Destino

Capítulo 19

Lexy

-Estás loco!- me reí, no solo porque su idea de verdad me causo gracia, también fue porque creo que seguía nerviosa por lo que había pasado.
-Nena, hablo en serio. No puedo permitir que te quedes sola aquí, sin policías y sin saber que fue lo que realmente paso- me dijo, y de verdad entendía su punto, pero aun así era una locura.

No puedo creer lo que acaba de pasar en mi casa y tampoco lo que voy a hacer. Sigo pensando que esto es una locura, pero aquí estoy, preparando una maleta para quedarme  lo que resta de la semana con Namjoon. Llegamos a su departamento y Tae nos abrió la puerta en cuanto salimos del ascensor. Me sorprendió que todos los chicos y mis dos amigas estuvieran en la sala.

NamJoon entro en una habitación en donde dejo mi maleta. Su departamento era bastante amplio, muy elegante y para vivir solo dos chicos, estaba realmente limpio. Las chicas hicieron un espacio entre ellas en el sofá y dieron unas palmadas en él para que me sentara.

-Hola chicos, ¿Por qué no están en la escuela?- pregunte
-¿Cómo podíamos ir a la escuela?
Necesitábamos saber que estabas bien nena- me dijo Meggan pasando su mano por mi cabello
-Si, Lex. Nos asustaste- dijo Jimin
-¿Qué fue lo que paso?- pregunto YoonGi muy serio.

NamJoon  les conto a los otros chicos todo lo que paso. Yo no sabía la parte en la que no había podido dormir por un presentimiento. Cada dos o tres minutos, Joonie voltea y me guiñaba un ojo o me veía fijamente. Sus ojos aun reflejaban  el miedo que había sentido, mientras platicaba todos los detalles.

Después de un momento tenso, todos empezaron a bromear sobre el hecho de que me quedara aquí. A pesar de las bromas, nunca sentí que me estuvieran juzgando, al contrario, sentí el apoyo de todos y eso me tranquilizaba demasiado.
Me sentía muy agradecida de que estas personas llegaran a mi vida, si hubiera estado sola no se que habría sido de mi. Tal vez hasta hubiera tenido que contarle todo a mi mamá.
No podía ni pensar en lo que le hubiera sucedido si se enterara.

Más tarde, todos se fueron y Tae llevo a Megan  a casa. Esos dos seguro traen algo, me da alegría que mis amigas pudieran estar con alguno de ellos. Sé que a pesar de todo el teatro que armaron Tessa y Jimin, los dos se gustan y en algún punto terminarán  juntos.

NamJoon y yo nos quedamos solos, se sentó a mi lado y me abrazo, se recostó en el sillón y me recargo en su pecho mientras acariciaba mi cabello y me besaba la cabeza.
¿Estás bien?- me preguntó- se que has escuchado esto todo el día pero,¿ de verdad te encuentras bien?
-Sí, no sé que hubiera hecho sin ustedes, tal vez me habría vuelto loca. Principalmente no se que habría hecho sin ti.- voltee, lo mire a los ojos- gracias- le dije y le di un beso
-Ven, acompáñame- me dijo levantándose y dándome la mano para ir con él

Entramos a su habitación, sé que es suya porque hay varios modelos de motocicletas regados por las estanterías. Hay un mueble lleno de libros y hay una hermosa pintura en la pared sobre su cama. Las paredes son de un gris claro, los muebles son blancos y la ropa de cama es negra. A pesar de ser colores sobrios, la gran pintura de colores le da vida a todo este cuarto.

-Esta es mi habitación, puedes venir cuando quieras, si necesitas un libro o simplemente no puedes dormir. – salimos y me llevo a la habitación que estaba a un lado de la suya.
-Esta es tu habitación Lex, de ahora  en adelante, aun cuando tú mama este en la ciudad y tu estes en tu casa, esta siempre va a ser tu habitación.
-Gracias-dije admirando.
Este cuarto era color blanco, con todos los muebles y detalles en negro, ropa de cama, cortinas y demás. Sobre la cama había un cuadro con un paisaje de un atardecer, los colores rosados y naranjas le daban un hermoso contraste a todo.
-Si quieres quitar o agregar algo, es todo tuyo.
¿Estás bien?
-Es hermoso, gracias- no sabía que decir, ese cuadro me había cautivado
-Hermano, llegue. La cena esta lista! – grito Tae muy orgulloso. Cómo si él hubiera cocinado todo.
Nos sentamos a cenar y platicamos de tonterías
-No te ofendas Tae, pero mañana la cena la hago yo- dije- ambos voltearon a verme agradecidos y empezaron a aplaudir exageradamente.