Capítulo 2

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Lexy

Por  fin terminé de vaciar las cajas y acomodar todo en su lugar, son las cinco de la tarde y muero de hambre pero aún no hacemos las compras, así que mi siguiente tarea es ir al súper.
Me siento algo sucia, las cajas tenían demasiado polvo, por lo que primero tomare una ducha e iré a hacer las compras después.

Diez minutos más tarde salgo del baño, me pongo unos jeans limpios, una playera negra de algodón sencilla y mis converse negras. Me seco el cabello y lo amarro en un moño alto, algo despeinado, me pongo mis lentes, mis audífonos, busco mi cartera, las llaves y salgo de casa.

Gracias al trabajo de mamá, nos hemos mudado unas cuantas veces, de todos los lugares, éste es el más lindo y tranquilo, o eso pienso. Filas largas de casas con bonitos jardines están delante de mí, no es una zona residencial, pero tiene buena pinta. En el centro del pequeño pueblo hay un área de plazas, restaurantes, bares y de más locales.

Fue fácil caminar hasta aquí, escuchando música y disfrutando el clima. Pronto oscurecerá, así que el cielo empieza teñirse en colores, rosados y naranjas, tan lindo como para una foto. Suelo traer mi cámara a todos lados, pero no a hacer las compras. Llego al súper, meto en el carrito todo lo indispensable para la semana. Mamá me marcó hace un rato diciendo que no vendría a cenar. Ella casi nunca está en casa y no me quejo, ha trabajado tan duro para sacarnos adelante, paso de ser una simple abogada a ser una de las más reconocidas en su Bufete, tanto que a veces hace viajes de hasta un mes para llevar el caso de alguien importante en alguna otra cuidad.
Decido hacer fideos para la cena y leer algún libro o ver una película.

Me dirijo a la caja a pagar, a mi lado tres chicos pasan corriendo y riéndose, uno de ellos choca conmigo y cuando voltea me guiña un ojo y sonríe en forma de burla.

-Idiota- digo para mí misma.
-Esa boquita- alguien susurra cerca de mi oído.

Volteo y un tipo alto y delgado está parado frente de mí, tiene toda la pinta de ser arrogante, va vestido de pantalones negros, playera blanca y una chaqueta de piel negra, esta mirándome con una media sonrisa en sus labios.

-Que dijis…-El dedo índice de este sujeto se detuvo en mis labios.
-Shh- me guiño un ojo y se alejó con ellos.
-¡Qué demonios!- maldije en voz baja.

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