Destino

Capítulo 22

NamJoon

Tengo diez minutos observando cómo duerme Lex, es tan linda. No quiero ni respirar para no despertarla, está durmiendo tranquilamente y después de lo de anoche espero esté descansando bien. No quiero volver a verla así.
Por lo que he visto y lo que me ha contado, me parece que el trauma que vivió es mucho más fuerte de lo que ella quiere aceptar, claro que hay que tener en cuenta que no recuerda mucho, de hecho nada, aunque pienso que los sueños que ha tenido son más bien recuerdos de lo sucedido. Me duele pensar que hoy regresa a su casa y no es que sea posesivo, simplemente me aterra pensar que le pase algo o que tenga algún otro momento como el de anoche y yo no esté ahí.

-Bueno días- me dijo, abrió  sus ojos y estiró una mano para acariciar mi mejilla.
-Hola nena, ¿Cómo dormiste?
-Muy bien, ni siquiera supe a qué hora me quedé dormida.
- Ni yo – sonreí- pero es tiempo de levantarnos hay que ir a la escuela.
Nos levantamos, Lex se fue a su habitación a arreglarse, mientras yo me apuraba aquí  en mi cuarto. Salimos del departamento y nos subimos a la moto para irnos a la escuela.

Las primeras clases estuvieron tranquilas, un poco aburridas de hecho. Había terminado la cuarta hora y la siguiente vería a Lexy , fui a mi casillero rápido para poder recogerla en su salón e ir juntos a Arte. Justo cuando estaba  sacando mis libros, alguien me abrazo por la espalda.

-Hola cariño- la voz  melosa de Tara estaba atrás de mi.
-Maldita sea Tara, ¿tú no entiendes? – dije con los dientes apretados. Esta chica había cambiado totalmente mi humor en un abrir y cerrar de ojos.
-Entonces, ¿aun no botas a la zorrita esa?- cuando le iba a contestar recargo sus manos en el casillero a ambos lados de mi y por poco me besa.
-No, aun no me bota. Así que mantén tus putas manos lejos de él. – Lex había quitado a Tara  jalándola de los cabellos. Una vez lejos de mí, la aventó hacia atrás y Tara tropezó con alguien cayendo al suelo.
Normalmente respeto demasiado a las mujeres, no me gusta meterme con ellas, ni insultarlas aunque se lo merezcan. Pero no aguante, solté una carcajada, más de orgullo que de burla. Mi chica de verdad era una maldita diosa. Caminé hacia ella le di un enorme beso, la tomé de la mano y nos fuimos al salón sin hacer caso a las amenazas de Tara.

Cuando salimos de la escuela, nos despedimos de los chicos quienes no dejaban de reír por lo sucedido. Resulta que todos lo habían visto.
-Lexy, si alguna vez te ofendí, te ofrezco una disculpa- dijo Jimin haciendo una exagerada reverencia.
-No lo perdones Lex, recuerda la primera vez que te vimos en el súper. Él te empujó- dijo Jin, todos empezamos a reír.
-Tal vez te perdone, si a la cena llevas helado de chocolate- Le dijo Lex a Jimin.
-Gracias jefa, mil gracias.- después de lo sucedido y obviamente por nuestra relación.  Ahora ella lleva el apodo de jefa.

Llegamos a casa de Lex temprano, para poder arreglarla y empezar  a preparar la cena, pensó que sería buena idea recibir a su mamá y serviría para que conociera a los chicos y a mí.