Capítulo 27

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NamJoon

Hemos estado yendo y viniendo. La señora Lisa ya está en su habitación en el  hospital, está estable pero aun la están observando. Cada cinco días recibe su tratamiento y esa noche Lexy se queda a cuidarla ya que sufre algunos efectos secundarios y no le gusta dejarla sola.
Los días posteriores a los medicamentos, su apariencia mejora considerablemente y el hecho de que ahora su hija lo sabe la ha ayudado a disimular el estrés.

Todo se nos vino encima de un momento a otro, pero Lex es muy fuerte,  a pesar de la angustia y miedo que pudo sentir, se ha mantenido firme y con  bastante ánimo. Sé que esto también es para mantener a su madre con actitud positiva y no se dé por vencida.
Agradezco todos los días haberla conocido, no me imagino como seria si ella hubiese pasado sola por todo esto, sumando lo que paso en su casa días antes. Ese es otro tema que tengo que averiguar, aun no le digo nada a Lexy pero he estado yendo a su casa en las noches, de vez en cuando para vigilar y me quedo un rato antes de ir por ella al hospital.
He dejado mi moto a una calle de la suya para que nadie lo note y camino entre los jardines.
Trato de actuar como si Lex estuviera en casa. Prendo las luces, a veces hasta cocino algo o pongo música. Hace unas cuantas noches, ella se quedo en el hospital, aproveche y me quede más tiempo, apague todo en la planta de abajo y subí a su habitación, prendí su lamparita de noche y me recosté en su cama a leer un poco.
Media hora después se escucho como si quisieran abrir la puerta principal, salí por la ventana de su recamara y me recosté boca abajo en el tejado.
Intente ver quien estaba ahí, pero no se veía nada más que su silueta, todo estaba oscuro.
Una de las tejas se movió e hizo ruido y la persona salió corriendo. Brinque hacia el jardín e intente alcanzarlo pero no lo logre. Aunque si alcance a ver el automóvil en el que se fue. Es el mismo auto blanco que había visto delante de casa de Lex antes.
Los días que no puedo ir a su casa Tae me ayuda. Y si es algún día en el que no puedo recogerla o llevarla al hospital, alguno de los chicos está ahí siempre.

Voy llegando al hospital son las once de la noche y mi chica ya esta esperándome.
-Nena, ¿Cuántas veces te he dicho que esperes adentro?- me pone de nervios que estes sola en la calle
- Todo está bien.- me sonrió- Quiero ir a dormir, estoy muy cansada- su semblante de verdad reflejaba cansancio, desearía poder hacer más por ella.
-Vamos a casa,¿ cenaste?- le pregunte mientras nos poníamos los cascos
- No, mi mamá quiso que cenara con ella, pero hacer eso es que me de la mitad de su comida y ella tiene que comer bien. Le dije que cenaría contigo.
-Bien, cenemos y luego vamos a casa.

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