánto cuesta, no es tan difícil. 

— Si, pero no —concluyó el encargado marchándose con el lunch que le había preparado su mami.

— Pero al menos dígame cuánto va a durar su descanso —suplicó Ash siguiendo al empleado de manera persistente.

— Media hora ¿Ya me dejas en paz? —en este momento se puede confirmar, que a no a todos les importa si eres una super celebridad mundialmente conocida, el descanso del empleado es su descanso, y NADIE lo interrumpe ni fastidia, ni porque fuera el apocalipsis.

— Ni porque soy el campeón de las regiones me tratan bien —murmuró.

— De acuerdo, entonces volveremos en media hora ¿Le parece? —acordó el Moreno

— Si, claro. Ya largo, no me dejan comer mi tortita en paz —contestó el empleado dando mordisco a la tortita de jamón.

— Bien, vamos Ash, volveremos en media hora.

— De acuerdo pues.

Los chicos se fueron a caminar por el gran centro comercial mientras el descanso del hombre terminaba.

Ash y May - Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora