Capítulo 1

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Lexy

Son las seis de la mañana y ya estoy lista para empezar el día. Es una nueva casa, en una nueva cuidad. Otra vez.

Entro al baño, me miro al espejo, recojo mi cabello en una coleta, me lavo la cara, los dientes y me pongo mis lentes, sin ellos no veo ni el árbol enorme y viejo de la entrada de mi nuevo jardín.

Me dirijo a mi armario, tomo unos jeans, una sudadera holgada y mis converse negras. Nunca he pensado mucho sobre mi físico, tengo veintiún años, no estoy ni gorda, ni delgada, mi piel es apiñonada, ojos cafés, cabellos castaño y no soy nada sociable. Se supone que la belleza, maquillaje, dietas y chicos es lo que se espera de las mujeres de mi edad, pero no, gracias. Yo solo quiero graduarme y pasar desapercibida por mis nuevos compañeros en este último año.

Bajo las escaleras, me dirijo a la cocina y preparo el desayuno.

-Mamá, ya es hora - grito.

Creo que sigue dormida o se está arreglando, espero sea lo segundo porque sabe que no puede retrasarse mucho. Mi mamá trabaja en un bufete jurídico, cuando mis padres se casaron, papá incitó a mi mamá a especializarse en Derecho Civil, más especifico en casos familiares, esto fue un auto gol al momento de divorciarse, mi mamá se quedó con la casa, el carro y conmigo. No es como que mi papá sufriera por lo último y a mí, no me interesa en lo más mínimo.

No tengo muchos recuerdos de mi padre, se divorciaron cuando yo tenía nueve, pero el problema venía de más atrás. Mi infancia esta borrosa, a veces tengo sueños en donde a mí yo de siete u ocho años le sucede algo, no sé qué, nunca recuerdo nada. Después del divorcio, mi mamá me llevó a ver a un psicólogo, pero también es algo que no recuerdo.

Mi madre dice que el doctor me diagnosticó con alguna clase de pérdida de memoria por algún trauma. Ella sabe que sucedió, pero no me lo dirá y siendo honesta si es algo que me traumo, no tengo mucho interés en saberlo.

-Mamá! Lo digo en serio- grito un poco más fuerte-

- Cállate Lexy y dame una manzana o cualquier cosa, ya es tarde- grita mientras baja las escaleras corriendo- ¿No pudiste despertarme más temprano?

-¿Es en serio? Tengo más de media hora gritando, incluso hice pancakes- hago un puchero para que coma algo antes de irse. Funciona, toma uno con la mano y lo muerde, mientras que con la otra agarra su portafolio y va dando brincos por la sala mientras intenta ponerse sus tacones.

- No te olvides de la medicina-grito mientras la despido con la mano en el aire- Te amo.

- Lo sé, yo te amo más.

Bueno, creo que terminare de desempacar y limpiar la casa, tenemos pocos días de haber llegado y la casa está llena de cajas, mis maletas aun tienen cosas, la verdad es que me da flojera doblar y colgar ropa, pero mañana es mi primer día de clases y no quiero pensar en ello.

Empiezo con mis deberes y bailo un poco, mientras Finesse de Bruno Mars suena a todo volumen.

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