Capitulo 6

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La cena estaba resultando muy tranquila hasta que Jimin dejó caer un comentario con pasmosa tranquilidad.

—Voy a entrar en el despacho de Kang mañana por la noche.

A Yoongi se le cayó el tenedor en el plato.

—¡¿Qué has dicho?!

—He dicho que...

Yoongi hizo un gesto impaciente con la mano.

—Sé lo que has dicho, pero ¿qué esperas ganar poniendo tu vida en peligro?

—No correré peligro si todo sale bien.

Nam no dijo nada y se limitó a seguir comiendo.

Yoongi le lanzó a Jimin una mirada irónica.

—¿Has robado muchos bancos?

—No es eso lo que voy a hacer. Voy a entrar en el despacho de Kang, no a robar el banco. Guarda las escrituras de las hipotecas en un archivador. Tú tienes que examinar la firma de tu padre para estar seguro de que, cómo crees, es una falsificación, por lo tanto tienes que compararla con algo que haya firmado él. ¿Tienes en la casa algún documento firmado por él?

—Hay unos cuantos en el escritorio. Aunque, por desgracia, ninguno de ellos es la escritura del rancho, que desapareció poco después de su muerte. Como ya te he dicho he revuelto toda la casa buscándola y no la he encontrado.

—¿Qué crees que ha ocurrido con ella?

—Le he dado muchas vueltas al asunto. Estoy convencido de que alguien la robó cuando entraron en el rancho poco después de que muriera mi padre. En ese momento no di importancia a los hechos porque no eché nada en falta.

Jimin clavó los ojos en Yoongi con una expresión pensativa.

—Si Kang posee una hipoteca sobre las tierras, sería ló­gico que hubiera considerado que tener en sus manos la escritura fuera lo mejor. Y si es así, apostaría todo mi dinero a que no es porque tu padre se la haya dado.

—¿Crees que fue Kang quien entró en mi casa? —pre­guntó Yoongi.

—No, no ha sido él. Es de los que contrata a alguien para hacer el trabajo sucio, pero un hombre como él habrá pensado que es muy fácil estafar a un pequeño doncel. Mientras vivió tu padre, Kang no tenía esperanzas de obtener las tierras ni a ti, pero su muerte resultó un golpe de suerte para él. —El tono de Jimin se volvió más reservado—. ¿Cómo murió tu padre?

—Le mató una banda de sioux renegados. Nadie sabía que es­taban actuando en esta zona. Mi padre estaba siguiendo un rastro al pie de las montañas y todo lo que ocurrió después fue muy ex­traño: unos indios le mataron, sin embargo no se ha vuelto a saber nada de ellos. Se esfumaron. Mi padre se encontraba perfecta­mente, disfrutaba de buena salud, era un hombre lleno de vitalidad.

—¿Por qué sabes que fueron los indios?

—Encontramos flechas sioux en su cuerpo.

Jimin frunció el ceño mientras meditaba sobre lo que acababa de contarle Yoongi Tenía muchas reservas sobre si creerse aquel asunto de los indios, pero no dijo lo que estaba pensando.

—Si quiere saber mi opinión —intervino Nam—, no fue cosa de los pieles rojas. El incidente fue un hecho aislado. No había más señal de los sioux que la flecha que Suk tenía clavada en la espalda. Sin embargo, no se pudo probar otra cosa.

—Por favor —dijo Yoongi, con la voz desgarrada—, no puedo soportar pensar en eso. Fueran indios o no, mi padre está muerto.

—Tienes razón —convino Jimin—. Hasta que tengamos pruebas concretas, no vale la pena hacer hincapié en algo que afecta tanto a Yoongi.

Un amor extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora