La guerra de Lan Yuan

Capítulo 38

Una vez más, alguien precioso para Wei Wuxian está gravemente dañado y él está de pie cerca hablando con Wen Qing en voz baja y urgente. Se suponía que él no debía estar en esta situación por segunda vez. Al menos en Yiling, podían dejar la cama de Jiang Cheng y discutir sobre su tratamiento en el estudio de Wen Qing. Aquí, tiene que quedarse con Lan Zhan para que Zewu-Jun pueda dormir un poco.

Sin embargo, no puede esperar hasta que puedan dejar a Lan Zhan bajo la supervisión de su hermano. Él ha llegado demasiado tarde para salvar a la gente muchas veces. No le fallará a Lan Zhan.

-¿Me crees sobre el viaje en el tiempo?,- Le pregunta a Wen Qing, mientras detrás de una pantalla los sonidos de Zewu-Jun preparándose para dormir se apagan. -¿Crees que podría ser la causa? ¿Su núcleo más antiguo está tratando de plegarse con el existente?

Wen Qing recogió un cinturón y aseguró su bata, pero todavía está de pie con los brazos cruzados.

-Creo en Lan Wangji sobre el viaje en el tiempo,- corrige ella. -No tengo ni idea de si es responsable de su estado. No hay textos médicos sobre los efectos de tal cosa, Wei Wuxian.

Por supuesto que no los hay.

-¿Pero revisaste su núcleo? Wen Qing, eres el mejor médico que conozco. El más conocedor de los núcleos dorados. Tienes que serlo. ¿Quién más tiene ...?

Quién más ha sostenido uno, iba a decir, pero se detiene a tiempo. No sabe con certeza si Zewu-Jun está dormido.

-Lo he comprobado, sí,- dice.

-¿Y?

La mirada de ojos entrecerrados que ella le dirige lo está evaluando. No explica lo que está buscando, pero después de un segundo prolongado, su mirada se desliza hacia Lan Zhan y algo en su postura cede.

-Y no es tan sencillo.

Wei Wuxian espera. Desesperado como está por obtener información de un sanador en cuya habilidad confía, sabe que presionar a Wen Qing solo lo llevará hasta cierto punto. Le duelen las extremidades por la necesidad de estar haciendo algo cuando ella vuelve a hablar, en silencio y con cuidado.

-Me mostraron la lista que hizo Zewu-Jun,- dice. -Sé que Lan Wangji reveló que fue azotado.

-Habría sido azotado,- corrige Wei Wuxian. -Lo sé ... sé que recuerda haberlo vivido, pero no sucederá ahora. Lo juro.

Y no porque Lan Zhan no vivirá lo suficiente. Se niega a aceptar ese resultado. No sucederá porque Wei Wuxian no lo permitirá. Lan Zhan no tendrá motivos para luchar contra su propia gente en nombre de Wei Wuxian. Lan Zhan ya ha sido suficientemente herido por Wei Wuxian.

-Para él, ya sucedió,- dice Wen Qing, y ella no hace que parezca que está de acuerdo. -Cuando lo examiné, sentí las marcas de los latigazos.

-No.- Algo frío como el terror y duro como el horror se desliza en los pulmones de Wei Wuxian. -No, eso no puede ser correcto. Zewu-Jun dijo que lo comprobaron. No hau heridas. No hay cicatrices.

-No en su carne.- Ella lo mira, sus ojos aún más oscuros en la tenue luz de la habitación. -Hay ... A veces, cuando un cultivador se lesiona, su energía espiritual se aferra al recuerdo incluso cuando sus heridas se curan. Al principio, pensé que quizás era eso, pero la cantidad y el tipo de daño deberían haber dejado cicatrices. Lo comprobé. Estoy de acuerdo. No hay cicatrices.

-Pero tu dijiste...

-Un recuerdo retenido en la energía espiritual no es algo que la imaginación pueda evocar, ¿entiendes? No es físico de la misma manera que la carne, pero es real. No está solo en sus pensamientos.